Una historia sobre un adolescente Riko que se enamora de una ramera
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**Capítulo 16: Reacciones y Consecuencias**
**Capítulo 16: Reacciones y Consecuencias**
El sol brillaba intensamente sobre la ciudad mientras Fabiola se despertaba, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad en su pecho. Había tomado la decisión de no colaborar con Samuel, y aunque sabía que era lo correcto, la incertidumbre sobre cómo reaccionaría él la mantenía en vilo. La vida parecía haberse estabilizado, pero las repercusiones de su decisión comenzaban a sentirse.
Al llegar a su estudio, Fabiola se sumergió en su trabajo. Había comenzado a esbozar nuevas ideas para su colección, buscando inspiración en cada rincón de su creatividad. Sin embargo, a medida que avanzaba en su proceso creativo, no podía evitar pensar en la posible reacción de Samuel. "¿Se lo tomará bien? ¿Se enojará?", se preguntaba, sintiendo que la ansiedad comenzaba a acumularse.
Esa tarde, mientras revisaba algunas telas, el sonido de su teléfono la sacó de sus pensamientos. Era un mensaje de Samuel. Con el corazón latiendo con fuerza, Fabiola abrió el mensaje, sintiendo que la tensión aumentaba. "Hola Fabiola, entiendo tu decisión. Aunque me gustaría que las cosas fueran diferentes, respeto tu elección. Espero que encuentres el camino que te haga feliz", decía el mensaje.
Fabiola sintió una oleada de alivio, pero también de tristeza. "¿Realmente lo entiende? ¿O solo está diciendo lo que cree que debo escuchar?", pensó, sintiendo que la confusión la invadía. A pesar de su respuesta positiva, había una parte de ella que seguía sintiéndose herida por la traición que había experimentado.
Durante los días siguientes, Fabiola se dedicó a su trabajo, pero la sensación de inquietud seguía presente. A menudo se preguntaba si había tomado la decisión correcta, si Samuel realmente había cambiado o si su comportamiento seguía siendo el mismo. La incertidumbre la mantenía en un estado constante de alerta.
Mientras trabajaba en su estudio, recibió una llamada inesperada de un colega. "Fabiola, he escuchado rumores sobre tu colaboración con Samuel. Parece que está bastante molesto por tu decisión", le dijo su amigo, su tono lleno de preocupación.
La noticia la golpeó como un balde de agua fría. "¿Molesto? No sabía que había reacciones tan fuertes. Pensé que había tomado la decisión correcta", murmuró, sintiendo que la angustia la envolvía.
"Al parecer, ha estado hablando mal de ti entre otros diseñadores. No sé qué tan cierto es, pero quería que lo supieras", continuó su amigo, y Fabiola sintió que el dolor se intensificaba. "¿Por qué tendría que hacer eso?", pensó, sintiendo que la traición se renovaba.
Esa noche, se sentó con Fernando y le compartió lo que había escuchado. "Samuel parece estar hablando mal de mí. No entiendo por qué se comporta así. Pensé que había madurado", confesó, sintiendo que la tristeza la invadía.
Fernando la miró con atención. "No puedes controlar cómo reaccionan los demás. Has tomado una decisión que es lo mejor para ti, y eso es lo que cuenta. No dejes que lo que diga Samuel te afecte", dijo, su voz llena de apoyo.
A pesar de las palabras de Fernando, Fabiola no podía evitar sentirse herida. La traición de Samuel había dejado cicatrices, y ahora parecía que estaba intentando arrastrarla de nuevo a un lugar oscuro. "¿Por qué no puedo simplemente seguir adelante? ¿Por qué tengo que lidiar con esto?", se preguntaba, sintiendo que la angustia la consumía.
Esa semana, mientras Fabiola se preparaba para un evento de moda local, la ansiedad seguía acechando. La idea de enfrentar a otros diseñadores y a Samuel en particular la llenaba de nervios. "¿Qué dirán de mí? ¿Me mirarán de manera diferente?", pensaba, sintiendo que la presión aumentaba.
Al llegar al evento, la sala estaba llena de diseñadores, influencers y amantes de la moda. Fabiola se sintió abrumada por la energía del lugar, pero también ansiosa por las posibles repercusiones de su decisión. Mientras saludaba a algunos colegas, notó que algunos de ellos intercambiaban miradas furtivas. "¿Están hablando de mí?", se preguntó, sintiendo que la inseguridad la envolvía.
Durante la noche, Fabiola se encontró con un antiguo amigo del mundo de la moda. "Fabiola, he oído que has tenido un desacuerdo con Samuel. ¿Está bien?", preguntó, su tono lleno de preocupación.
