Santiago Santoro, es un empresario muy exitoso que le huye al amor y no desea por nada del mundo formar una familia, por tal motivo se comprometió con Diana Lois, una mujer fría, calculadora y ambiciosa al igual que él. Sin embargo, su abuela Giovanna no está dispuesta a ver como su nieto se arruina la vida a lado de una mujer frívola, y le exige que cambie de opinión o de lo contrario perderá toda su fortuna. Santiago con miedo a perderlo todo, decide alquilar un vientre y tener el hijo que tanto desea su abuela, sin arruinar la hermosa figura de su novia. Pero de repente su vida cambia por completo, cuando debe dirigirse a un hospital a buscar a su verdadera hija, una hermosa niña prematura, de ojos claros que necesita con urgencia un tratamiento médico para salvar su vida.
Sin embargo, Karen Jones ¿Será capaz de abandonar a su hija realmente ? o ¿Hará todo lo posible por estar a su lado?
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Capítulo N°8
Estrella se encontraba cerca de su cuarto vio como Santiago salía de la última habitación al final del pasillo, ese había sido el lugar designado para la nueva. Con una hermosa sonrisa en sus labios y mirando con fascinación su celular, él pasa a su lado y la ignora por completo.
⎯ Santiago, espera.⎯ le habla como último recurso.
⎯ Ahora, no.⎯ fue su tajante respuesta y siguió caminando.
Ella por impulso cerró con fuerza sus puños, hasta que un ardor insoportable la hizo volver a la realidad; entonces vio como sus propias uñas se clavaron como dagas en su palma y la cálida sangre comenzaba a escurrirse entre sus dedos. Estrella miró su mano y se la limpió con un pañuelo. Cegada por los celos entró al cuarto de Karen, con delicadeza cerró la puerta a su espalda y se acercó a la cama. Lo primero que hizo fue buscar la generosa propina que debía estar en la mesa de luz, cerca de la lámpara como era la forma habitual de Santiago de pagar por sus servicios; sin embargo grande fue su sorpresa al ver que no había dinero por ningún lado. Eso provocó que su ira aumentara a niveles desconocidos, que el gran señor Santoro no pagará por pasar la noche con alguien, solo podía significar una cosa y era que se había interesado por la joven y eso no era una buena señal.
Estrella se jactaba entre sus compañeras de que el hombre había estado dos veces en su cama y mentía diciendo que era exclusiva y que él le prometió sacarla de ese lugar. Sin embargo todos sus engaños podían ser descubiertos por esa estúpida que dormía placenteramente con su antifaz. Tal era su odio que no pudo contener la furia; entonces se acercó a la joven, y la destapó de un solo movimiento.
⎯ ¡ Maldita zorra, levántate y da la cara!
Karen al sentir como era despojada de la calidez de sus mantas y escuchar esa voz chillona que le gritaba abrió los ojos e intentó defenderse pero era en vano, esa mujer era mucho más fuerte, alta y al estar de pie tenía ventaja de repente sintió cómo la tomó de los pelos, la arrastró al piso, con toda su fuerza comenzó a golpear a puño cerrado su rostro.
⎯ Suéltame, me haces daño.
⎯ ¡Te voy a matar, me quitaste a Santiago, él era mío!
⎯ No sé de qué hablas,
⎯ Yo lo vi salir de este cuarto.
⎯ ¡Yo no te robé a nadie, suéltame!
⎯ Un año, un maldito año me costó llevarlo a mi cama y tú en una noche lo consigues. Te odio. Él es solo mío.
⎯ Yo no lo sabía. Ni siquiera lo conozco.
⎯ ¡Todos conocen a Santiago Santoro, maldita perra!
Estrella le seguía propinando golpes, y sus lágrimas caían sin control.
⎯ Él era mi boleto de salida de este lugar y tú me lo robaste, te odio.
⎯ Perdón.
⎯ Deja de disculparte, no te creo.
La bailarina, no entraba en razón y mientras más la escuchaba más odiaba a esa joven que lentamente iba perdiendo la batalla.
⎯ No te dejo propina, quiere decir que le importas, que siente interés por ti.
Karen al escuchar esas palabras pensó que lo mejor era mostrar el poco dinero que él le había dado por las bebidas.
