Victoria Lotton, es una joven empresaria, dueña de una pequeña textilera, a sus 22 años se encuentra a punto de casarse con el amor de su vida, su vida perfecta está a punto de comenzar, lo que no sabe es que su matrimonio jamás será llevado a cabo.
herida y humillada públicamente, busca venganza a como de lugar, así tenga que casarse por conveniencia, con Maximiliano un importante y despidiado millonario, para lograr que el hombre que le rompió el corazón pague todo el daño causado.
¿podrá Victoria conseguír la venganza que desea, sin sufrir daños por casarse con Maximiliano?
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capitulo 14
Dormí profundamente, cuando me desperté ya era un poco tarde, pero aún así quería ir a la empresa, así que me di una ducha lo más rápido que pude, envolví mi cuerpo en la toalla y salí a buscar mi ropa.
-maldita sea Maximiliano, quieres matarme?- este hombre era increíble había entrado a mi habitación sin avisar y apenas salí del baño y lo ví sentado en mi cama, senti que iba a morir de un infarto.
-no queria molestarte, papá llamo para ver si querías cenar esta semana con él.
-no quiero ser grosera Maximiliano pero por ahora no me apetece encontrarme con Samuel
el asíntio y salió de la habitación.
-dire que te enfermaste y andas indispuesta.- dijo antes de terminar de salir.
me aliste y baje para que Fabián me llevará a la empresa, pero mi queridisimo esposo había dado la orden de no dejarme salir.
tome el teléfono y le marque molesta.
-a caso tu crees que yo soy tu mascota o algo parecido?- dije apenas atendió
-serias una linda gatita salvaje- dijo gracioso.
-no puedes dejarme encerrada, quiero ir a trabajar.
-ganaras un bono por desempeño laboral- bromeó.
-maximiliano hablo en serio, llama a Fabián y dile que me lleve a la empresa.
-no, no lo haré, tengo una junta en la empresa de mi madre, pero al salir iré directo a la casa y hablaremos seríamente Victoria.
-pero...
no me dejó terminar de hablar porque ya había colgado la llamada.
-eres un idiota, engreído, infeliz, como te atreves a dejarme hablando sola- le grite al celular.
-pero ya verás maximiliano, a mí nadie me somete ni me encierra.
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Maximiliano
en el poco tiempo que llevaba conociendo a Victoria, sabía que odiaba que la ignoraran y la dejaran hablando sola, así que a estas alturas ya debe de haber hecho un mega berrinche en la casa.
llegué a Altamira, ahí estaba mi padre, mi madrastra y el hombre más odiado últimamente, Samuel.
-queridos hijos, siéntense vamos a ver los estados financieros, las ventas y un nuevo proyecto que está en marcha dijo mi padre y tomo asiento mientras exponian toda la información
podía decirse que no preste la más mínima atencion, en mi cabeza seguía dando vueltas la noche donde adelaida me drogo, tenía muchas dudas, por que lo habia hecho? por que envío a esa mujer a acostarse conmigo? tendría algún vídeo que usaría para chantajearme?
-hijo- que opinas de las ventas?- dijo mi padre llamando mi atención.
-despues las revisaré con calma- le dije restandole importancia.
-me parece que tu cabeza no está aquí- me reprendio mi padre- que puede ser más importante para ti que los negocios?
-estaba pensando en que mi mujer no se sentía nada bien esta mañana- menti.
-mmm ya veo, deberíamos suspender esta junta para que te encargues de ella.
-pero no podemos esperar que Maximiliano este disponible para asistir a una junta.- dijo Samuel molesto.
-el es parte de la empresa, y al igual que tu es accionista - y futuro dueño pense- si no está presente no podemos continuar.
se volteo y se dirigió a mi.
-ahora ve a ver cómo sigue tu bella dama, ya mañana seguiremos- dijo y salió de la sala de juntas.
era poco inusual que se suspendiera una junta a la.mitad, pero después de todo papá era el dueño y se hacía lo que el decía, sin contar que mi esposa le caía muy bien.
-por cierto Maximiliano, que lastima que no estuviste para mí boda por civil la semana pasada, fue una sensación... Amaia te manda saludos.- dijo con malicia.
apreté mis manos a un costado haciendo unos puños, pero trate de controlarme de no pegarle en la cara, para que dejara de ser tan insolente.
salí como alma que lleva el diablo, justo cuando iba a subirme a mi auto visualice a mi padre a lo lejos, sin darme cuenta camine hacia el.
