La intención de proponerle matrimonio a su amante se convirtió en una pesadilla cuando Raymond fue acusado de asesinato. Resultó que su amante y su romance lo habían convertido en el chivo expiatorio.
Justo cuando Raymond estaba a punto de recibir la pena de muerte, un misterioso sistema acude a su rescate. Raymond se ve obligado a cambiar su identidad para evitar a la policía, mientras planea vengarse de quienes destruyeron su vida.
Para cumplir con us deseo de venganza, Raymond, con la ayuda del sistema, se embarca en una misión para ayudar a mujeres hermosas a través de su servicio como hombre pagado. Este viaje lo convierte en un hombre guapo, fuerte y rico, rodeado de muchas mujeres. Pero ¿será esta venganza suficiente para curar las heridas de su corazón?
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Capítulo 15
Bip...
Bip...
Bip...
El teléfono de Rebecca sonó. Al parecer, había recibido un mensaje de Bayu.
(Rebecca, lo siento por mis errores. Debes estar pasando por un momento muy difícil. Si necesitas mi ayuda, estaré allí para ti).
Rebecca solo suspiró al leer el mensaje de Bayu. En ese momento, sospechaba que Bayu y Yuni eran quienes le habían tendido una trampa.
Rebecca estaba en el comedor con Raymond.
"Tienes que comer algo, aunque sea un poco. Encontraré una manera de resolver el problema al que te enfrentas". Raymond trató de animar a Rebecca.
A pesar de que toda la comida que Raymond había preparado era su favorita, sus problemas le habían quitado el apetito. Aun así, Rebecca debía apreciar el esfuerzo de Raymond por cocinar para ella.
"Está bien, comeré", dijo Rebecca con voz monótona.
Raymond sonrió levemente y asintió. Finalmente, después de mucho persuadirla, Rebecca había aceptado comer.
Raymond continuó comiendo. Necesitaba energía para enfrentar todos los problemas de su primer objetivo.
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Rebecca se había convertido en la clienta de Raymond, por lo que tenía que acompañarlo a su oficina. Tenía la esperanza de que él pudiera resolver todos sus problemas.
Rebecca frunció el ceño al ver a Raymond mirando su computadora portátil con expresión confundida. Era comprensible, ya que no era un hombre con experiencia en la piratería. Había trabajado como obrero de la construcción y nunca había tocado una computadora.
"¿Realmente puedes hacerlo?", preguntó Rebecca con duda, entrecerrando los ojos.
"Eh... C-claro", respondió Raymond nervioso, aunque no estaba seguro de sus propias habilidades.
Si Rebecca supiera lo nervioso que estaba Raymond en ese momento, probablemente porque tenía miedo de fallar en su misión. Eso significaría que el sistema lo enviaría de vuelta a prisión. Además, no tenía idea de cómo arruinar el negocio de Bayu y Yuni, ni cómo encontrar pruebas de que los rumores sobre Rebecca eran falsos.
Un obrero de la construcción que de repente se convertía en hacker era, por supuesto, muy difícil, especialmente sin ninguna experiencia previa.
Bip...
Bip...
Bip...
El teléfono de Rebecca sonó. Era un mensaje de Víctor, su manager.
(Rebecca, el Sr. Hendrik te pide que vayas a la oficina de administración. Parece que está muy decepcionado contigo. Si no vienes hoy, te expulsará de la agencia).
Rebecca resopló con molestia al leer el mensaje de su manager. No tenía más remedio que ir a la oficina de administración. "Tengo que irme", le dijo a Raymond.
"¿A dónde?", Raymond, que estaba concentrado en su computadora portátil, se giró hacia Rebecca.
"Tengo que reunirme con el equipo de mi agencia", respondió Rebecca con voz apagada.
Luego continuó: "Si no puedes hacerlo, no te preocupes. Sé que es casi imposible destruir el negocio de alguien en un día, incluyendo encontrar pruebas de esa calumnia. Incluso un hacker tendría dificultades para hacerlo. Aun así, te agradezco mucho que me hayas ayudado. Incluso cocinaste para mí. Tu comida estaba deliciosa, Bara".
Rebecca quería despedirse de Raymond en buenos términos, ya que no sabía si volverían a verse después de esto. Sobre todo si su carrera realmente se arruinaba, tendría que aislarse en un lugar alejado del bullicio.
