Soy La Niñera De Mi Hermano

El día llegó y yo estaba más que ansiosa, hoy sería mi gran hazaña, nunca en mi vida fui rebelde o traviesa fui una niña y adolescente muy prudente y esto que estaba por hacer me aceleraba el corazón, pero me repetía incansablemente que debía respirar y aparentar calma si no iba a ser pescada infraganti.

Después de preparar a Marco bajamos hasta la cocina donde estaba Maria y su cara decía todo era preocupación palpante, por lo cual corrí a abrazarla y pedirle que me apoye -todo saldrá bien, dije- pero creo no me creyó, ella sabía los alcances de Luciano mejor que yo. Pero no iba a desestimar el plan, ya estaba en marcha y no había vuelta atrás.

Luego de desayunar paseamos con Marco un rato ya que saldríamos de casa con Antonio a las 11.00, el itinerario que mando Jacinta decía que los exámenes eran de 12.00 a 17.00 hs asique debía salir una hora antes para llegar a tiempo.

Se hacía la hora y más nervios tenía, luego del paseo entre y deje a Marco en su cuna dormido y agarre mis libros, portátil y apuntes los coloque en una mochila y baje las escaleras despidiéndome de Maria que estaba al pie de las mismas, entregue el aparato del babycall (el aparato donde oímos si llora Marco) y empecé a salir.

Fuera de la casa estaba el auto estacionado en donde apoyado en el mismo estaba Antonio, se veía más sexy de lo que podía imaginarme y es la primera vez que desie a un hombre en mi vida, esa sonrisa arrogante pero dulce y esos ojos penetrante me deslumbrados. Pero salí de mi ensoñamiento cuando la voz de Luciano se escucho de fondo.

- Ya te vas hermosa? -esa voz me petrifico, solo que me llame así me da terror.

-Si, si no lo hago ahora llegaré tarde!

-¿Por qué te lleva él?. Es mi jefe de seguridad! No debería llevarte

-Usted estuvo de acuerdo con Maria.

-¿En qué?

-Se olvidó! Ella solo enviaría al hombre que confía para las compras y ese hombre es él-señaló con mi dedo a Antonio, el cual hace una inclinacion saludando a Luciano.

- Esto es inaudito! No te lo puedes llevar!

Sentía que todos mis planes se venían abajohasta que llego ella.

-Mira niño Luciano ya discutimos esto ayer y estuviste de acuerdo!

-nunca me dijiste quien era!

-Nunca preguntaste y aceptaste mi condición!

-Igual no lo puedo dejar ir!

- Oh si lo harás y en este momento, porque Sofí llega tarde, asique ustedes dos -señalando a Antonio y a mí- suban al auto y se van!

-Pero Maria no me vas a desautorizar

-claro que lo haré, que superan se van ahora!

Y es ahí cuando Antonio me abre la puerta de atrás y me hace subir, para luego rodear el auto y comenzar a manejar.

Juro que en ese momento pensé que me desmayaba, no puedo creer la autoridad con la que le hablo Maria a Luciano y este no le dijo nada, ni la amenazó.

Después de que nos alejamos de la casa ya habían pasado unos 10 minutos, me pongo en medio del asiento y paso mi pierna para el frente apoyándome en el asiento de acompañante para luego pasar el resto de mi cuerpo y sentarme ahí. Note la sorpresa de Antonio y una risa de satisfacción al mismo tiempo.

-Te molesta que me pase al frente?

-Para nada, solo me sorprendió

-No lo hice antes por miedo que nos sigan y me vieran

-Cuáles son los planes?

-Planes?

-Si, planes. Estoy seguro de que algo tramas y me quedo más claro cuando Maria apareció a defenderte.

-Tan obvio fue? Luciano se abra dado cuenta?

-No lo creo, no es tan perceptivo como yo. ¡Bien me vas a informar que ocurre!

- Mis exámenes son de 12.00 a 15.00

-Pensé que eran hasta las 17.00!

-No, conseguí que una hermana del internado me falsifique los horarios.

-Bien, y eso por qué?

-Mientras yo rindo vos hacés lo que te encargo Maria y después-me quedo en silencio pensando si decirlo o no.

-Después que Sofí, podés confiar en mí, te lo juro!

-Después debemos ir a la estación de tren a buscar algo que me ayudara a salvar mi vida-estaba inexpresivo Antonio-vos sabés que no es seguro para mi ahí, sino no me hubieras enseñado a como escapar

-Lo se, pero estás segura que lo que sea que busques te salvara?

-Muy segura! Fueron instrucciones de mamá y aunque la cago dejándome a cargo de ese lunático se que no me expondría a más peligros, además supongo que lo sospechaba ya que en la carta me indicó que buscará a su amígo.

-listo si vos estas convencida no hay más nada que decir, sé que no tenés teléfono-extiende su mano y me da uno- solo es para que lo tengas mientras yo no estoy acá, por si ocurre algo en estas horas! sé lo que paso con el que compraste y no te voy a exponer a peligros cuando volvamos me lo devuelves.

-Claro! Gracias por preocuparte por mi!

-No me tienes que agradecer, eres la pequeña más amable y cariñosa que conozco no es justo qué estés pasando por esto! Sabes que contás conmigo para lo que sea.

Asentí y le sonreí pero mi corazón se me acongojo es clara que en esa descripción me ve como una niña, y que esperaba yo de eso si es más que evidente que debe estar rodeado de mujeres hermosas y yo solo soy una mujer que está saliendo de su adolescencia y encima con mal gusto para la moda.

Durante el resto del viaje me pregunto si estaba preparada para el examen ya que era un asunto importante para mí, sabía que después de obtener el título buscaría alguna universidad para alcanzar mis metas y creo que eso lo enorgullecia por cómo me miraba y sonreía.

Al cabo de unos 45 minutos ya estabamos en el internado y el plan empezaba a marchar.