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Me Casé Con El Duque Cruel

Me Casé Con El Duque Cruel

Status: Terminada
Genre:Completas / Amor tras matrimonio / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación / Mundo mágico
Popularitas:171.1k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Alex Buenos

Sinopsis

Emilia Bernade fue forzada a casarse con el duque Mazheón, quien era descrito por todos como alguien cruel y de corazón frío, ella atemorizada por el futuro que le esperaba decidió acabar con su vida, no obstante alguien reencarnó en su cuerpo, sin saber absolutamente nada de su anterior vida, cargando consigo pequeños fragmentos de como había muerto. Esa nueva Emilia para no estar sola decidió aferrarse al duque a pesar de sus rechazos.

¿Se ganará su amor o su odio?

NovelToon tiene autorización de Alex Buenos para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Trabajo, encargo

Me miré en el espejo antes de salir de mi habitación, ese día llevaba un vestido negro puesto, tenía muy pocas prendas de ese color, según Katelyn atraían la mala suerte y por eso lo evitan. Aunque al parecer era una creencia de las mujeres, la mayoría de hombres a los que había visto incluso el mismo Iruen siempre estaban en trajes negros con alguna decoración en otro color, pero el color principal era el negro.

Ese día iniciaría las clases y el trabajo con la señora Paulette, ella me había dado la libertad de ir a la hora que quisiera, claro siempre antes de las siete de la noche, esa era la hora en que la tienda se cerraba. Katelyn estaba preocupada y antes de que me subiera al carruaje me pidió repetidas veces que tuviera cuidado en el camino.

El viaje tomó más tiempo porque ahora me encontraba en la mansión del duque y no en la residencia de los Bernade, allí la distancia había sido más corta. Cuando llegué a la tienda la encontré repleta de clientas que buscaban un vestido para la presentación del príncipe heredero, algo de lo que no estaba enterada aún.

Julen me vio entre la multitud y corrió a abrazarme bastante feliz.

—La señora Paulette estará cargada con varios encargos, incluso está corta de personal.

—Me imagino, hay más de cien personas aquí y creo que seguirán viniendo más conociendo las habilidades de Paulette. —Eso era cierto, con solo ver los diseños que realizaba Paulette sabía que ella era bastante profesional en ese ámbito y obviamente apasionada en su trabajo.

—Creo que mi vestido lo hará otra modista, no quiero matar a la pobre señora Paulette. —Me reí y ella infló las mejillas, esa expresión me pareció sumamente tierna.

—Puedo hacer tú vestido, obviamente mis ideas no son tan geniales como las de la señora Paulette, en cambio puedo traer una nueva propuesta. —Ella cerró el abanico de tela, con el tocó su mentón pensativa.

—Oh, tengo curiosidad, acepto. —Sonreí emocionada por conseguir a mi primera cliente y quien pronto podría ser mi modelo de marketing. Julen se quedó en la parte delantera intentando socializar con otras jóvenes y yo me dirigí a la habitación solo para el personal de empleados.

Los ojos de Paulette brillaron al verme y corriendo se acercó con una libreta, habló rápidamente explicándome los diseños de varios vestidos, la forma en que debía dividir para hallar las medidas exactas y luego frenó pensando sobre algo.

—¿Puedes coser? —asentí, sin embargo sabía que ella necesitaba una prueba de ello y por eso pedí un pedazo de tela para mostrarle que podía hacer punteros rectos y curveados y en circular. —¿Alguien puede traer algo de tela? —Pronto una jovencita se acercó con lo pedido entregándoselo a Paulette, esa joven parecía de la edad de Katelyn y tal vez era una aprendiz de Paulette.

Pronto algunos se reunieron para observar si lo que había dicho era cierto, me senté correctamente en la máquina, miré el pedal unos segundos antes de empezar. Había pasado un tiempo desde que había usado una de esas máquinas, luego de descubrir las máquinas eléctricas jamás las solté. Suspiré intentando hacer que ese cuerpo se complementara perfectamente con mis recuerdos y pronto el sonido fue agradable, sin que el volante diera marcha atrás. Al final mostré mis habilidades, no contentos con simplemente eso me preguntaron sobre el nombre de cada pieza de la máquina de coser. En algunas piezas se me dificultó un poco pero conocía perfectamente las principales. De esa manera comencé a trabajar con la señora Paulette, hacía cosas simples como agregar los bolsillos de la parte de arriba de los vestidos y el día entero me la pasé cosiendo bolsillos.

Gracias a Julen me enteré sobre el día de la presentación del príncipe heredero, tenía al menos dos semanas para terminar el vestido de ella, por esa razón tenía pensado comprar papel Manila el siguiente día, para poder hacer el patrón del vestido.

Regresé a la mansión del duque súper cansada y como ese cuerpo no estaba acostumbrado a ese tipo de labores, sabía que si me levantara al día siguiente sería de puro milagro.

Y cómo esperaba al día siguiente me desperté con un dolor horrible en el cuerpo y por esa razón no pude salir de la mansión, sin embargo envié a Ian a comprar el papel que necesitaba en el mercado o en alguna tienda.

Me encontraba en la cama mirando fijamente el techo mientras al lado de la cama se hallaba Katelyn, ella hablaba sobre como el mayordomo era algo duro con sus palabras. Pensándolo bien, había pasado un tiempo desde la última vez que me quedé en la cocina, fuera cocinando o hablando con Martha y los demás.

En ese momento escuché el sonido de la puerta, giré mi rostro en esa dirección y Katelyn se apresuró a abrir la puerta. Allí estaba Iruen, estaba vestido sin su característico traje oscuro y llevaba ropa cómoda, parecida a una pijama.

