Amar Entre Dos Mundos. 1

Katy vuelve a lavar su rostro y sale del baño, al acomodarse nuevamente en su lugar, muerde su labio para contener un poco su nerviosismo y llama a Marcela. Luego de unos segundos de espera que fueron interminables, se escucha como del otro lado de la línea su amiga responda y efectivamente no la reconoce.

⎯ Buenos días señorita Marcela, mi nombre es Kasandra y soy la asistente de Naomi. Llamó para…⎯  es interrumpida por Marcela.

⎯ Dime que no llamas para cancelar su presentación.

⎯ Lo siento, pero ella tiene un compromiso…

⎯ Descuida.⎯ Marcela la vuelve a interrumpir, conoce muy bien a su media hermana.⎯ No es necesario que mientas, conozco a esa maldita y seguramente no le importa romper el corazón de mis alumnos.

⎯ Marcela, realmente lo siento, ¿Si puedo ayudar en algo? Estoy más que dispuesta a ofrecer mis servicios. Me encantan los niños y puedo pasar al colegio con algunas golosinas.⎯ en realidad Katy extrañaba a sus alumnos y ahora tenía la excusa perfecta para abrazar a sus pequeños.⎯ Solo dime que puedo hacer y lo haré.

⎯ Sabes, sí hay algo que puedes hacer.

⎯ Soy todo oído.⎯ se acomoda en su asiento y sonríe triunfal.

⎯ ¿Puedes conseguir que Naomi firme un par de autógrafos para los niños?

⎯ Claro que sí.

⎯ Gracias, al menos esta vez tendrán algo de esa miserable.

⎯ Apenas tenga todo lo llevaré al colegio.

⎯ Ya me agradas, me gustaría conocerte en persona y tomar un café.

⎯ Cuando quieras, soy nueva en la ciudad y me gustaría tener amigos.

⎯ Cuenta conmigo entonces.⎯ Marcela tiene un presentimiento con esa joven y por instinto mira la foto de Katy que se encuentra enmarcada en la pared.⎯ Nos vemos pronto.

⎯ Adiós Marce.

⎯ Adiós Kasandra.

Katy cuelga la llamada con una sonrisa y continúa con su rutina como si nada, a la hora prevista, toca la puerta de cristal que la separa de la oficina de su jefa y espera a que ella responda.

⎯ Adelante.

⎯ Jefa, ya me voy a buscar el traje.⎯ avisa como corresponde.⎯ ¿Necesita algo más antes que me marche?

⎯ No, gracias yo también me marcho. Ten esta es la dirección del departamento de mi esposo.⎯ le extiende una tarjeta que Katy guarda en su bolso.⎯ Toma algunos billetes, ya es algo tarde y será mejor que vayas en taxi.

⎯  De acuerdo, señora.

⎯ Kasandra, sé que esto te parecerá raro, pero te pido que si ves algo sospechoso me lo informes enseguida.⎯ pide con una mirada triste en su rostro.⎯ A él se le olvida que es un hombre casado y a veces hace cosas que me afectan.

⎯ Señora, estoy segura que él debe estar pensando en usted.⎯ ella siente pena por su jefa.

⎯ Gracias, puedes retirarte.

⎯ Adiós y le deseo muchas felicidades.

⎯ Gracias, eres muy amable.

Katy sale de la oficina, su jefa es muy dura con referente a su trabajo, pero al parecer su esposo es su debilidad y la persona que más daño le hace. Ella siente lástima, Naomi es joven, hermosa, triunfadora, rica tiene todo lo que cualquier persona puede desear, menos amor. Ella en su vida anterior fue muy afortunada, tuvo un amor ideal, único e irremplazable junto a Bruno y al recordar al hombre por el que tanto suspiraba en el pasado, una hermosa sonrisa se asomó en sus labios.

⎯ ¡Mi Bruno, como te extraño!⎯ suspira mientras espera al ascensor.

Al ingresar a la caja de metal que la va a elevar hasta el shopping central del rascacielos; donde se encuentran las tintorerías y las grandes casas de sastres, tienda de diseñadores y demás; ella se pregunta cómo será físicamente el dichosos esposo de Naomi. Una vez que se abre la puerta sale en busca del dichoso traje, una vez que lo recoge de la tintorería, sube al ascensor y desciende hasta el hall del edificio, se despide de la secretaría que se encuentra en mesa de entrada, camina hasta la parada y toma un taxi. Estando frente al semáforo busca en su cartera la tarjeta que le entregó su jefa con la dirección del departamento y se queda en shock. Es su antigua casa.  ⎯ ¿No puede ser ese lugar es donde yo vivía con Bruno antes de morir? ⎯ está confundida y no puede pronunciar palabra, solo mira la tarjeta y repasa la dirección una y otra vez buscando algún error.

El chofer del taxi está estacionado en doble fila y se enfurece al escuchar que le tocan bocinas los demás autos, entonces gira su rostro y le pregunta con mal humor.

⎯ ¿A dónde la llevo? No pienso estar todo el día en esta esquina.

Katy abrió grandes sus ojos al reconocer a ese hombre y no pudo evitar sentir mucha ira. Él era uno de los delincuentes que la asaltó. De sus labios salió la dirección de forma monótona, que perfectamente conocía de memoria y se sorprendió al descubrir que estaba demasiado tranquila.

⎯ Conozco el lugar, es una zona muy costosa, te saldrá caro el viaje.

⎯ ¿Acaso crees que una mujer como yo, vive en un lugar así? No inventes, solo voy a entregar un paquete.

⎯ Solo digo que es caro. ¡Qué humor!

⎯ Lo sé, así que conduce antes que me enoje con usted.

⎯ ¿Y qué me haría una niñita como tú?

⎯  No sé; pero seguro algo se me va a ocurrir.

El conductor puso en marcha el vehículo y no apartaba la vista de la carretera. Katy estaba muy concentrada en controlar su nerviosismo, entonces apoyó su cabeza en el respaldo y se dedicó a contemplar el paisaje. De repente su cartera aumentó su volumen y peso, entonces al abrir el cierre se encontró con su daga. Una sonrisa macabra apareció en el rostro de la mujer y cuando pasó frente al cajero donde perdió su vida hizo detener el auto.

⎯ ¡Detente!⎯ gritó con voz firme.

⎯ Esta no es la dirección.

⎯ No importa, aquí me bajo.

⎯ Muy bien, son…

El chofer estaba de espalda verificando el costo del viaje, cuando de su cuello comenzó a escurrirse un hilo de sangre esparciéndose hasta su pecho, al girar ve el rostro transformado de su pasajera, era la mujer que hace un año tan brutalmente perdió la vida en manos de sus amigos y que no lo dejaba dormir por las noches. La bella Katy lo miraba expectante y sonreía feliz, entonces lleva su mano a la herida y pronuncia con temor sus últimas palabras.

⎯Tú… Tú estás muerta.

⎯ Lo estaba.⎯ contesta ella y baja del auto con el traje en la mano y sintiéndose plena…