Santiago Santoro, es un empresario muy exitoso que le huye al amor y no desea por nada del mundo formar una familia, por tal motivo se comprometió con Diana Lois, una mujer fría, calculadora y ambiciosa al igual que él. Sin embargo, su abuela Giovanna no está dispuesta a ver como su nieto se arruina la vida a lado de una mujer frívola, y le exige que cambie de opinión o de lo contrario perderá toda su fortuna. Santiago con miedo a perderlo todo, decide alquilar un vientre y tener el hijo que tanto desea su abuela, sin arruinar la hermosa figura de su novia. Pero de repente su vida cambia por completo, cuando debe dirigirse a un hospital a buscar a su verdadera hija, una hermosa niña prematura, de ojos claros que necesita con urgencia un tratamiento médico para salvar su vida.
Sin embargo, Karen Jones ¿Será capaz de abandonar a su hija realmente ? o ¿Hará todo lo posible por estar a su lado?
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Capítulo N°21
Mientras tanto en la mansión, Santiago reía con todas sus fuerzas, mientras preparaba la cena ya que su pobre asistente le estaba contando cómo hizo para escaparse de Doris sin ser abusado por la mujer.
⎯ ¡Ya basta no es gracioso! Antes ni sonreías y de acá a un tiempo, no paras de reírte y la verdad extraño a mi amigo el amargado.⎯ comenta muy molesto.⎯ Parece como que algo te cambió la personalidad y eso me asusta.
⎯ Vamos, no puedes negar que es gracioso.⎯ pela una papa.⎯ Casi te acuestas con Doris y ella te conoce desde que eras un niño. De solo imaginar su cara despertando a tu lado no puedo dejar de reír.⎯ explica.
⎯ ¡Búrlate todo lo que quieras, pero esa señora es una acosadora!⎯ cruza sus brazos en señal de enojo.⎯ La podría demandar por intento de abuso.⎯ habla seriamente.
⎯ Doris no puede pagar una demanda.⎯ sirve dos copas de vino antes de verter el resto del contenido de la botella en la preparación y se la entrega.⎯ Ten, esto te va a relajar.
⎯ Tienes razón, el ama de llaves no tiene dinero, mejor te demando a ti. Cuidar de mujeres mayores en estado de ebriedad, no estaba estipulado en mi contrato laboral.
⎯ ¡Hazlo!⎯ levanta los hombros como si no le importara.⎯ Sabes que te puedo pagar.
Santiago continuaba cortando las verduras, estaba haciendo una ensalada de hojas verdes para acompañar una carne con papas y salsa de champiñones al vino tinto.
⎯ Este vino está bueno, es un desperdicio que lo uses en la comida.⎯ Trevor termina el contenido de su copa.
⎯ Si quieres ve a buscar otra botella en la cava; pero recuerda que no podemos tomar de más, tenemos que cuidar a mi abuela.⎯ lo mira y Trevor asiente al mismo tiempo que se pone de pie y se dirige al subsuelo.
Ahí se encuentra la cava qué especialmente el abuelo de Santiago mandó a construir con rocas originales de las montañas de los Alpes para mantener la temperatura necesaria para conservar las bebidas y en ella se guardan celosamente los mejores vinos, licores, champagnes y demás exquisiteces de las mejores bodegas del mundo.
Al entrar Trevor enciende la luz que es tenue y apenas alumbra la inmensidad del lugar, de repente y el recuerdo de la fiesta de colación de Santiago viene a su memoria. Recuerda estar caminando entre las vitrinas, buscando algunas botellas cuando una morena muy bella entró por un vino dulce para preparar un postre y simplemente se dejaron llevar por el momento e hicieron el amor. Desde ahí él se obsesionó buscando a su morenita preciosa, se había dado cuenta que ella era especial, sin embargo lo único que conservaba de ese día era un pendiente que había quedado encima del barril de cerveza y que atesoraba como si valiera oro. Él creía ver en la vaquera del club cierto parecido, aunque su voz era diferente y su cabello demasiado rizado, sin embargo al pasar el tiempo la imagen de la chef se veía borrosa y cada día tomaba más forma en su mente el rostro de la bailarina con antifaz.
⎯ Trevor, ¿qué haces?⎯ pregunta Santiago al llegar a su lado.⎯ La cena está lista.
⎯ Perdón, no encontraba la botella.
⎯ Sigues en la escalera, es imposible encontrar algo desde este lugar.
Santiago baja el resto de los peldaños, toma una botella; entonces la levanta por los aires y mira a su amigo.