"Estoy bien, solo tomé una decisión que sentí que era lo mejor para mí", respondió Fabiola, sintiendo que la explicación se volvía pesada en su pecho.
"Samuel está diciendo cosas que no son ciertas. No dejes que eso te afecte. Sabes que tienes talento y que mereces estar aquí", dijo su amigo, y Fabiola sintió que la determinación comenzaba a volver.
A medida que la noche avanzaba, Fabiola se dio cuenta de que había personas que la apoyaban en su camino. Aunque Samuel había intentado socavar su confianza, había quienes reconocían su talento y su dedicación. Con esa idea en mente, decidió que no permitiría que las palabras de Samuel la afectaran.
Esa noche, mientras regresaba a casa, Fabiola se sintió más ligera. Había enfrentado sus miedos y había encontrado apoyo en su comunidad. "No puedo dejar que la traición de alguien me defina. Tengo que seguir adelante", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación renacía.
Sin embargo, a medida que pasaban los días, las repercusiones de su decisión comenzaron a manifestarse. Fabiola recibió mensajes de otros diseñadores que parecían dudar de ella, y la incertidumbre se apoderó de su mente. "¿Qué están diciendo de mí? ¿Cómo están hablando de mi trabajo?", se preguntaba, sintiendo que la angustia la invadía.
Una tarde, mientras revisaba sus redes sociales, se encontró con una publicación de Samuel. En ella, mencionaba de manera despectiva a un diseñador que había trabajado con él anteriormente y hacía comentarios que parecían dirigidos hacia Fabiola. "No puedo creer que haya hecho esto. ¿Por qué está arrastrándome de nuevo a su drama?", pensó, sintiendo que la frustración la consumía.
Decidida a no dejar que eso la afectara, Fabiola decidió hablar con su amigo que le había advertido sobre los rumores. "¿Qué sabes sobre lo que se dice de mí? Samuel está intentando arrastrarme de nuevo a su drama, y no sé qué pensar", confesó, sintiendo que la angustia la envolvía.
Su amigo la miró con seriedad. "Lo que importa es lo que tú piensas de ti misma. No dejes que las palabras de Samuel te afecten. Tienes un talento increíble, y eso es lo que importa. La gente que realmente te aprecia lo sabe", dijo, su voz llena de apoyo.
Fabiola asintió, sintiendo que la determinación comenzaba a renacer. "No puedo permitir que su comportamiento me afecte. Tengo que seguir adelante y enfocarme en lo que realmente importa", se dijo a sí misma, sintiendo que la confianza comenzaba a restaurarse.
Esa noche, se sentó con Fernando y le compartió lo que había decidido. "No voy a dejar que Samuel me arrastre de nuevo a un lugar oscuro. He trabajado demasiado para dejar que su comportamiento me afecte", dijo, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Fernando la abrazó, su expresión llena de amor y orgullo. "Eso es increíble, Fabiola. Has tomado una decisión valiente y empoderadora. Estoy tan orgulloso de ti", dijo, su voz llena de apoyo.
A medida que pasaban los días, Fabiola se dedicó a su trabajo y comenzó a notar que la confianza regresaba lentamente. Aunque la traición de Samuel había sido dolorosa, había aprendido a enfrentar sus miedos y a encontrar su voz. Con Fernando a su lado, se sentía capaz de enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.
Sin embargo, mientras trabajaba en su nueva colección, Fabiola no pudo evitar pensar en las posibles consecuencias de su decisión. "¿Y si Samuel decide hacer cosas más perjudiciales? ¿Y si intenta socavar mi trabajo?", se preguntaba, sintiendo que la preocupación la invadía.
Una tarde, mientras revisaba sus correos electrónicos, recibió una invitación para participar en un concurso de diseño. La oportunidad la emocionó, pero también la llenó de ansiedad. "¿Qué pasará si Samuel intenta arruinar esto?", pensó, sintiendo que la incertidumbre comenzaba a acumularse.
Decidida a no dejar que el pasado la detuviera, Fabiola se inscribió en el concurso. "Es hora de demostrar que soy capaz de enfrentar cualquier desafío", se dijo a sí misma, sintiendo que la determinación renacía.
Mientras se preparaba para el concurso, Fabiola se sintió más empoderada que nunca. Había enfrentado sus miedos, había aprendido a confiar en sí misma y había encontrado su voz. Al llegar el día del concurso, sintió que la adrenalina corría por sus venas.
La presentación fue un éxito, y Fabiola recibió elogios por su trabajo. A medida que se retiraba del escenario, sintió que la confianza comenzaba a florecer. "He superado tanto, y esto es solo el comienzo", se dijo a sí misma, sintiendo que el futuro era brillante.