⎯ Él me dio 300 dólares, no significo nada, ni siquiera logre una buena propina.⎯ miente intentando tranquilizar a su atacante.⎯ Mira, están ahí, lo guardé en el bolsillo del delantal.
⎯ ¿Solo eso?
⎯ Sí, te lo juro.
⎯ ¡Mientes!
⎯ Es verdad, revisa mi ropa.
⎯ No te creo.
⎯ ¡Suéltame, me lastimas!
⎯ Te voy a matar.
⎯ ¡Basta!
Karen intentó zafarse de su agarre, su cuero cabelludo le dolía y no podía detener las patadas y las cachetadas que llegaban de todos lados, hasta que sintió un último golpe sobre su rostro y lentamente se durmió en un sueño profundo.
Estrella al ver que la joven no reaccionaba, se arrodilló a su lado, su pulso era débil pero aún respiraba. Ella comenzó a temblar al ver el desastre en esa habitación, la joven a su lado estaba desnuda e inconsciente. Como pudo se puso de pie y caminó tambaleante hasta la ropa que se encontraba a un costado de la cama y al revisar el bolsillo efectivamente había 300 dólares. Ella guardó el dinero, otra vez como lo encontró y con pasos inseguros se fue de ese lugar. Como un ente sin corazón se dirigió a su habitación, se vio en el espejo y se asustó al ver su reflejo en el espejo, había rastros de sangre en sus manos y algunos cabellos entre sus dedos; entonces corrió al cuarto de baño y desechó todo el contenido de su estómago en el inodoro.
⎯ Calma, aún respira.⎯ se daba ánimo.⎯ No eres una asesina y ella se lo buscó.⎯ hablaba intentando convencerse de que había hecho lo correcto.
Lentamente se incorporó, se puso de pie y refresco su cara en el lavado, entonces se da cuenta que en sus manos quedó la evidencia de la locura que acaba de cometer y comienza a refregar sus manos con fuerzas bajo el agua, cuando al fin estuvieron completamente limpias cerró el grifo y se miró detenidamente en el espejo. La imagen que le devolvía el fino cristal no era de su agrado, había hecho algo terrible y Pietro jamás se lo perdonaría. Debía pensar en algo y rápido, antes que descubran a esa maldita y llamen a la policía; entonces se cambió, juntó todas sus cosas y las colocó en un bolso. Tenía que salir de ese lugar sin ser vista, los minutos corrían a prisa y en cualquier momento alguien podría darse cuenta de que ella estaba involucrada. Estrella lentamente, salió de la zona vip y se escabulló en los pasillos para salir por la puerta de emergencia, el guardia de seguridad la vio, pero no se sorprendió. Era habitual que las bailarinas salieran por esa puerta una vez terminado su espectáculo.
⎯ Buenas noches Estrella.
⎯ Buenas noches.⎯ murmuró sosteniendo con fuerza su bolso.
⎯ Hoy te vas temprano.
⎯ Pedí el resto de la noche libre. Necesito descansar y me voy unos días de vacaciones.
⎯ ¡Que suerte!⎯ el hombre enciende un cigarrillo.⎯ que descanses.
⎯ Gracias.
Estrella camino con sus tacos por el oscuro callejón bajo la atenta y segura mirada del custodio, hasta que en la esquina iluminada por los autos que transitaban, se perdió entre la multitud y se alejó de prisa de ese lugar.
Hasta ahora todo marchaba bien, sin embargo la joven no contaba que todo el tiempo estaba siendo observada por una bailarina.
Mientras tanto, Santiago ignoraba completamente lo que sucedía con Cielo en el cuarto, él estaba imaginando a su bello tesoro, durmiendo plácidamente en el confort de su cama.
Trevor había buscado a su jefe por todos lados y al ver que la moza también ya no estaba trabajando se fue de ese lugar acompañado por una bella jovencita y le envió a su amigo un mensaje, avisando que se iba a su casa y lo vería al otro día en su oficina. Santiago con esa información en mente salió del club.
Una trama dividida entre la luz y la oscuridad. Por un lado, nos deleitas con escenas tan dulces y tiernas qué embelesan. Y de pronto, nos mueves el piso con otras tan cuentas y violentas. Sin embargo, a pesar de esos contrates el resultado final es perfecto. Felicitaciones, gracias por este regalo y muchas bendiciones!!!!!!!! #