En la isla de Hematera, dividida entre humanos y vampiros, el destino de dos hermanos gemelos, Fabián y Francisco, ha estado marcado desde antes de su nacimiento. Fabián sacrificó la mitad de su alma para volver a nacer y proteger a Francisco, aun si eso significaba vivir apenas veinte años. Sin embargo, su vida se ve trastocada cuando el amor, la traición y la sangre lo arrastran a un mundo donde ángeles, demonios y vampiros luchan en silencio por el dominio y la redención.
Convertido en vampiro contra su voluntad, Fabián deberá enfrentar la verdad sobre su corazón de ángel
Entre guerras celestiales y heridas que no cicatrizan, la esperanza se enciende en la oscuridad: la unión de sangre y espíritu de
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El peso de un nombre
Durante la noche, Albus se despertó de una siesta con un dolor intenso en los ojos, ardían como brasas, palpitando dolorosamente en su cráneo, subiendo por sus nervios hasta su cerebro con punzadas de agujas ardientes, no quería gritar, pero no pudo contener un gemido de dolor
Se encierra en su cuarto, intenta cubrirse la boca con cinta adhesiva pero el dolor es insoportable, cada segundo se siente como una hora en su dolor constante, tanto que no siente sus lágrimas de sangre caer de su rostro
Afuera, Kael intenta abrir la puerta sin lograrlo, le habla desde el pasillo tratando de convencerlo de abrir, pero todo es inútil, Albus ni siquiera responde y solo se pueden escuchar sus suaves gemidos de dolor, Todos estaban trabajando fuera, él era el único en la casa, Fabián, David y Erick estaban en la oficina del rey, Victor en la escuela, Sergio en el restaurante con Amariel
A pesar de estar lejos y trabajando, Fabián siente la tensión en casa y entra en alerta, misma que le llega a Francisco que también siente la tensión, le llama a su hermano pero no responde, está corriendo de regreso a su casa con el corazón latiendo a toda velocidad
Albus se sienta en el suelo del cuarto, tratando de no levantarse y hacer algo de lo que se pueda arrepentir, quiere arrancarse los ojos para aliviar el dolor, pero sabe que sería inútil, no son su órganos los únicos que duelen, es su propia alma y arrancarlos no haría ningún cambio
Kael llora en silencio afuera, no puede hacer nada para ayudar a su padre, Fabián llega corriendo y nota la escena, sabe que algo malo pasa, pero no está listo para verlo
Con las piernas temblando Kael se levanta y sujeta la playera de Fabián suplicando a la vez– por favor… ayudalo… no sé qué pasa… ¡haz algo!
Fabián abre la puerta de un golpe, Albus dentro, sangra de sus ojos mientras los aprieta tratando de calmar el dolor, al escuchar el ruido se gira lentamente sin ver nada pero escucha claramente
Fabián– ¿aumento?... ¿qué pasa? –era claro que intentaba esconder su preocupación con un tono frío pero muy fingido
Albus no puede negarlo, le duele, tanto que realmente desea arrancarse los ojos– Fabián… no cedas… a pesar de esto… no cedas
Fabián estaba entre la espada y la pared, el cuerpo adolorido de Albus temblaba suavemente entre sus brazos, contenía las lágrimas y Kael desde la entrada se dio cuenta que, él tampoco podía hacer nada aún cuando de verdad lo deseaba, se acercó a él y le dijo lleno de arrepentimiento
–lo siento… sé que haces lo que puedes… no quería que te sintieras mal
Fabián le puso la mano en la mejilla, el ojo debajo de su fleco lloraba sin control mientras el otro se mostraba seco, fuerte como debía ser, levantó a Albus y lo recostó en la cama
Fabián– cuidalo… tengo que hacer algo
Albus lo sujetó fuerte de la muñeca y un hilo de voz entrecortado salió de sus labios– no… no te… entregues… por favor
Fabián acarició la mano de Albus, sabiendo muy bien que estaba asustado, pero no podía dejarlo sufrir con los brazos cruzados y se soltó de su agarre para irse a pesar de sus súplicas
Francisco salió corriendo del castillo, no pensaba regresar hasta que viera a Fabián en persona, muy dentro de él ya sabía que sucedía y por qué no le respondía el celular, llamó directamente a Héctor y le dijo que distrajera a su hermano hasta que él llegara
Héctor corrió sin preguntar nada, buscó hasta ver a Fabián casi subir a un barco para ir al clan Progenitus, se abrazó de su cintura y lo cargó con sorprendente facilidad fuera y lejos del barco
con asombro reprocha– Héctor basta… tengo que ir…¡Héctor!
