Es la historia de Nico, el hijo de Anna y Enzo, aunque no es necesario leer la anterior para comprender esta.
Nicolas Parisi un CEO que no creía firmemente en el amor, concentrado en su trabajo, un día se fijó demás en su secretaria, una joven con una belleza inigualable que él empezó a desear.
Cada vez era más las veces que él se perdía en sus pensamientos al pensar en Helena, su secretaria, una chica con noble apariencia y que aparentaba inocencia, él empezó a sentirse más atraído por ella.
Helena empezó a invadir sus pensamientos con más persistencia, lo que hizo que el interés de él fuera aún mayor. ¿Podrá Nicolas conquistar a Helena?
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veinticuatro
Ya habían pasado más de cinco meses desde el accidente y Nico seguía sin recordar, aquella mañana había despertado con dolor de cabeza y al salir de su habitación escuchó a sus padres discutir, lo que le llamó la atención, ellos nunca discutían.
- Un hijo, en serio Enzo, tú crees que yo me merezco eso a esta edad.- le gritaba Anna mientras lloraba con una prueba de embarazo positiva en la mano.
- Entiéndeme amor, no me pude controlar, yo llevaba muchos días sin verte y no pude aguantarme.- Enzo hablaba de hacía un mes atrás cuando estuvo cerca de diez días fuera de casa y al regresar se encontró que el médico le había retirado todo método anticonceptivo a su mujer debido a un trastorno en la menstruación, entonces ellos habían quedado que él no terminaría dentro de ella, pues todo fue muy rápido y no tenían ni un preservativo en casa y el deseo por estar juntos los consumía, pero él no cumplió con su parte.
- Y como tú no pudiste aguantarte ahora me tengo que aguantar yo. Un hijo Enzo, un hijo , sabes lo que eso significa, no, no sabes lo que eso significa, a ti solo te importó la calentura del momento, vete de aquí Enzo Parisi, te odio.- le gritó ella y una almohada voló en su dirección.
- No me digas eso mi amor, yo te amo Anna, perdóname, te juro que fue sin intención. - el hombre suplicaba y ella pensaba que él sí lo había hecho con intención, como la primera vez.- Ya verás que yo voy a estar a tu lado, eso no nos va a cambiar nada.
- Vete Enzo, ya hablaremos cuando regreses de tu viaje, pero puedes estar seguro que esto no se va a quedar así, vas a tener que asumir las consecuencias. - ella no quería escuchar las razones que él le exponía.
- Anna, me vas a dejar ir así, sin darme ni un beso.- el trató de acercarse, no le gustaba verla llorar y no quería irse y dejarla en aquellas condiciones.
- Enzo, en estos momentos es mejor que corras por tu vida- le dijo y ella continuó llorando y a él no le quedó más remedio que irse.
Nico había escuchado todo afuera de la habitación, pero ni se imaginaba el contexto de la discusión, lo que lo llevó a sacar sus propias conclusiones, su padre había engañado a su madre y fruto de ese engaño iba a nacer un niño, pero él no sabía lo equivocado que estaba. Vio a su padre salir del cuarto y luego de la casa, Enzo iría a la empresa antes de partir a un viaje que lo llevaría primero a ver a su hija, de la que ya sabían todos que estaba embarazada, y después a una reunión a Italia, estaría fuera una semana, pero él lo encararía antes de que partiera y le pediría explicaciones. Regresó a su habitación y fue a cambiarse de ropa para salir a resolver el problema que tenía su familia.
Cuando llegaba a la empresa vio el auto de su padre saliendo y decidió seguirlo, es muy posible que lo llevara hasta su amante y así él sabría quien era ella. Lo vio aparcar frente a un edificio y salir de él una chica con un vientre bastante crecido, era la misma chica que había estado en el hospital el día de su accidente, ella subió al auto y salieron de allí, sin saberlo, seguidos por el joven. Llegaron al hospital, y estuvieron dentro cerca de una hora, al salir iban muy contentos y su padre tocaba el vientre de aquella mujer, al verlo Nico tuvo que hacer un gran esfuerzo para no salir del auto y pegarle, pero se tranquilizó y pensó en una mejor estrategia, su padre se iría a su viaje y el se encargaría de que aquella mujer desapareciera de sus vidas para siempre, ya una vez había visto llorar a su madre y no pudo hacer nada porque era un niño, pero ahora era un hombre y no iba a permitir que su padre volviera a lastimarla.
Los siguió nuevamente y estuvo más de cuarenta minutos afuera de aquel edificio esperando que su padre saliera de allí para dirigirse al aeropuerto, mientras se había dado cuenta que la chica tenía vigilancia y él sabía muy bien que eran hombres de su padre, al que veía sentado cerca de una ventana que estaba en el segundo piso, conversando con aquella mujer.
Esperó pacientemente a que se fuera y cuando estaba seguro que ya su padre no regresaría, se bajó del auto y se dirigió al departamento de la que pensaba que era la causante de las lágrimas de su madre, tocó y esperó a que ella le abriera. Al verlo en su puerta aquella mujer palideció.
- Nico ¿ Que haces aquí?- le dijo ella y él la empujó al interior de la casa para entrar.
- Vaya, si que se siente segura que hasta se toma el atrevimiento de llamarme por mi nombre- al decir aquello, ella se dio cuenta que él no venía en son de paz- ¿ Será que quiere ser mi amante como lo es de mi padre?
- ¿Amante , de qué estás hablando?- le dijo ella poniendo una mano en su vientre.
- No se haga la tonta, señorita o como sea, yo se perfectamente que usted es la amante de mi padre- él la tomó por el brazo y se lo apretó hasta hacerle daño- pero le voy a dejar claro una cosa.
- Por favor, suéltame, me estás lastimando.- ella le rogó.
- Más la voy a lastimar si no hace lo que le digo, si usted se revuelca con mi padre, sabrá quienes somos nosotros, y sabrá como quitamos del medio lo que nos molesta- él la sarandeaba mientras le hablaba y ella estaba aterrada al ver el odio que él tenía en sus ojos- entonces, le voy a advertir , o desaparece por voluntad propia de la vida de mi familia o de usted y de su bastardo no va a quedar ni una lápida para llevarle flores.- el hombre la lanzó contra el sofá y ella se contuvo como pudo evitando que su hijo sufriera algún daño, pero su vientre empezó a doler y ella no pudo hacer otra cosa que quejarse mientras lo acurrucaba con sus manos- ya se lo advertí, salga de nuestras vidas o se va a arrepentir.- y salió de allí dejándola tirada en el sofá.
Cuando salía del edificio se cruzó en la entrada con un hombre que lo llamó por su nombre.
-¿ Nico?- le dijo el hombre pero a él no le importó saber de donde se conocían, siguió su camino, el próximo paso era quitar la seguridad a aquella mujerzuela y dejarle bien claro a los guardias que si le avisaban a su padre se las verían con él. Cuando terminó de hacer todo fue directamente a su casa con la tranquilidad de haber hecho lo mejor para su familia.
Mientras, Dani iba llegando y le asombró ver la puerta de Helena abierta, más aún después de encontrarse con Nico en la entrada, y fue a verla, para que lo recibiera una situacion que no esperó ver, Helena se retorcía de dolor en el sofá mientras lloraba.
- Helena ¿ Que tienes?- corrió hacia ella para socorrerla.
- Llévame al hospital Dani por favor- pidió la chica entre lágrimas y él no lo pensó mucho, la cargó y salió con ella hacia la entrada para subirla a su auto.
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