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Enamórate Perdidamente

Enamórate Perdidamente

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Diferencia de edad
Popularitas:407.8k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Fer.

Leonardo Salvatore, un empresario italiano/español de 35 años, ha dedicado su vida al trabajo y a salvaguardar el prestigio de su apellido. Con dos hijos a su cargo, su concepto del amor se limita a la protección paternal, sin haber experimentado el amor romántico. Todo cambia cuando conoce a Althea.

Althea Salazar, una colombiana de 20 años en busca de un nuevo comienzo en España para escapar de un pasado doloroso, encuentra trabajo como niñera de los hijos de Salvatore. A pesar de sus reticencias a involucrarse emocionalmente, Althea se siente atraída por Leonardo, quien parece ser su tipo ideal.

¿Podrá su amor superar todo? ¿O el enamoramiento se acabará y se rendirán?

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Parte 22

Leonardo

Sabía que en algún momento los malditos medios serían un problema, pero no pensé que sería tan rápido, a menos que hubiera una rata en la mansión.

—Descubre quién fue y no dudes en traerlo a mí —Gruño hacia Marini para que se vaya. Althea estaba temblando, y sabía que su cabeza se estaba llenando de mierda. Cuando mi secretario se retira, pongo mi mejilla en mi latina, mientras acaricio su cabello. Era su debilidad; siempre calmaba su cerebro.

—¿Mi pasado volverá? Pensarán que soy una put*a, no quiero eso —Solloza fuertemente y la abrazo para calmarla. Sabía que tenía mucho miedo de que supieran quién era, pero no creí que esa sería la verdadera razón.

—No te preocupes, yo voy a solucionar todo —le doy una leve sonrisa y acaricio su cabello. Poco a poco se va tranquilizando y cuando menos lo pienso, se queda dormida en mis brazos. Supongo que estaba demasiado cansada en general.

La cargo con delicadeza y la dejo en mi cama para que descanse. Prohíbo la entrada hasta que ella se sienta mucho mejor para salir, y dejo su celular a su lado. Sabía que su familia la iba a llamar y podrían calmarla.

Ya había hablado con la mamá de ella, y por las pocas conversaciones a solas que habíamos tenido, sabía que ella iba con toda la intención de hacer de su hija mi esposa. La quería en mi vida, no solo hoy o este año, sino el resto de mis días.

Por esa razón, debía llevar todo esto fríamente, para que a ella no le causara daño. Según lo que me había explicado su mamá, se había deprimido tanto por la última situación que tomó la decisión de irse del país. Siempre había sido una mujer directa y llevada a su parecer, pero eso la dejó tan fuera de base que solo podía llorar todos los días.

Quería conocer a esa Althea llena de vida, pero ahora seguía demasiado rota para poder ser esa mujer que su mamá me comentaba. En sus ojos, seguía viendo esa fuerza, pero también el miedo.

—Señor, ya sé quién fue la que filtró el apellido de la señorita —Marini llega a mi lado antes de entrar a la oficina.

—Tráela a mi oficina —le ordeno, y respiro profundo mientras espero que llegue. Adelanto la lectura de algunos documentos; ya estaba llegando el próximo proyecto.

—Salvatore —escucho a Marini del otro lado, y cuando le indico que abra, puedo reconocer más o menos el rostro. Había trabajado un tiempo aquí y había llegado primero a la cocina.

—Señor —la mujer da un leve asentimiento, pero yo no correspondo. Simplemente, cierro la laptop y miro a la mujer unos segundos. Puedo ver cómo sale una mueca al observarla tanto.

—¿Por qué filtraste información a la prensa? —la expresión de ella cambia por completo; me mira y luego mira a Marini, que la evita por completo.

—Yo no fui la persona que lo hizo —niega con la cabeza, pero mi secretario se acerca con la tablet y me muestra el mensaje que le dio su contacto en la prensa, indicando que había sido ella.

—¿Entonces por qué aquí me dicen lo contrario? —al mostrarle, se pone más pálida y niega varias veces con la cabeza.

—No, se lo juro, la primera regla que se debe cumplir en la mansión Salvatore es nunca hablar con la prensa. He cumplido eso siempre —suspiro; ella tenía razón. Había durado mucho tiempo en la mansión y pudo filtrar mucha información.

—¿Entonces por qué tienen su nombre?

—No sé, mucho menos haría algo en contra de la señorita Althea. Es una de las niñeras más amables que han pasado por aquí.

—¿Qué quieres decir? —ella se muerde el labio nerviosa.

—Cada niñera que había traído para el señorito Matteo nunca se preocupaba mucho por él. Siempre estaban tratando de llamar su atención, incluso esa —sabía a quién se refería con esa—. Hizo muchas amigas y enemigas en la mansión.