-padre!- le dije en un gruñido.
-oh, maxi, pensé que te habías ido a ver cómo estaba victoria!
-iba precisamente a eso, pero antes quería preguntarte, porque Samuel también tiene interes en casarse.!
Vi como mi padre me miraba extrañado.
-no sé de qué me hablas max, tu hermano se casó con amaia porque se quieren, y ya llevan años de relación.
-años de relación?- dije algo aturdido por lo que me acaba de enterar.
-tu hermano va subiendo como la espuma, el y amaia unificaron su patrimonio para comenzar una pequeña empresa, me rehuse a darle el dinero, pero luego salió con que había hecho sociedad con la familia de amaia bajo la condición de matrimonio.- ahora entiendo porque el interés se casarse, pero de dónde saca mi padre que ellos tienen años de novios, si hace un año aproximadamente, amaia y yo habías roto nuestro noviazgo.
-cuantos años dices que llevan saliendo?
mi padre me miró asombrado pero igual respondió.
-cerca de 2 años, si mal no me equivoco.
maldita sea, esa miserable escoria me ha visto la cara, estaba conmigo mientras también dormía con Samuel, quería matarlos a ambos, sentía mi sangre hervir y camine de nuevo adentro de las empresas antes de que Samuel se marchara.
estaba a un paso de entrar en el elevador cuando entro una llamada.
-señor la señorita victoria se acaba de ir en un taxi a su empresa.
-a cuál?
-a Altamira señor.
no, ella no podía venir aquí, colgué la llamada y marqué su número enseguida.
-donde carajos estas?- dije casi que gritándole.
-voy en un taxi, porque a mí nadie me va a dejar encerrada.- por su tono de voz sabía que estaba enojada, pero no era el momento de discutir con ella, cuando yo estaba fuera de si.
-victoria, regresa a la casa, ya voy en camino para allá, debemos hablar.
-no, ya estoy a dos calles de Altamira..
-maldita sea regrésate, Samuel está aquí.- pude sentír como contuvo su respiración.
-señor, estacione aquí por favor- escuché que le decía al taxista- te espero en la cafetería que está a la vuelta de la esquina- me dijo y colgó.
regrese a dónde estaba mi coche y salí hasta la cafetería.
entre pero no pude verla, estaba a punto de llamarla, cuando ví una pequeña figura en un rincón que miraba por la ventana.
-si que te sabes esconder- le dije mientras tomaba asiento.
-quieres tomar un café?- dijo cortes.
-me estás invitando?- le dije algo divertido.
no podía entender porque con victoria era tan fácil cambiar de humor, podía estar en la peor de mis crisis de irá y ella sacaba la.mejor parte de mi en un segundo, haciéndome olvidar todo.
-yo te invito, pero tú pagas- dijo sonriendo.
-lo tendré que descontar de tu pago entonces.
ella me miró sorprendida, pero despues de ver qué sonreía también lo hizo.
-hay muchas cosas que no logro encajar en esta historia, necesito saber cada detalle para entender porque Samuel hace todo esto.- le solté.
-ya te conté lo que me hizo, no tengo nada más que decirte.
-estas segura?
ella permanecio en silencio un momento, parecía que decidía si decirme.algo más pero luego asíntio.
-es todo.
-si llegas a recordar algo más, te agradezco que confíes en mí y me lo cuentes- le advertí.
-ahora, que tienes que contarme tu?- dijo a la defensiva.
-samuel se casó con Amaia, por negocios, pero no solo me enteré de eso, mi padre me confirmo que tenían más de dos años juntos, lo que quiere decir que también jugaron conmigo.
-somos los títeres de su juego- dijo con amargura.
-pero Samuel no solo hace las cosas por qué si, tiene que haber un por qué de todo esto y es eso lo que tenemos que averiguar.
-muy bien, que sigan investigando a tu hermanastro y a tu ex novia, yo haré mi reaparición.
-estas segura?
-si, ya es hora de que Samuel y yo nos volvamos a encontrar- dijo tan fría y calculadora que daba miedo