Lo deja de pie en el suelo, Fabián intenta irse de nuevo y él se pone delante como si fuera un gato al que hay que atrapar, una y otra vez se pone delante, no dice nada, solo le bloquea el paso
Fabián está desesperado, ansioso, totalmente incapaz de pensar en otra cosa que no sea el dolor de Albus, no mide su fuerza y lo empuja demasiado fuerte sin querer, Héctor cae al suelo de espaldas, golpeándose en la caída
Asustado y arrepentido de su propia acción se arrodilla y lo sostiene, como si abrazara un plato que él mismo rompió, pero Héctor no parece enojado ni siquiera herido
Fabián– lo lamento… perdóname por favor
Sabe muy bien que no fué a propósito, de querer realmente lastimarlo pudo haberlo hecho sin problema alguno, aún cuando parece calmado del lado del rostro que no le cubre el cabello, quita el fleco del ojo solo para confirmar, estaba llorando
Fabián no hace nada para cubrir su ojo, lo deja ver, no lo juzgó antes cuando lo supo, era claro que no lo juzgaría ahora, pero su profunda preocupación y duda eran todavía más fuertes, no quería cargar en Héctor su dolor
Héctor lo abrazó y le susurro lento, suave como una brisa fresca– sé que quieres ser el único que cargue con tus penas… pero ya no puedes… eres parte de un todo, ahora también son nuestras
Fabián lloró con ambos ojos mientras se abrazaba a Héctor con fuerza, tenía miedo, no quería ser una rata de laboratorio pero tampoco olvidar que alguien en su clan corría peligro o sufría por eso
En el clan Progenitus, Acheron esperaba pacientemente a que Fabián se rindiera, sabía que lo haría tarde o temprano, no podría soportar el dolor de otros según sus cálculos
Uno de sus espías más experimentados le daba reporte de todo lo que había visto, arrodillado en el suelo con la cabeza baja– En casa de la reina de Sangre de Luz, viven además de ella, otras 7 personas, todos hombres…tienen habitaciones separadas con 2 personas por cada una… ella, duerme con su hijo Victor, Albus con su hijo Kael, David con Sergio, Erick, duerme solo, antes dormía con su padre al parecer, Amariel también duerme solo
Albus preguntó con curiosidad genuina– ¿donde vive ahora ese padre?
EL chico negó con la cabeza– no lo sé… creo que con otro familiar de la reina Fabián… pero son muy unidos, Sergio cocina, se adapta al parecer a cada plato favorito de los miembros de la casa, David pide siempre lavar la ropa y limpiar la casa, aromatiza cada recamara con un aroma especial, Albus arregla el jardín y el huerto, cada fruta y verdura cosechada a gusto de cada uno
El chico hizo memoria para seguir– Kael remienda, hace ropas y cobertores nuevos, personalizadas para cada uno, Erick ayuda con el mantenimiento exterior de la casa, ventanas rotas, ampliar cuartos o construir nuevos, levantar cercas, restauración y pintura general… Victor, que aún es joven, ayuda a todos con cosas pequeñas, llevar los platos a la mesa, sostener la pintura o lavar los platos junto con otra persona, barrer y limpiar el cuarto donde duerme o solo a veces lava su ropa favorita, Amariel mantiene la casa vigilada de día y de noche además de cuidar enfermos de todas las edades en un consultorio especial
Acheron se pasa una mano por la barbilla, esa casa funcionaba como un hormiguero, cada uno haciendo algo y considerando a los demás pero entonces una pregunta le llegó a la cabeza ¿que hacía Fabián en todo eso?, no solo era el rey, también vivía ahí
Mirando a su hijo directamente, con esa mirada acusadora dijo– ¿qué hace Fabián entonces?
El chico sin titubear dijo– todo… trabaja en la oficina real durante la noche, media noche o madrugada por 3 o 4 horas, regresa a casa y ayuda a todos a hacer el trabajo, cocina, limpia, cose, lava, repara, restaura, estudia con Victor, entrena con Amariel o Albus, entrena a los demás y hace guardía con Amariel, no lo deja solo por horas… duerme solo 2 horas al día y come mucho
para no colapsar
Acheron frunció el ceño ligeramente antes de decir–¿a qué te refieres? ¿hace guardía?
