Renata llevaba cinco años esperando por el hombre de su vida, ese que prometió volver a ella sin importar que
cinco años, cinco largos años llevaba esperando para estar entre sus brazos.
no quería perder más tiempo, así que lo atraje a mi, sus besos eran igual de delicioso que hace cinco años, me fui desnudando ante su mirada llena de lujuria y deseo, sus manos me empezaron a tocar viajando a mi zona más íntima.
sus dedos jugaban con mi entrada, la cual ya estaba totalmente mojada, deseando que el entrara en ella. el aún seguía con su pantalón puesto, así que se lo quite rápidamente, su miembro Lucia mucho más grande de lo que recuerdo, palpitaba dándome señal de que el lo deseaba tanto como yo.
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AÚN TE AMO.
Rodrigo estaba superemocionado, con el hecho que seria abuelo, sin perder tiempo dio la orden que organizaran una habitación paga su hija y su futuro nieto, la casa se fue llenando de juguetes y mucha ropa para bebe, como no sabía si era, niño o niña compro para ambo.
Ana se levantó por el ruido, aún eran las 7 de la mañana y había mucho movimiento en la casa.
_ se puede saber que es todo este ruido.- le pregunto ana a una de las empleadas.
_ disculpé señora, es que están organizando la habitación del futuro nieto del señor Rodrigo.- Ana no entendía de que hablaba.
_ de que nieto hablas.
_ la niña Renata está esperando un bebe, así que el señor quiere tener una habitación para el bebe.- la empleada se fue dejando a ana pensativa.
Rodrigo estaba en la primera planta verificando que todo estuviera en orden, mientras Rogelio ayudaba a armar la cuna.
_ buenos días, hijo.- lo saludo ana al llevar al llegar en donde Rodrigo se encontraba.
_ buenos días, madre.- Rodrigo le sonrió alegremente, Ana nunca había visto esa sonrisa en él, no en 19 años.
_ me enteré de que vas a hacer abuelo.- ana le sonrió, por alguna razón también le emocionaba ese hecho.
_ lo puedes cree madre, no solo encontré a mi hija, sino que también voy a ser abuelo, estoy tan feliz. - era evidente la felicidad, cualquiera lo notaría.
Ana se quedó en silencio observando como trabajaban, cuando la habitación estaba lista, con todos sus muebles en su ligar, ella romo la iniciativa de organizar la ropa para el bebe.
_ tendremos pronto un bebe en casa.- Rogelio la había observado en silencio un rato, y pudo ver como ana sonreía al ver la ropa del bebe.
_ sí, es emocionante.
_ sé que no apruebas a rosario, Aún no sé el porqué, Pero únicamente mira lo feliz que es nuestro hijo.
_ puedo ver lo feliz que estás, sé que hice mal, trataré de hacer las cosas bien, por mi hijo, por ti y por mi bisnieto.
_ gracias cariño, no sabes lo feliz que me haces.- Rogelio se sentó al lado, dé su esposa y entre los dos terminaron de organizar lo que hacía falta.
Mientras Rodrigo se fue a ver a rosario, ya había pasado una semana desde que la había encontrado.
...
Rosario ya estaba más calmada, sabía que era algo que iba a ocurrir en cualquier momento.
_ como te sientes hoy.- le pregunto Carmen.
_ bien eso creo.- rosario picaba unas cebollas.
_ entonces hablarás con el hoy.- rosario asintió con la cabeza._ ya tiene mucho tiempo observan desde su coche, será que piensa que no lo hemos notado.
_ eso creó, voy a aprovechar que Renata está en casa e iré a hablar con él.
Rosario lavó sus manos, tomo un suspiro y camino directo al coche.
Rodrigo al verla caminar hacia él sintió su corazón a mil, que debía hacer. Rosario tocó la ventana, y el bajo el vidrio.
_ hasta cuando piensas vigilarme.- rosario trataba de sonar lo más calmada posible, Pero era innegable lo nerviosa que estaba.
_ lo siento, es solo que no sabía como acercarme.- la sonrisa nerviosa de Rodrigo le causo risa a rosario.
_ bien, hablemos.- rodrigo salió del coche para abrirle la puerta a rosario, condujo hasta unas cuadras más adelante hasta una cafetería. Una vez adentro se sentaron, pidieron un café.
_ porque estás aquí.- pregunto rosario.
_ llevo 19 años buscándote, y por fin te encontré., es obvio el porqué estoy aquí.
_ buscándome y para que Rodrigo, después que ye comprometiste dejándome sola, no veo el porqué me buscabas.
_ yo no me comprometí, eso fue un invento de mi madre para separarnos.
_ no contestaste ninguna de mis cartas, todas mis llamadas fueron rechazadas, luego te fuiste del país.- las lágrimas rodaban por el rostro de rosario.
_ fui a buscarte en casa de tus padres, pero tu padre me dijo que ye había mandado al extranjero, me fui a buscarte.
_ mi padre me corrió de la casa, no le dejo sacar ninguna de mis pertenencias.
_ lo sé, cuando volví mi padre me contó, que había encontrado todas tus cartas, mi madre las había ocultado.
Rosario se sorprendió, ella sabía que ana no aprobaba su relación con Rodrigo, pero no pensó que fuera capaz de hacer algo como eso.
_ sé que quizás no me crees, Pero te puedo jurar que nunca te engañe, te amaba y aún te amo.
Rosario abrió los ojos, aún la amaba, era posible eso.
_ gracias, por no darte por vencido y seguir buscándome.
_ lo haría toda la vida si era necesario.
_ vistes a nuestra hija.- Rodrigo sonrío alegremente.
_ sí, es hermosa, gracias por todo lo que has hecho, puedo imaginar lo difícil que ha sido, Pero ahora estoy aquí, no las dejaré sola y mucho menos a mi nieto.- seguía siendo el mismo, amable y amoroso.
_ ya te distes cuenta.- rosario trataba de evitar la.murada de Rodrigo, el tenerlo cerca removía sentimientos que crea muertos.
_ en realidad fue mi padre quien lo noto.- la sonrisa que adornaba el rostro de Rodrigo, era una de las cosas que extrañaba rosario.
_ nuestra hija lo está pasando mal, nuestra historia se está repitiendo.
_ de que hablas.- Rodrigo, apretó los puños.
_ rechazan a Renata por ser pobre.- rodrigo se levantó alterado, le hervía la sangre, el únicamente pensar en las humillaciones que podía haber pasado su hija.
_ quienes son.- por la mente de Rodrigo solo pasaba, acabar con los culpables de la tristeza de su hija.
_ dejaré que lo hables con ella, ven mañana y los presentaré.- Rodrigo se volvió a sentar, nuevamente se sentía nervioso._ no te preocupes, Renata te amara.- Rodrigo, sonrió feliz, deseaba que llegara el ya siguiente para ver a su hija.
una larga conversación, llena de llanto y felicidad, rosario volvió a su trabajo, y Rodrigo a su casa más feliz que nunca, únicamente faltaba hablar con su hija para que todo fuera perfecto, en su casa todo estaba listo para recibirlas y ser la familia que siempre debieron ser.