Sin embargo, al regresar a casa, Fabiola no pudo evitar sentir que la sombra de Samuel seguía presente. "¿Qué hará ahora que he tenido éxito? ¿Intentará arruinarlo?", se preguntaba, sintiendo que la preocupación la invadía.
Al día siguiente, recibió un mensaje de un colega que la dejó helada. "Fabiola, he escuchado que Samuel está hablando mal de ti nuevamente. Parece que no está dispuesto a dejar esto atrás", decía el mensaje.
Fabiola sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. "¿Por qué no puede dejarme en paz? He tomado una decisión y estoy lista para seguir adelante", pensó, sintiendo que la frustración la consumía.
Esa noche, cuando se sentó con Fernando, le compartió lo que había escuchado. "Samuel parece estar hablando mal de mí nuevamente. No entiendo por qué no puede dejarme en paz", confesó, sintiendo que la angustia la invadía.
Fernando la miró con atención. "Lo importante es que has tomado el control de tu vida. No puedes controlar lo que otros dicen, pero puedes controlar cómo reaccionas. No dejes que eso te afecte", dijo, su voz llena de apoyo.
Fabiola asintió, sintiendo que la determinación comenzaba a renacer. "No puedo permitir que su comportamiento me afecte. Tengo que seguir adelante y enfocarme en lo que realmente importa", se dijo a sí misma, sintiendo que la confianza comenzaba a restaurarse.
Finalmente, decidió que era hora de confrontar a Samuel una vez más. "No puedo dejar que siga hablando de mí. Necesito cerrar este capítulo de una vez por todas", pensó, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Cuando llegó el día de la confrontación, Fabiola se sintió nerviosa, pero también empoderada. Había decidido que esta vez no permitiría que Samuel la intimidara. Al entrar al estudio, encontró a Samuel revisando algunos documentos. Al notar su presencia, levantó la vista y sonrió. "Fabiola, qué sorpresa verte. ¿Cómo has estado?", preguntó, su tono amistoso pero con un matiz de distancia.
"Estoy bien, gracias. Quería hablar contigo sobre lo que he escuchado. He oído que sigues hablando mal de mí y no puedo permitir que eso continúe", comenzó Fabiola, sintiendo que la tensión se acumulaba en el aire.
Samuel frunció el ceño, como si no entendiera a qué se refería. "No estoy seguro de a qué te refieres. Siempre he querido lo mejor para ti", respondió, su tono defensivo.
Fabiola sintió que su corazón se aceleraba. "No puedo permitir que hables de mí de esa manera. He tomado una decisión y estoy lista para seguir adelante. No quiero que sigas arrastrándome a tu drama", afirmó, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Samuel la miró, y por un momento, Fabiola creyó ver una chispa de comprensión en sus ojos. "Lo siento si te hice sentir así. No era mi intención. Quiero que sepas que respeto tu decisión", dijo, su tono más serio.
Pero Fabiola no estaba dispuesta a aceptar una disculpa vacía. "Respetar mi decisión significa dejarme en paz. He trabajado duro para llegar aquí, y no permitiré que tus palabras me afecten", dijo, sintiendo que la confianza comenzaba a fluir.
Cuando salió del estudio, sintió una mezcla de alivio y confusión. Había enfrentado a Samuel y le había expresado sus sentimientos. Aunque la conversación había sido difícil, también había sido un paso importante en su viaje hacia la sanación.
Esa noche, mientras se sentaba con Fernando, le compartió lo que había decidido. "Hablé con Samuel nuevamente, y esta vez le dejé claro que no permitiré que su comportamiento me afecte. Estoy lista para seguir adelante", dijo, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Fernando sonrió, su expresión llena de amor y orgullo. "Eso es increíble, Fabiola. Has tomado una decisión valiente y empoderadora. Estoy tan orgulloso de ti", dijo, su voz llena de apoyo.
A medida que pasaban los días, Fabiola continuó trabajando en su colección y comenzó a notar que la confianza regresaba lentamente. Aunque la traición de Samuel había sido dolorosa, había aprendido a enfrentar sus miedos y a encontrar su voz. Con Fernando a su lado, se sentía capaz de enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.
Finalmente, Fabiola se dio cuenta de que había superado la traición y que ahora estaba lista para asumir el control de su vida. El camino no había sido fácil, pero había aprendido a confiar en sí misma y a no dejar que las palabras de los demás la afectaran. Con determinación y coraje, estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera, y su amor por Fernando continuaría siendo el motor que la impulsaba hacia adelante.