Con calma respondió– si… se quedan despiertos cuidando la casa, para Amariel es fácil porque no necesita dormir por ser un ángel, pero Fabián sí… aún así lo acompaña por horas hasta que no soporta el agotamiento, todos los días… solo durmiendo por 2 horas… come demasiado para no sentir el cansancio
Los ojos del chico brillaron como 2 estrellas para decir… Aun así, una vez la comida de la casa no fué suficiente debido a un accidente en donde se hace la sangre artificial que consumen y él no comió… en todo el día hasta que se garantizó que había comida suficiente de nuevo
Acheron escuchaba atentamente, esa mirada de adoración era rara, hasta inexistente en sus hijos, sin demostrar nada con la voz dijo– en las guardias ¿que hace?… ¿solo se para ahí?
El chico negó con la cabeza–... acelera su corazón para que el clan entero lo escuche, se queda así unas horas, como si supiera cuando todo su clan duerme… yo… casi me quedo dormido 4 veces… es muy relajante aún con varias dosis de cafeína en la sangre… habla con Amariel, juegan entre ellos y comen cosas dulces ya que no los ve nadie… como niños básicamente… no sé cómo no se queda dormido después de todo ese esfuerzo
Despertaba curiosidad en él, todo ese trabajo y no colapsaba, era raro hasta que el espía dijo– como híbrido de dragón negro, puedo oler la sangre y el alma… creo que su poder puede ser potenciado por la comida que le da Sergio…
De pronto llegó Fabián con Francisco y Héctor pidiendo hablar con él, el pasillo largo con un trono grande y uno pequeño al lado, enormes rosales negros, grandes ventanales oscuros adornaban el lugar, no era tan lujoso como el clan de Albus, pero era intimidante solo de entrada
Uno de los guardias se le acercó, hizo una reverencia y dijo– bienvenido… Madre
Francisco sintió una mezcla de asco, miedo, coraje, repulsión y náuseas, se cubrió la boca para no vomitar, Héctor abrió la boca tan grande como era posible, totalmente en shock incapaz de producir un solo sonido
Fabián sintió un escalofrío pero como estaba acostumbrado, suspiró fuerte y mantuvo la calma para decir– ¿puedo ver a Acheron?... por favor
El guardía dijo con voz inocente– pase por aquí Madre… lo esperan en el salón principal
Francisco tragó con mucha dificultad y arrastró a Héctor del brazo al interior del castillo donde Acheron los esperaba paciente, con esa mirada de tener todo garantizado, al verlos entrar dijo– Bienvenido… preciosa reina y futura madre
Héctor salió del shock y en sus ojos ardía el mismo infierno, Francisco no pudo más y buscó desesperado donde vomitar, viendo como única opción una ventana que daba al exterior por la que sacó la cabeza sin poder contener nada, Fabián se acercó a darle palmaditas en la espalda
Acheron miraba con curiosidad y un poco de miedo a la familia de su futura “esposa”, lo detestaba a ese grado, lo que sería difícil hacer que Fabián tuviera más de un hijo, pero no se rendiría tan fácil
Volvió a su expresión de calma y dijo– el embarazo será por medio de una matriz biológica, hecha con tu sombra y células… solo dolerá las 2 cirugías, nada más, la gestación durará 2 años los cuales vivirás aquí, más 3 según como funcione podremos tener más
Francisco volvió a sacar la cabeza por la ventana para vomitar y Fabián dijo– espera… no vine a eso…
Acheron– no es que tengas muchas opciones… quieres que alivie el dolor de Albus, entregame un hijo entonces
Fabián intentó hablar pero Acheron siguió diciendo– no… no hay otra opción… lo único que quiero y lo único que voy a aceptar, será un hijo, de tus entrañas, o no hay trato
Fabián suspiró, miró a Acheron con determinación para decir– tengo unas condiciones para ello…
Acheron se acercó con una libreta y un bolígrafo para escribir con esa mirada calculadora de siempre, mirada a la cuál Fabián no parecía reaccionar como sus hijos o el resto de los que la habían visto
Se aclaró la garganta antes de enumerar sus condiciones– en primera… quiero 15 días para prepararme antes del proceso… en mi clan, con los míos… segunda, quiero que mi familia me pueda visitar cada domingo durante ese tiempo sin que corra riesgo, tercera, quiero que el niño que nazca de mí, se quede conmigo… no lo dejaré aquí…
Acheron– espera… ¿quieres al niño?... interesante
