La Venganza De Diana

César estaba decidido a no dejar que nadie se llevara a Diana de su lado, y mucho menos la mujer delante de él...

Aunque Carlota juraba que había cambiado y que no era la misma mujer de hace años, él no creía en sus palabras, y como decía ser la mejor, haría su trabajo en cualquier parte que se le pidiera...

Carlota, por su parte, consideraba que lo mejor para, Diana, era internarla en un hospital donde pudiera estar mejor atendida...

__ Perdón que insista, pero debemos llevarnos a la chica, a uno de los hospitales, si quieres que se recupere lo antes posible, necesitamos internarla lo antes posible... Carlota sonó algo nervioso al decirle a César, que se tenía que llevar a Diana a un hospital...

__ ¿Qué no escuchaste?... Dije que no, Diana no se mueve de esta mansión, y si continúas insistiendo en sacarla, la única que se va a largar ahora mismo eres tú ... _ César se negó rotundamente a llevar a Diana a un hospital psiquiátrico, ella no estaba loca...

Los labios Carlota temblaban, ella insistía en que se debería llevar a Diana a un hospital, pero al ver la insistencia de César, ella prefirió guardar silencio.

__ Si no puedes hacer tu trabajo, es mejor que te vayas ahora mismo de esta mansión... Contraté a un médico que sí sea profesional y puede hacer su trabajo en cualquier área...

Las palabras de César, repartieron el corazón a Carlota. Carlota hizo un gesto de disgusto y sus ojos se cristalizaron. Tenía unas inmensas ganas de llorar y salir corriendo de esa mansión, pero, solo quería demostrarle a César que su cambió era real...

Ella mejor que nadie conocí el temperamento de César. No importa cuánto insistiera, sabía que, César se iba a negar a llevarse a la chica un hospital.

__ Está bien, intentaré ayudarla, pero voy a necesitar de una ayudante... Respondió Carlota un poco impotente.

__ No me importa qué es lo que hagas para que ayudes a Diana, lo que realmente me importa es ver que ella despierte ... Así que si no puedes hacer el trabajo mandaré a traer mejor especialista... Volví a decir César.

__ Te he dicho que soy la mejor especialista... Mencionó Carlota, enfadado de ver a César despreciar su trabajo.

__ Entonces cumple con tu trabajo... Al terminar de decir eso César salió de la habitación de Diana... No quería continuar en el mismo lugar donde Carlota estaba...

Al ver a César salir de la habitación, Carlota se acercó a Diana y comenzó a hacer su trabajo... Mientras Carlota atendía Diana...

...**Los Ángeles**...

Zulema estaba acostada en su inmensa cama, su teléfono se encontraba entre sus manos. Zulema miraba algunos tutoriales de como ser una mamá encantadora...

De pronto la puerta de su habitación se abre de golpe y la enfermera que cuidaba del bebé, entró corriendo...

__ Señora, Zulema... El bebé se encuentra muy enfermo, está ardiendo en fiebre, necesitamos llevarlo a un hospital...

La enfermera se encontraba muy asustada, ya que el bebé, no dejaba de llorar...

__ ¿Qué es lo que estás diciendo?... Acaso eres estúpida, tú no eres enfermera, ¡¿Qué esperas para atenderlo?! ... Respondió Zulema furiosa...

__ Por supuesto qué soy enfermera, señora, pero el bebé está enfermo y yo no puedo hacer nada, necesita ser atendido por un pediatra profesional... ¿Qué no entiende?...

La enfermera se encontraba muy nerviosa, si no hacían algo por el bebé, el bebé moriría... Y eso, sí nunca se lo iba a perdonar...

Zulema se levantó de la cama, tomó la bata roja, que estaba al lado derecho, y se la colocó rápidamente, salió de la habitación siguiendo a la enfermera.

Al llegar a la habitación más alejada de la villa, la enfermera, abrió la puerta para que, Zulema pudiera entrar.

La enfermera corrió hasta donde estaba la cuna bebé, lo tomó entre sus brazos y empezó a arrullar, el bebé no dejaba de llorar, algo muy extraño para la enfermera. Nunca había visto a un bebé llorar tanto...

__ Este mocoso, ya me está cansando... Nunca me imaginé que un bebé fuera ser tan insoportable... Susurró Zulema con desprecio.

La enfermera quedó atónita, nunca en toda su vida había conocido a una mujer con el corazón tan negro, como lo era Zulema...

Zulema era la mujer más perversa que ha podido conocer en toda su vida, pero, la enfermera, solo era una sirvienta más de ella, y si se atrevía abrir la boca y contar todo lo que Zulema le hizo a Diana, ella iría a la cárcel por toda su vida, por haber ayudado a Zulema en todo...

__ Señora, por favor, debemos llevar al niño al hospital lo antes posible...

Zulema de un profundo suspiro, está cansada de escuchar que el niño necesitaba esto, que el niño necesitaba aquello, que el niño, necesitara, lo otro, apenas llevaba un día con él y ya estaba fastidiada del bebé.

__ Dile a chofer que te lleve al hospital más cercano, donde puedan entender al bebé. Y pobre de ti, si ese mocoso muerte, porque con tu vida respondes... _ Dijo Zulema.

La enfermera salió inmediatamente en busca del chofer, para que la llevara al hospital, lo antes posible o el bebé, terminaría muriendo en sus brazos...

Zulema solamente, salió de la habitación, como si nada hubiera pasado, volvió a su habitación, para cambiarse de ropa y después salir a un club, para beber algo...

Todo lo que había estado pasando en los últimos meses, la tenía demasiado estresada, y necesitaba salir a distraer su mente y su cuerpo...

Zulema escogió un vestido rojo, con un escote muy pronunciado, el vestido era demasiado sensual, como para solamente salir a tomar una copa. Su maquillaje, era extremadamente bello, fino, y preciso, para la ocasión.

Al estar arreglada, Zulema salió de la villa, subió a su auto rojo y se alejó... Luego de una hora, llegó a un club muy exclusivo en el centro de la ciudad.

Zulema se acercó a la barra y pidió Martini. En cuestión de segundos el Martini, y fue puesto delante de Zulema.

Zulema agarró la copa delante de ella y la llevó a sus hermosos labios rojos... Después de un pequeño trago, Zulema volvió a dejar la copa a un lado.

La belleza de Zulema, no pasó de expresividad para los hombres que estaban allí... Uno de ellos era Antonio, Antonio ha estado cuidando a Zulema desde la noche anterior, él tenía ordenes de César de cuidar a Zulema de noche y de día.

Antonio se acercó a Zulema, colocando a su lado derecho. Levantó su mano para llamar al Batman. Y pudiera invitar a Zulema otro Martini.

__ En mi vida había visto una mujer tan bella como usted..._ Dijo Antonio con una ligera sonrisa entre sus labios…

La voz rasposa y masculina de Antonio, llamó inmediatamente la atención de Zulema... Al ver al hombre guapo y masculino que estaba a su lado, Zulema sonrió encantada.

Para Zulema Antonio era el hombre perfecto para pasar una noche llena de pasión y lujuria. Ya que desde hace meses no había estado en los brazos de un hombre, Marcelo llevaba demasiado tiempo fuera del país, y ella necesitaba sentir el cuerpo de un hombre, y eso la tenía algo ansiosa.