—¿Amigas? —pensé que todas las personas la habían odiado.

—Sí, una de ellas sigue en la mansión —mierda, ya sabía por qué se había filtrado la información; esa maldita perra había movido sus hilos.

—Dame su nombre —ordeno, conteniendo la rabia tan inmensa que me estaba llegando.

La empleada se retira y siento un nudo en el estómago. Esa mujer seguía haciendo de las suyas. Sabía que quería ser una Salvatore a toda costa, pero no tenía idea de que su obsesión desmedida podría afectar a mi hermosa Althea.

Necesitaba preparar a mi futura esposa para lo que vendría, porque la guerra entre Salvatores llegaría. Sabían que absolutamente todo sería para mis hijos, dejándolos a ellos fuera de base. Además, Althea era joven y podría dar a luz a los hijos que quisiera; temían por eso.

Me quedé unos segundos en blanco. ¿Hijos? ¿Por qué estaba pensando en hijos? Sería maravilloso ser padre y tener una mujer a mi lado con quien compartir el proceso de embarazo. Incluso con Pablo, había sido estricto, llevándola a un hotel durante esos meses de gestación, lo cual confirmó que no era mi hijo. Pero sería completamente diferente tener un hijo con Althea. Tal vez rompería esa tonta maldición de tener solo hijos varones Salvatore. Tal vez, por fin, tendríamos una hija.

No pude contener mi imaginación y me perdí en pensamientos sobre cómo sería tener una hija con los mismos ojos que Althea, llena de vida, pero sin miedo. La enseñaría que una Salvatore puede con todo, que puede poner a todos bajo sus pies.

Cuando escuché que abrían la puerta, me levanté para ver a Matteo entrar junto con su hermanito.

—Papá, ¿dónde está mami? —preguntó mientras hacía un puchero y posaba su mano en mi pierna.

—Aquí estoy —respondió Althea. Tenía el cabello suelto y ondulado, cayendo sobre su cuerpo, lucía hermosa.

—Mamá —Pablo corrió hacia ella y abrazó su pierna. Althea lo levantó con cuidado.

—Estaba un poco cansada, así que decidí dormir un poco más —dijo Althea mientras le daba un beso a Matteo.

—Sí, papá tendrá cuidado la próxima vez —dijo Matteo, mirándome entre cerrando los ojos, antes de sentarse en el sofá de la oficina.

—¿Entonces papá y mamá se casarán? —preguntó Althea, mirando curiosa al pequeño.

—¿Quién te dijo que nos tenemos que casar?

—Las abuelas. Dijeron que si dos personas se aman, deberían casarse.

—Mentirosa —susurró Althea. No pude evitar reír; su abuela estaba separada de su abuelo y la madre de Althea vivía en unión libre. Estaban haciendo todo eso para que nosotros entendiéramos la indirecta muy directa.

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Mery Diaz
Excelente
Marialaura Sambray
muy buena sin tantas vueltas genial
Stella velez
muy bueno y bien escrito 👌
Angela Salazar
muy linda me gusto mucho felicidades por escribir tan bonito
Ivetsita
GENIAL!!! simplemente genial... 🤩
Alis
Me he preguntado desde que empecé a leer en diversas plataformas, porqué se les hace a los escritores que poner escenas con alcohol es llamativo o relevante, cuando es un poco denigrante sobretodo para las mujeres, cuando la diversión es sana no necesariamente debe haber estimulante alguno, es un comentario constructivo, sólo para saciar mi curiosidad.
Alis: estaré atenta a la siguiente historia, bendiciones multiplicadas.
Fer: Holis, es verdad, yo por eso trato de evitar poner en mis escenas tristeza, pero tendré más cuidado con ciertas cosas porque si me hiciste reflexionar jajaja
total 4 replies
Georgina Hernandez
Malo
Georgina Hernandez
Muy malo
mayelin Almonte
Y yo esperando la foto por favor
mayelin Almonte
Escritora estoy esperando la foto por favor si
mayelin Almonte
Por favor foto
Xochitl Contreras
buenas sin tanto drama me en canto💓💓
Rosalinda Quintanilla
gracias por tan linda novela, muy emotiva, amores, desamores, intrigas, una trama muy especial, me atrapó inmensamente, gracias por compartirla, bendiciones y muchos éxitos
Fer: Muchas gracias! ❤️
total 1 replies
Rosalinda Quintanilla
que cosas hay en su pasado que la dañen ahora???
Rosalinda Quintanilla
ay por favor, no hagan llorar a Mateo
Rosalinda Quintanilla
le gusta Al
Rosalinda Quintanilla
una niñera muy eficiente
Rosalinda Quintanilla
creo que está interesante
luna07
Excelente
Normedys Castillo
tan bello la incentiva!💐
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