Fabián con la voz firme dijo– y lo más importante… quiero que devuelvas los ojos a Albus, no solo le quites el dolor… dale sus ojos
Acheron se pasó la mano por el cabello, Fabián no era líder solo de Sangre de Luz, era líder sin saberlo de Lirio de Humo y Eclipse por que sus reyes lo amaban, tenía en su poder a 3 de los clanes más poderosos de la historia, dispuestos a dar la vida por él
Sonrió con una amabilidad fingida antes de decir– todas tus condiciones serán cumplidas en 15 días cuando vengas…
Fabián– Albus no puede pasar 15 días con ese dolor… tienes que quitarselo ya
Su sonrisa creció y dijo– claro… pero le daré sus ojos cuando tú estés aquí… sé que no romperás tu promesa… hasta pronto
Fabián asintió, Francisco limpiaba su boca con la manga de su playera y Héctor apretaba sus puños clavando sus uñas en sus palmas haciendo que sus manos sangraran, los llevó fuera con calma y resignación, no podía hacer más que eso
En el clan Sangre de Luz Fabián le explica todo al clan entero, no solo a los que viven con él, unos de ellos quieres pelear, otros están en shock y unos más quieren esconderlo para evitar a toda costa el resultado
Fabián trata de mantener la calma entre todos mientras dice– escuchen… sé que puede ser una idea… escalofriante cuando menos… pero es nuestra única opción y no quiero que le reclamen a nadie, o se desquiten con Albus, es una decisión que tomé por el bien de todos, incluso el mio
Fabián comienza a dejar tareas y asignar puestos al clan entero para su ausencia, que todos estén tranquilos, pero de pronto Victor lo abraza con fuerza, parece asustado como cuando era pequeño
Él le acaricia la cabeza tratando de consolarlo, sabe que tiene miedo y que no puede hacer mucho para calmarlo, pero intenta diciendo– volveré, será solo un tiempo… y volveré con un hermanito para ti
Victor casi se sentía alegre por tener un hermanito directamente de Fabián, pero no podía ignorar que todo sería producto de una tortura y eso le causaba remordimiento y miedo, los demás asumieron sus tareas como debían
Los siguientes 3 días Fabián arregló papeles, dio instrucciones y clases a Emanuel quien tomaría su lugar como rey durante su ausencia, arreglo todo lo que pudo sin dormir durante todo ese tiempo, no se sentía cansado, estaba alerta, preocupado por todo lo que sucedía y sin tiempo para pensar
Albus aún ciego entró en el cuarto, palpando con las manos hasta encontrar la espalda de Fabián, él no se movió, esperando pacientemente a que lo encontrara, poco a poco llegó a su espalda, subiendo las manos hasta su cabeza donde plantó un beso, suave y reconfortante como el de una madre
Fabián se giró lentamente, sonriendo por el geresto, se sentía un poco mejor– no tengo miedo… de verdad
Dijo, no muy convencido de sus propias palabras, entrenado para guardar todo lo que sentía y no herir a nadie, pensaba que podía, que después de todo él único que se daba cuenta era su hermano al estar conectado a él, pero Albus no parecía creerse eso, con suavidad, atrajo su cabeza a su pecho y la acarició
Eran gestos que nunca antes había hecho, pero que aprendió con los años viviendo ahí, no dijo nada, aún así logro que Fabián se rompiera, lloraba, se aferraba a su cuerpo y temblaba como un niño
De pronto un suave susurro salió de la boca de Fabián diciendo– yo… realmente no quiero hacerlo…
Albus lo sabía, aún sin poder ver sus lágrimas sentía su miedo, sin poder hacer nada para impedirlo, abrazándolo como si así pudiera protegerlo, entre sollozos suaves, Fabián dijo–... tengo miedo… no quiero hacerlo… pero no puedo rendirme ahora…no puedo desistir
Albus trató de no sonar preocupado al decir– realmente nadie quiere que lo hagas… daríamos cualquier cosa por tener otra opción
Fabián suspiró y respondió con pausas–... yo sé… por eso tengo que ayudar
Albus no dijo más, quitó el cabello de Fabián de su espalda y contó las vértebras desde el inicio de su cuello hasta la mitad y clavó una especie de alfiler puntiagudo que le provocó un pinchazo de dolor
Fabián– ¡ay!... no hagas eso, por favor…
Albus sujetó fuerte a Fabián contra su cuerpo para decirle– no tengas miedo… trae a ese bebé a casa contigo… nunca estarás solo, confía en nosotros, vamos a cuidar de tí estés donde estés
