¿Alguna vez haz amado contra todo pronóstico, sin importar; el tiempo, las adversidades, los enemigos, las imposiciones, el dolor y la distancia?
En un hermoso bosque, rodeado de árboles centenarios y el dulce sonido del viento, el agua y las aves, nace un amor que desafiará el destino. Luciana y Alejandro, dos adolescentes, se juran amor eterno y se prometen estar juntos siempre.
Pero su amor se verá amenazado por la intriga, la ambición y la maldad. La distancia social y las expectativas familiares parecen insuperables obstáculos. Sin embargo, Luciana y Alejandro están decididos a luchar por su amor.
¿Podrán superar los obstáculos y mantener viva su llama de amor? ¿O sucumbirán a las presiones del mundo que los rodea? Únete a Luciana y Alejandro en su emocionante viaje de amor, pasión y superación.
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Hermosa mariposa.
_ ¿No has hablado con ella? _ le pregunto a Leticia quien se encuentra comiendo caramelos de coco.
_ No, pero estoy endulzando a mis padres para me lleven a visitarla el fin de mes, yo también extraño a mi mejor amiga, tengo muchas cosas que contarle, necesito abrazarla, de seguro se siente triste y solita por allá tan lejos. _ los ojos de Leticia brillan por lágrimas acumuladas.
Sergio la abraza y besa su sien con dulzura y entonces lo entiendo todo.
_ A pasado algo muy importante y no me lo han contado. _ los acuso.
Leticia limpia sus lágrimas y Sergio se ríe con complicidad.
_ ¡Hablen ya! _ les quitó los caramelos.
_ ¡Leticia aceptó ser mi novia! _ la felicidad rebosa en el rostro de mi mejor amigo, me siento feliz por ellos, y a la vez siento un poco de envidia, ellos podrán amarse y tener una relación sin que nadie intente separarlos, son ricos, los padres de Leticia son hacendados y los de Sergio tiene una enorme fábrica.
_ ¡En hora buena, me alegra mucho! _ los abrazo a ambos con cariño.
_ Por eso quiero ver a Luciana, quiero contarle, me gustaría que estuviera aquí para poder ir a celebrar al pueblo, tomarnos un rico helado y ver una película de romance en el cine. _ dice Leticia con melancolía.
_ No sabes cuánto anhelo yo, poder verla aunque sea por un huequito. _ extraño demasiado a mi mariposa hermosa.
_ Ojalá mamá pueda convencer a doña Alfonsina para que me permita visitar a Luciana.
_ Ojalá, me avisas si logras convencerla, le enviaré algo contigo.
Durante estás semanas he escrito varias cartas para Luciana en dónde le reiteró mi amor y mis promesas, además de contarle que lo que ha sucedido en su ausencia, se que se pondrá feliz cuando sepa que quedé en el primer puesto en este primer periodo escolar y que dos yeguas parieron.
Me despido de mis amigos y regreso a la hacienda, mamá no se ha estado sintiendo muy bien últimamente y debo ayudarla con sus quehaceres.
Al llegar a la casa, me dirijo a la habitación que compartimos mi madre y yo, cambio mi uniforme escolar por ropa común y corriente, busco entre mis cosas y tomo la fotografía que he besado durante el último mes, en ella se aprecia a mi hermosa mariposa montada sobre su yegua, su sonrisa es brillante y sus ojos me transportan a todos esos momentos que hemos compartido juntos.
Dejo un beso en la fotografía imaginando que beso sus dulces labios.
_ Vas a desgastar esa fotografía. _ dice mamá y vuelvo a guardar la foto en su lugar, mamá tose y me acerco a ella.
_ Cómo te sientes, mamá. _ le pregunto cuando llego a su lado.
_ Estoy mucho mejor, mi amor, no te preocupes, es una simple gripe. _ intenta tranquilizarme.
_ ¿Fuiste a ver al doctor? _ Le pregunto mientras le paso un poco de agua y ella toma un par de sorbos.
_ Gracias, hijo, si yo fuí a ver al doctor me mandó unos medicamentos, unos exámenes que debo ir a realizarme mañana temprano.
_ Te acompañaré.
_ De ninguna manera. _ niega de inmediato. _ mañana tienes clases y no permitiré que bajes tu promedio, vas muy bien y si sigues así ganarás esa beca en la universidad.
_ No quiero que vayas sola a hacerte esos exámenes, si llamas al director y le explicas la situación el entenderá. _ alegó, pero ella niega inmediatamente.
_ Le diré a Juana que me acompañe. _ dice acariciando mi cabello.
Juana es una mujer muy amable que trabaja aquí en la hacienda también, ella fue quien le consiguió el trabajo a mamá, creo que estudiaron juntas, más que compañeras de trabajo, son amigas, así que me doy por vencido, si mamá va con ella al hospital, estará bien acompañada.
_ Está bien. _ me doy por vencido. _ ¿En qué necesitas que te ayude?, hoy no tengo tareas por hacer así que tengo toda la tarde libre.
_ Eres un gran muchacho, mi amor, mereces lo mejor del mundo, que Dios te ayude a llegar a bien lejos. _ la dulzura de su voz me llena de vida. _ No sigas triste, ella volverá en un cerrar y abrir de ojos.
Dejo un beso en su frente y le pido que se acueste para que descanse.
_ Ve al gallinero y recoge los huevos, por favor.
_ Como mandes, madre, descansa por favor, yo haré lo que a ti te corresponde. _ me sonríe.
_ No olvides que no debes acercarte a la casa grande, no quiero que la señora te haga una mala cara. _ asiento, no quisiera encontrarme a esa señora, no me gustaría decirle alguna grosería por respeto a Luciana.
Salgo de la habitación y me dirijo hacia el gallinero, son doscientas gallinas, así que hay bastante trabajo por hacer, antes de llegar al corral de las gallinas me encuentro con Guadalupe.
_ ¿Puedo ayudarte a recoger los huevos? _ pregunta colocando un mechón de su cabello negro detrás de su oreja.
_ Está bien. _ acepto, entre más ayuda mucho mejor.
Ella empieza a cantar mientras recolectamos los huevos, tiene una voz bonita.
_ Hay que alimentar a las gallinas.
_ Si, y echarle más agua.
Entro los dos andamos rápido con la tarea.
_ La otra semana habrá una feria en el pueblo ¿irás? _ me pregunta cuando acabamos.
_ No lo sé, mamá no se ha sentido muy bien en los últimos días y debo estar pendiente de ella. _ respondo.
_ Solo será un rato, de seguro tu mamá estará de acuerdo en que te diviertas un rato.
_ Esperemos hasta el fin de semana entonces, si mamá se recupera satisfactoriamente, veré si puedo ir.
_ Podríamos ir juntos. _ sonríe.
_ Sí, quizás también vayan Sergio, Leticia, Antoni, Facundo y César. _ los tres últimos son hijos de algunos de los empleados de aquí.
_ Si, quizás. _ su sonrisa se borra.
_ Te dejo, debo ir hacer otras cosas. _ me despido y me alejo buscando hacer otra cosa.
Mientras camino, una hermosa mariposa vuela frente a mi y sonrió enternecido al recordar a mi Luciana, miró al cielo deseando que el tiempo pase volando como la hace la hermosa mariposa.