—¿Te sientes mejor? —él entró mirando brevemente en derredor, luego me miró fijamente.

—Casi muriendo, me duele todo el cuerpo. —Miré a Katelyn alzando varias cejas, y como siempre ella antes de salir de la habitación observó al duque de manera dudosa. Cuando Katelyn se había ido el duque se acercó más tocando mi frente con el dorso de su mano.

—No tienes fiebre, ¿Debería mandar a llamar al médico?

Suspiré notando como él alejaba su mano, su mirada se veía un poco distinta que las veces anteriores, pero seguía serio como siempre.

—No, simplemente necesito un masaje, creo.

Él se quedó unos segundos en silencio luego de escuchar mi respuesta. Era como si estuviera a punto de tomar una decisión; sin embargo me reí en mis adentros por pensar eso, el duque jamás se ofrecería para eso.

—Puedo ayudarte, aunque no creo que sea tan bueno dando masajes.

Me quedé sin aire por unos segundos. Sabía qué él simplemente estaba siendo amable, eso se agradecía pero había veces que seriamente me ponía a imaginar, hacía que mi cabeza ilusa fantaseara despierta.

—Está bien —al final acepté, simplemente debía pensar en el duque como una especie de doctor.

Me senté para que él pudiera masajear mis hombros, pero rápidamente me arrepentí de mi decisión. Las manos de Iruen tocaron mis hombros, estaban frías, eran bastantes suaves, y con solo tocarme los hombros sentía mi corazón latir velozmente.

Mientras Iruen masajeaba mis hombros, poco a poco la tensión en mi cuerpo se estaba yendo. Me relajé dejando salir un suspiro algo aliviada, de esa manera él me ayudó a estirar los brazos y luego me masajeó las piernas, algo que parecía avergonzarlo un poco, ya que parecía querer reírse en cualquier momento. ¿Qué tenían mis piernas?

—¿Cómo te sientes ahora? —se sentó cómodamente en mi cama, Iruen estaba siendo confiado en ese momento, aunque no era como si me molestara que se comportara de ese modo.

—Bien, gracias. Oh, ¿no me comentaste sobre la presentación del príncipe heredero? —la mirada de Iruen se volvió algo dura, suspiró antes de responder.

—No tengo pensado asistir, el rey se molestará mucho por eso.

—¿Por qué?

Él se acostó apoyando sus brazos debajo de su cabeza, cerró los ojos tranquilamente.

—El príncipe heredero resulta muy molesto en ciertas ocasiones y además, no me gustaría convertirme en el centro de atención en una fiesta que no fue preparada para mí.

Sonreí por lo que dijo, él abrió los ojos y se quedó mirándome de una manera extraña por varios segundos, sentí una sensación extraña en el pecho y el calor subiendo por mis mejillas.

—¿Quieres ir? —asentí aún sintiéndome nerviosa debido a todas esas emociones que me llegaban repentinamente. —Entonces, debería asistir.

—¿Ah, por qué cambiaste de decisión?

—No quiero que mi esposa se presente sin su pareja.

El calor en mis mejillas aumentó, sentía que me estaba quemando. Iruen decía muchas cosas sin tomar en cuenta el efecto que producía, o bien lo sabía y era un loco por burlarse de mis sentimientos.

Ese día el duque permaneció la mayor parte del día en mi habitación, hablamos sobre nuestros intereses y él volvió a ofrecerse para que le tomara las medidas.

1
Justina Elizagaray
estoy empezando a leer por ahora me está gustando
ichigo
se supone que la verdadera era así de tonta una mujer moderna es más empoderada
SUSSY REAL
Excelente
adriana miguel
Se entiende muy bien que el duque se intereso por Elena, pero no paso de ahí. Tuvo una negativa y siguió adelante
En ningún momento el estuvo enamorado de Elena, solo le gustó
Z
gracias autora me gustó mucho, aunque me hubiera gustado más momentos de ellos , siento que quedaron interrogantes , espero seguir leyendo tus próximas novelas
MA. DE JESUS SANCHEZ
Muy hermosa historia, muchas gracias por compartirla, me gustó mucho, seguiré disfrutando de tus increíbles historias, te deseo todo lo mejor en todos tus proyectos.
fugaz
Excelente
Anonymous
Es enserio ese es el final 😳
Laina Josefina Lopez Delgado
❤️❤️❤️❤️❤️
Ynney García
coño y yo que ronco como carcacha descompuesta
Ynney García
creo que tiene depresión y anemia ella duerme mucho
Vale Barrera
muy bueno!!
MAGNOLIA AURORA
Excelente
Rosa Huachaca Mejia
Está mal primero enamorarse de su hermana, al final casarse con ella. No se debió casar con ella.
sigue sin gustarme el duque, por qué no aclara las cosas desde el principio y se hace la víctima
Rosa Huachaca Mejia
me parece bien que entrene magia, pero le falta entrenamiento físico..está siendo muy lenta
Rosa Huachaca Mejia
que se enamore de otro, esos sentimientos no son de ella, son de la anterior.
Debe salir conocer mejor donde está, seguir con sus negocios, aprender magia y combate cuerpo a cuerpo, entrenar físicamente.
Salir de ese matrimonio, que lo único que hace el duque es actuar de manera inmadura. ni el sabe que siente..
Rosa Huachaca Mejia
mejor que no hayan tenido ese encuentro, hubiera sido peor estar con un hombre que está enamorado de otra.
Cuando va dejar al duque, se deja envolver por él
Euge
❤️
Rosa Huachaca Mejia
que paso con el dinero para su negocio...llegó a pedirlo???
Rosa Huachaca Mejia
no me gusta el duque...para nada
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