Fabián sentía como el pequeño alfiler se fundía con sus huesos, no sentía dolor si no paz, Sergio le daba 4 onigiri especiales cada comida, Amariel lo forzaba a dormir durante sus guardias y lo escuchaba rezar en ebreo, latín y un idioma antiguo que no le sonaba de nada, Erick lo llevó a un tatuador demoníaco que le hizo un sello especial en la pelvis, Kael lo hacía llevar ropa interior que olía a hierbas y sal
Todas, medidas para proteger su cuerpo y alma mientras estuviera con Acheron, sonrió suavemente al decir– irán a verme cada semana ¿verdad?... no estaré realmente solo… seré fuerte
Albus acaricia su cabeza solo para confirmar todo, estarán ahí siempre, después de unos minutos más, se levantó con pasos más decididos, todo estaba hecho y le quedaban 2 días más antes de irse así que podía darse el lujo de llevar a su familia entera a comer a un lugar especial
Mientras tanto, Acheron hacía que sus hijos de menor rango pintar y acomodar la recamara donde se quedaría a vivir Fabián durante los años que se quedaría en el clan, muebles delicadamente elegantes, pintura de colores suaves y una cama cómoda
Los chicos adornan y ponen todo de sí para que el cuarto quede a la altura de Fabián pero sin que pareciera que estaban tratando de encerrarlo a simple vista
La noche parece avanzar, Fabián pasó todo el tiempo que pudo con los chicos que vivían con él, saliendo a pasear pero en la última parada, los demás le encargaron ir con Héctor al supermercado, comprar una botana y una bebida, ver la fuente durante un rato y regresar
Fabián, no entendía qué significaba eso, pero quería ir a la fuente, quería una botana y algo frío para beber así que acepto, pero ninguno iría con él más que Héctor quien estaba suavemente ruborizado
Al llegar a la tienda, Fabián escogió una bolsa grande de papas sabor a cebolla y queso, un refresco de cola, en la caja Héctor pagó a pesar de que él intentó darle algo del dinero, se fueron a la fuente donde el agua caía desde lo más alto, las luces se encendían y todo parecía ser mágico
Sentados en el pasto, Héctor comenzó a comer unas frituras muy picantes que había comprado junto con un café por si se sonrojaba decir que era por las frituras, miraba la fuente solo cuando Fabián señalaba algo que le había gustado, sin prestar realmente atención más allá de la risa y expresiones de su compañero
El polvo de queso en la comisura del labio de Fabián, era increíblemente hipnótica, casi tentadora, pero apartó la mirada antes de hacer algo de lo que podría arrepentirse– que lindo…¿no? –comentó para distraerse de sus pensamientos un rato
Fabián– sí… Héctor… prometeme algo
con los ojos brillantes se giró para escuchar atentamente cuando Fabián continuó diciendo– cuando regrese del clan Progenitus… promete que me traerás aquí de nuevo… y solo nos vamos a sentar aquí, como ahora… ¿puedes?
Héctor sabía que Fabián tenía miedo, más también sabía la serie de sellos, conjuros y marcas que sus cercanos, incluyendolo a él le habían puesto tanto en el alma como en el cuerpo iban a protegerlo
Héctor– lo prometo… será lo primero que haré cuando regreses… te daré todo el placer que pueda
Fabián se sorprendió suavemente y Héctor se sonrojó profundamente y trató de justificarse diciendo– quiero decir… paz… solo con… con esto, lo que te…
Fabián pensaba ¿por qué debía aclarar?, ¿con qué clase de sentido pensó que lo había entendido? ¿a qué otro placer se refería si no era ese?, después de pensar y leer entre líneas entendió que puede mal interpretarse y se sonrojó suavemente antes de tratar de ignorar el tema
Con calma dijo– creo que es mejor volver… mañana es mi último día y tengo que aprovechar para terminar de arreglar las cosas que me faltan
Héctor se levantó con la cara roja, tiró la basura al contenedor cercano, tratando de mantener la calma para llevar a Fabián de regreso a casa donde lo esperaban, de camino, las luces del lugar iluminaba suavemente las flores nocturnas, cada paso sonando contra el suelo de concreto hidráulico
Al llegar a casa, se despidieron, el día siguiente era él último y esa misma noche debían llevar a Fabián al cal Progenitus para entregarlo a Acheron, irían todos y eso lo ponía nervioso