Rome Fantasy

Mario estaba sudando mientras estaba entre Julia y Drina.

-Drina, ¿por qué estás tan cerca de Marius?

-Oh, ¿no te gusta cuando estoy en la misma habitación que Marius?

-Si, porque ahora es mi tiempo para estar con él.

Drina lleva 3 días en Roma. Ella había discutido muchas veces con Julia por Mario, mientras esperaba su respuesta a la confesión del día anterior.

Y cansado de esta pesada atmósfera, Mario decidió ir a la capital de Brigan.

* * *

Seis semanas después llegaron a la capital. Parecía más animada que nunca.

Porque muchos aventureros y comerciantes de la ciudad fortaleza se habían extendido por todos los lugares del reino después de la batalla. Mario se había hecho muy famoso después de repeler al ejército del Imperio Owary. Una gran multitud se había reunido a la entrada de la ciudad.

Cuando Mario apareció frente a la multitud, surgió un aplauso de la multitud, los aplausos se extendieron al interior de la ciudad.

Un soldado del reino saludo a Mario y actuó como su guía. Luego atravesaron las puertas de la ciudad.

Dentro de la enorme lectica o litera romana, que era levantada por ocho hombres, donde los espectadores miraban con curiosidad. Drina y Julia estaban peleando en silencio.

-(¡¿Por qué tengo que estar en la misma litera que tú?!)

-(¿Oh? ¿Por qué te importa? El destino es el mismo.)

-(¡Perdón! Incluso si se te permite subirte, ¿por qué tienes que tocar a Marius?)

-(¿Importa siquiera? Tú también te quedas con Marius.)

-(Está bien para mi, soy su esposa.)

-(Entonces seré su amante.)

-(Pero él puede sentir la sensación de mis senos. ¡Sería imposible para con pechos pequeños como los tuyos!)

-(¡¿Cómo te atreves?! De todos modos, es solo grasa en los pechos. ¡¡Perra!!)

-(¡Ja! ¡Ni siquiera puedes replicar, zorra!)

Mario había notado vagamente la pelea entre las dos chicas y estaba suspirando por dentro.

-Me alegro mucho de tener a dos hermosas mujeres pegadas a mí, especialmente cuando sus pechos chocan contra mis brazos. Debería alegrarme, pero... sus auras son desagradables...

Antes de que se diera cuenta, la lectica ya estaba aparcada frente a la entrada del palacio.

Cuando Mario salió de la lectica vestido con una toga completamente púrpura y una corona de laurel sobre su cabeza, ambos símbolos de la autoridad de los emperadores romanos, fue recibido por soldados ceremoniales del reino además de música animada.

Después de recibir una cálida acogida. Fue escoltado a la sala de audiencias de la reina Eldaria, junto con otras personas. También fue seguido por su guardia pretoriana, así como Julia y Drina.

Dos soldados fuertes estaban apostados afuera de la puerta con lanzas en sus manos. Al ver a Mario, abrieron la puerta y revelaron una hermosa habitación.

Al entrar, Mario notó una gran cantidad de personas que lo estaban esperando.

Muchos aristócratas estaban esparcidos a ambos lados de la sala. La reina Eldaria estaba sentada en el trono al frente, Conilde estaba a su lado mostrando una mirada emocionada al ver a Mario.

-Ella no para de mirarme.

Mario caminó lentamente hacia la habitación, sintió una sensación incómoda ante la mirada penetrante de Conilde.

Cuando llegan al frente del trono, se detiene. Drina se arrodilla y baja la cabeza. Entonces la reina Eldaria se levanta y comienza a hablar.

-Esta es la segunda vez que nos ayudas, emperador Marius. Deseo agradecerte...

Esta sala solo se utilizaba para un saludo, donde se intercambiaban dos o tres comentarios. El verdadero encuentro tuvo lugar en una sala diferente.

* * *

Al finalizar el saludo. Mario y Julia siguieron un guardia hasta su habitación privada.

-Bueno, estoy cansado.

Mario se tomó un descanso en el sofá.

-... es bueno que nuestro país sea firmemente reconocido, pero ahora muchas cosas son problemáticas. Tengo que actuar como un líder que carga un país sobre sus hombros todo el tiempo y observar atentamente lo que digo. Este tipo de carga es bastante pesada para un ex estudiante de secundaria.

-Marius, todavía tenemos una reunión con la reina Eldaria después de esto. ¿Estarás bien?

-¿Mmm? Ah, debería estar bien.

Julia estaba preocupada por el estado físico de Mario, mientras descansaba en el sofá.

-¡¡Por favor espera un momento, princesa!! ¡¡Por favor regresa a la sala del trono inmediatamente!! ¡¿Ah?! Entraste sin permiso.

Al escuchar esa voz, la puerta se abrió de golpe. Una sombra rápidamente corrió hacia Mario.

-¡¡Marius!!

-¡¿Eh?!

Era Conilde, ella irrumpió en la habitación con una sonrisa radiante y actualmente estaba abrazando fuertemente a Mario. Emerton y Maxtn también entraron a la habitación con rostros pálidos.

* * *

-Lo lamento...

Emerton y Maxtn se disculparon porque no pudieron evitar que Conilde irrumpiera.

-Emperador Marius Martinus, por favor perdone el comportamiento de la princesa.

-Oh, bueno, no te preocupes por eso.

Julia al lado de Mario estaba mirando a Conilde, quién estaba agarrando del brazo a Mario con una sonrisa en su rostro.

Maxtn miraba el estado de ánimo de Conilde. Más aún, notó la extraña atmósfera proveniente de Julia.

-Ah. Quiero darte las gracias.

-Oh, es por tu hermana.

-Si, muchas gracias. Pude volver a encontrarme con mi hermana gracias a usted, me aseguraré de devolverle el favor.

-Está bien. No te preocupes por eso.

-No, no puedo hacer eso.

-Marius, pronto llegará el momento.

El "momento" del que hablaba Julia era el encuentro con la reina Eldaria.

-Ah, será en otro momento.

-Entiendo.

Luego Mario mira a Conilde.

-Conilde, pronto tendré una reunión con tu madre. ¿Querías preguntarme algo?

-¡Quiero casarme contigo!

-¡¿Ah?!

Todos los miembros en la habitación, excepto Conilde, lanzaron un grito de asombro.