Josefina Valle, venía del mundo de copas y pooldance, bailaba en un antro de la ciudad. Fue testigo de un asesinato y debió esconderse en un convento.
Gustavo Singer, empresario, viudo, nunca pudo recomponerse del accidente que hizo perder a su mujer, y esto lo llevó a no hacerse cargo de su hija Emilia.
Por esas cosas de la vida, y a través de una mentira, Josefina será su niñera y nadie sabe que pasará cuando esa mentira salga a la luz. Pero será solo la mentira de Josefina?, o también la mentira de Gustavo que harán de Josefina ser una prisionera de ellas...
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capítulo 7
Josefina.
Después de una mañana de juegos, aire y sol, y un almuerzo muy nutritivo, Emilia, se quedó dormida. Aprovecho para bajar a la cocina, para tomar un café, allí me encuentro con Manuela.
- se durmió la princesa?
- así parece, hoy jugo mucho y cayó rendida. ¿¿Y vos que hacías?
- estoy en mi hora de descanso aprovecho luego del almuerzo, ya que Susana, toma una siesta.
- que te parece hacernos un café y nos sentamos en la galería?
- me encantaría.
Así hicimos, tomamos nuestras tazas de café y nos sentamos a observar el jardín.
- Manu, puedo llamarte así?
- obvio.
- cuanto hace que trabajas aquí?
- a ver... déjame pensar, comencé a los 18, así que 5 años.
- ah, entonces conoces a Emilia desde recién nacida...
- si, justamente por eso me contrataron, para ayudar por ese evento.
- y como era todo en ese entonces?
- uh, hermoso, el señor Gustavo y la señora Lorena, se amaban mucho, aquí en la casa era todo risas, fiestas, más cuando nació Emilia. Ese último año, eran la envidia de todos, de la hermosa familia que llevaban, hasta ese fatídico día, que la señora, salió con su auto y falleció en el accidente. Luego del velatorio, el señor se encerró por una semana, nosotros nos hicimos cargo de Emilia, ella tenía un añito, mi vida, nunca se dio cuenta de lo ocurrido. El día que salió del cuarto, el señor Gustavo, nos dijo que no podía vivir en esta casa, que lo ahogaba. Con lágrimas en los ojos dejó a Emilia aquí, y nunca más volvió a esta mansión para quedarse, si viene un par de horas a ver a la pequeña, pero ese mismo día se va.
- que terrible, como afectan las tragedias a las personas, yo creo que el señor Gustavo, no debe sentirse bien con lo de Emilia, pero su pérdida es más grande y no puede controlarlo.
- es tan así, que él siempre deja aclarado que la única mujer en su vida y la de su hija, es la señora Lorena. Todos sabemos y lamentamos que él haya decidido no volver a formar una familia, y Emilia, a medida que crece, lo siente.
- pero ella va a salir adelante, yo lo siento en mi corazón, lo que ayuda es el amor, y a ella no le va a faltar y menos de nuestra parte. ¿¿Verdad Manuela?
- claro, todos amamos a esa niña, es rebelde, pero tiene porque serlo.
- y que de tu vida?, algún novio, o enamorado?
- mmmm, yo estoy locamente enamorada, pero él no me registra, es más, creo que desde ayer, le llama la atención otra persona...
- quizás vos creés eso, y él este enamorado de vos y sea tímido.
- no creo, te voy a ser directa, es Leandro, y te aseguro, que no siente nada por mí.
- el sobrino de Susana?, y ella no te ayuda con eso?
- no, ella en esos temas no se mete.
- y quien le llamó la atención a Leandro?
- yo creo que vos.
- ay, por Dios Manuela, no creo que así sea, pero si es así, no te preocupes, a mí no me llama la atención para nada.
- ya lo sé, igual eso no evita que el sí por vos y no conmigo.
- yo te voy a ayudar a conquistarlo
Manuela se sonríe, como aceptando o resignando su amor por Leandro.
- bueno, Gracias Josefina, pero no creo que logres, lo que no logré en 5 años.
- lo último que se pierden son las esperanzas.
- y vos Josefina, que tal el amor.
- bueno, perdí a mi amor en cuanto pisé este país, me dejó y se casó con alguien de aquí para conseguir la nacionalidad.
- que barbaridad, pero quizás conozcas un amor mejor…
- no pierdo las esperanzas, pero quiero que suceda cuando llegue a mi hogar, aquí no creo, me separaría de mi familia.
- pero puede que te enamores de alguien de aquí, y que harías?
- por empezar es imposible, estoy viviendo aquí y no creo que haya muchas oportunidades de conocer a alguien, y luego no sé que pasaría si tengo que elegir entre el amor y mi hogar con mi familia. Tendría que ser un gran amor, y te soy sincera, ya no existen esos amores.
- o sea que no pensás enamorarte?
- creo que no, temo que pasará mucho tiempo, para que eso ocurra.
- una pena, por una cosa u otra, estamos destinadas a vivir sin un amor.
-en tu caso no creo, haré campaña para que se te cumpla. Ahora te dejo, tengo que ir a levantar a Emilia. Me encantó hablar con vos Manuela, podríamos repetir, tenemos muchas siestas por delante.
- si, al fin alguien de mi edad para compartir, gracias.
Voy en búsqueda de Emilia, la despierto, ya era hora de su merienda.
- Jose, tomas la merienda conmigo?
- no Emi, esperemos a que venga tu papá y le preguntamos si podemos comer juntas si él lo habilita entonces te prometo que siempre estaré a tu lado.
- está bien, pero no sabemos cuando viene.
- algún día de estos será, pero nosotras vamos a portarnos bien, así en vez de un castigo, tendremos recompensas.
El resto del día fue tranquilo, jugamos otro rato, miramos una película, Emi cenó, y hoy por primera vez, participé de su baño, en cuanto se durmió, me dirijo a la cocina a almorzar, y Susana me da un teléfono nuevo, por suerte, al colocar mi número y datos, recupere a mis contactos, luego programe los horarios, con ellos el de despertarme. Me fui a acostarme, pero una vez en mi habitación, llamé a mi madre.
- hola, mamá
- hola hija, que paso que no me llamaste, estuve preocupada, y para más, no sabía dónde buscar.
- me robaron el teléfono, y la historia es larga, lo único que te digo es que encontré un buen trabajo, y si todo sale bien, podré juntar dinero para volver y quien te dice, podamos tener un negocio.
- que suerte, aquí todos te extrañamos. Así que más pronto vuelvas, será mejor.
- mamá, aquí tengo mínimo 6 meses, pero dependiendo de las cosas, pueden ser 3 años, igual, si sucede esto último, cuando tome vacaciones, iré a visitarlos.
- tres años hija!!!, es mucho tiempo.
- lo sé, pero aquí hay alguien muy chiquita que me necesita.
- entiendo, pero aquí también te necesitamos, la casa no es la misma sin vos.
Siento un nudo en mi garganta, extraño horrores, a mis padres, mis hermanos, mis cuñadas y sobrinos. Pero también me encariñé con Emilia, me siento entre dos poderosas razones, para estar en cada lado.
- mamá, no te preocupes, tarde o temprano, volveré con ustedes. Los amo.
- y nosotros a vos.
Corto la llamada, me quedo pensando en la trágica historia de esta familia y en la vida que estoy perdiendo lejos de mi hogar, no se en que momento, me dormí.