⎯ Si tanto te gustó esa mujer, ¿por qué no la buscas?⎯ toca su hombro y sigue caminando.
⎯ Tú también lo podrías aplicar con Cielo, sin embargo no lo haces.⎯ se gira sobre sus talones y lo sigue.
⎯ No puedo, Pietro me prohibió que me acerque, solo Paola responde mis preguntas cada vez que llamo para saber algo de ella.
⎯ Lo siento, estás realmente jodido.
⎯ Pero tú no, así que busca a esa mujer. ¿Cuántas mujeres morenas de buen cuerpo pueden ser chef para fiestas privadas?
⎯ Lo voy a pensar.
Cuando ambos hombres regresan a la cocina Giovanna está buscando un vaso de agua en el refrigerador.
⎯ Abuela ¿cómo te sientes?⎯ interroga Santiago.
⎯ Hijo, no grites. Se me parte la cabeza, es como si tuviera un enano perforando mi cerebro .
⎯ Eso te pasa por festejar mi desdicha.⎯ besa su cabeza al pasar a su lado, él busca en la mesada una bolsa de la farmacia y le entrega un blíster con unas pastillas.⎯ Estas píldoras te alivian el dolor de cabeza.⎯ luego le entrega un frasco de anti ácido.⎯ Y esto sirve para el malestar estomacal.
⎯ Gracias mi niño.⎯ la mujer toma la pastilla y se prepara el polvo para asentar su estómago.⎯ Parece que tienes experiencia en resacas.
⎯ No, solo tengo una abuela que me provoca migraña.⎯ le guiña un ojo a Trevor.
⎯ Trevor, mi morenito hermoso, ¿por qué no vas a ver si Doris ya despertó?⎯ propone Giovanna.
⎯ Lo siento señora, su ama de llaves es un peligro y no pienso poner nunca más un pie en ese cuarto.⎯ responde al mismo tiempo que busca los platos en los gabinetes y le pregunta.⎯ ¿Desea cenar?
⎯ No, mejor subo a descansar.
⎯ Esa es una buena idea.⎯ Santiago apaga el horno.⎯ Ven nonita, te acompaño hasta tu cuarto.
⎯ Gracias cariño.
De camino a la habitación ella no puede evitar preguntar.
⎯ ¿Es cierto lo que dicen las noticias ?
⎯ Primero festejas y después preguntas. Típico de Giovanna Santoro. ⎯ suspira y responde.⎯ Sí, nona hemos terminado.
⎯ ¿Y Diana cómo lo tomó?⎯ se detiene y lo mira a los ojos buscando algún rastro de tristeza.
⎯ Hasta ahora no le atiendo el teléfono.
⎯ Tienen que hablar como adultos. Nunca me gustó esa relación y lo sabes, pero ninguna mujer merece enterarse de su rompimiento de compromiso por una noticia.⎯ ella golpea con palmadita su antebrazo para que comprenda su punto de vista.
⎯ Ella no fue discreta, se dejó fotografiar con su jefe a los besos.⎯ contesta molesto.
⎯ ¡Y tú te acuestas con otras mujeres!
⎯ Pero nadie lo sabe, soy discreto y frecuento un solo lugar.
⎯ El mismo lugar al que van varios hombres de la ciudad y te ven.⎯ ella se suelta de su agarre.⎯ Estoy bien, puedo llegar sola a mi cuarto.
⎯ ¡Esto es increíble ahora la defiendes!
⎯ Solo soy justa.⎯ responde y cierra la puerta en la narices de su nieto.
Santiago regresa a la cocina, retira la comida del horno y se dirige a la mesa. Una vez ahí toma su teléfono y lo enciende. Hay varias llamadas perdidas y mensajes de audios y de textos de Diana y de su padre. Con pesar marca su número y hablan por más de media hora, él se despide ante la atenta mirada de su amigo que le sirve otra copa.
⎯ Listo, todo arreglado, mañana hay que transferir el dinero y ya soy libre.⎯ bebe todo el contenido de su copa.⎯ Ni ella, ni su padre me van a volver a molestar.
⎯ Muy bien, yo me encargo.
En casa de Eve las mujeres estaban celebrando la noticia con un exquisito postre de chocolate y frutillas que Carolina tuvo que hacer de manera urgente para saciar el antojo de la joven embarazada.
A partir de ese momento, Karen comenzó con todos los controles prenatales, y con ilusión poco a poco vio crecer su vientre y enorme fue su sorpresa al descubrir que esperaba a una hermosa niña