Raymond se quedó en silencio porque no podía asegurarle si podría ayudarla o no, aunque estaba haciendo todo lo posible para resolver los problemas a los que se enfrentaba.
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Rebecca llegó a la oficina de administración. Ese día, recibió una reprimenda muy fuerte del Sr. Hendrik, el dueño de la agencia.
"Estoy muy decepcionado de ti, Rebecca. ¿Por qué fuiste tan descuidada?", espetó el Sr. Hendrik, mirando fijamente a Rebecca, que estaba sentada frente a él en el sofá.
Por la expresión de su rostro, Rebecca sabía que el Sr. Hendrik estaba muy decepcionado con ella.
"Anoche estaba borracha. Pero nunca tuve relaciones sexuales con esos tres hombres. Me tendieron una trampa para que pareciera que estaba teniendo intimidad con ellos en el club nocturno. En ese momento, estaba muy borracha y no recuerdo nada", respondió Rebecca. Parecía abatida porque nadie le creía.
Después de dejar la oficina de Raymond, fue a la oficina de un detective, con la esperanza de que pudiera ayudarla a encontrar pruebas de que todo era una mentira. Pero resultó muy difícil de probar porque el vídeo no estaba editado. Era real: los tres hombres se aprovecharon de que Rebecca estaba borracha para abrazarla, e incluso uno de ellos la besó en la mejilla. Era como si quisieran demostrar que Rebecca era una mujer promiscua que jugaba con muchos hombres.
Rebecca parecía resignada a la posibilidad de que su carrera como artista terminara allí. Convertirse en artista era su sueño desde niña, por lo que su difunto padre se había esforzado por hacerlo realidad, enviándola a una escuela de interpretación.
"Pero debido a este problema, muchas partes están decepcionadas, y muchas marcas han decidido rescindir sus contratos con nosotros. Incluso es posible que la película que se estrenará la semana que viene no se estrene", dijo el Sr. Hendrik con decepción en su voz.
Luego, el Sr. Hendrik continuó: "Mucha gente te está criticando en este momento, pero simpatizan con Bayu. ¿Cómo es tu relación con él? Creo que es la única persona que puede salvar tu carrera. Si Bayu declara que su relación está bien porque confía en tu fidelidad, tal vez la gente se calme un poco. Tal vez si Bayu lo confirma, el público se calmará un poco".
Rebecca se quedó callada. Probablemente porque no soportaba la idea de pedirle ayuda a Bayu. Tenía la corazonada de que él era el responsable del vídeo viral que circulaba.
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Aunque Rebecca le había pedido a Raymond que dejara de ayudarla porque sabía que no sería fácil, Raymond no podía quedarse de brazos cruzados. En ese momento, él también se encontraba entre la espada y la pared. Si no conseguía salvar a Rebecca, el sistema lo enviaría de vuelta a prisión. Y en el fondo, quería ayudar a resolver los problemas a los que se enfrentaba su ídolo.
Aunque Rebecca había sido desagradable con él desde el día anterior, e incluso lo había dejado inconsciente esa mañana al darle una patada a su plátano, seguía siendo su fan. Aunque ella no lo supiera.
A Raymond se le abrieron los ojos de repente cuando se le ocurrió una idea.
"Sistema, ¿puedo teletransportarme?"
[Por supuesto que puedes, maestro. Pero no es gratis. La habilidad de teletransportación se obtiene de forma permanente una vez que alcanzas un cierto nivel].
Raymond suspiró. Sabía que no sería gratis. "¡Hazlo!"
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Aceng, Ucok y Udin se dirigían a otra ciudad. Habían recibido una buena suma de dinero de Yuni, incluyendo los gastos de la huida de la ciudad. Para evitar a los periodistas, ya que sus rostros aparecían en el vídeo del club nocturno.
Sin embargo, se sorprendieron al ver aparecer de repente a un hombre delante de su coche.
¡Bang!
De un solo golpe, el coche se detuvo en seco. El capó estaba abollado.
Dentro del coche, Aceng, Ucok y Udin se orinaron encima, mirando a Raymond, que estaba de pie frente a ellos.
¿Cómo no iban a tener miedo si seguían traumatizados por el superpuñetazo que les había dado Raymond, haciéndoles volar por los aires?
