Introducción
Viridiana una joven mexicana que ama la música, había ganado la oportunidad de hacer una maestría en Roma en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. A sus 22 años ya tenía cien canciones escritas, y no solo la letra ella quería convertirse en una compositora mundialmente famosa. Sabía que pronto pasaría el tiempo, después volvería a su país para comenzar su sueño. Pero su estadía en Roma le cambiaría la vida para siempre, así entendería la razón de cada canción compuesta y escrita por ella.
Levent Akyürek un CEO de Estambul, estaba haciendo negocios importantes en Roma para fortalecer su imperio en compañía de su padre, a sus 24 años tenía todo, una familia unida, una fortuna en constante crecimiento. La más bella prometida de toda Turquía, pero el destino lo pondría a prueba.
“La vida sería mejor explicada a través de las más bellas canciones.” Viridiana
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En familia
Capítulo 24
Eloísa espero a que su padre terminara el ensayo para seguir conversando con él, había pasado toda una vida y prácticamente Franco no sabía nada de su hija. Tenía que volver a conocerla.
—Listo termine, vamos quiero que hablemos sobre todo.—decía Franco emocionado de estar de nuevo al lado de su hija.—Me alegra saber que tienes una familia.—
—También es tu familia, papá ¿qué piensas del matrimonio de Viridiana?—
—Que es muy apresurado, se lo dije por cierto, claro no sabía que era mi nieta. ¿Tu qué piensas?—
—Me agrada Levent, pero hay algo que no me termina de convencer. Por ejemplo sus padres no estarán presentes, pero su hermana si lo está. Pienso que oculta algo más.—
—Bien no puedes juzgarlo, eres la menos indicada, tú te fuiste y hasta cambiaste tu nombre. Tal vez Levent tiene padres inflexibles que son igual que yo.—
—Papá es diferente, por cierto cambie mi nombre porque necesitaba documentos para estudiar y residir en el país de mi esposo, mi maestra de literatura me reconoció como su hija. Por eso me apellido Jacome, como sea estoy segura que hay algo que no nos está diciendo.—
—Viridiana me contó que su vida y amor solo había sido la música, era notable su soledad, Levent cambió todo eso. Él es un hombre muy importante y millonario, tal vez también por eso no quiere que sus padres intervengan. Por cierto ¿Viridiana siempre fue así?—
—Ella no hace amigos con facilidad, y si siempre fue así. No confiaba en la gente, tuve que obligarla a que perdiera el miedo, sobre todo que aprendiera a manejar para que se fuera sola al conservatorio. Cuando me dijo que quería estudiar contigo la apoye, porque quería que saliera de su soledad y aislamiento. Ahora va a casarse, tal vez viva en Estambul. Con otra cultura y cerca de dos suegros que no saben de su existencia, creo que eso es lo que realmente me preocupa.—
—Bien, entonces hay que decirle que soy su abuelo. Por si se va a vivir a Estambul, sepa que puede buscarme y yo la ayudaré, estaré más cerca de ella, que ella de ustedes.—
Ambos fueron hasta la casa de Miroslava para hablar con Viridiana, Eloísa esperaba que su reacción fuera positiva. Rodrigo estaba respondiendo unas llamadas del trabajo, ya que tenía proyectos en curso. Viridiana disfrutaba de compartir tiempo con su papá, además acababa de llegar Miroslava para la boda.
—Tú padre siempre trabajando.—
—Si, creo que a él le heredamos su pasión y dedicación por lo que hacemos. Me alegra que estés aquí.—
—Hubiera llegado con tus papás, pero no alcancé asiento en el mismo avión. Te tengo un regalo muy especial, ten.—
—¿Qué es esto?—
—Es el título de propiedad de esta casa, ya solo falta que vayas a firmar para que quede registrada a tu nombre.—
—Miroslava no puedo aceptarla, esta casa es de tu difunto esposo.—
—No ahora es tuya, deseo que tu matrimonio trascienda hasta después de la muerte como el mío. Aquí fuimos muy felices y vivimos con mucho amor cada día. Sé que tú la vas a valorar igual que yo.—Viridiana la abrazó
—Gracias créeme que valoro muchísimo este regalo.—
—Vas a tener mucho éxito, y sé que algún día tus creaciones estarán por todo el mundo. Aunque te cases, no desistas de tus sueños. Aférrate a ellos, si Levent es el indicado siempre te va a apoyar.—le aconsejaba Miroslava
—¿Le regalaste tu casa?—pregunto Rodrigo sorprendido
—Si, ella se va a quedar en Roma o en Estambul, así que es bueno que tenga su propio hogar. Por si necesita pasar unas vacaciones o simplemente huir de sus suegros.—respondió Miroslava
—¿Creen que mis suegros en realidad nunca me acepten?—preguntaba Viridiana
—Hay una alta probabilidad que así sea hija, sabes que me gusta ser directo contigo. Yo espero que así como nosotros aceptamos a Levent sus padres te acepten.—respondió Rodrigo
—No queremos asustarte, pero aunque nos casemos con la persona, lamentablemente también lo hacemos con la familia. Pero sé que te van a querer mucho, porque eres una gran mujer.—agregaba Miroslava
Viridiana sentía mucha inseguridad, ella sabía que tenía razón al pedirle a Levent que sus padres se enteraran que iban a casarse. En ese momento volvió Eloísa en compañía de Franco.
—Miroslava qué bueno que si llegaste a tiempo.—Eloísa la abrazó
—Maestro Beccu, ¿que hace aquí?—
—Yo lo invité porque tenemos que hablar.—respondió Eloísa
Eloísa le contó toda la verdad a Viridiana, ella simplemente no podía creerlo. Ella estimaba bastante a su maestro, pero no comprendía porque hacer así las cosas.
—¿Entonces no eres huérfana? Siempre pensamos que era huérfana y que la había adoptado Consuelo Jacome. Papá tú estabas de acuerdo.—cuestionaba Viridiana
—Si, necesitaba documentos de residente, sé que estuvo mal señor, y lo siento. Así que tu abuela la ayudó y la maestra Consuelo se hizo cargo del papeleo. Lo aclaro para que no piensen que me aproveché de la situación, pero siempre hemos estado muy enamorados. Éramos aún jóvenes, en cuanto obtuvimos nuestro primer proyecto que fue la novela “Viridiana”. Nos casamos.—
—No me lo esperaba, pero me alegra. Me siento muy afortunada de tener un abuelo tan reconocido e importante.—decía Viridiana mientras abrazaba a Beccu
—Gracias Rodrigo por ser un buen esposo y padre, sobre todo hacer feliz a mi hija.—
—Ellos son mi vida entera, suegro.—
—¿Entonces Carlo es mi tío?—preguntó Viridiana
—Si, es mi hermano menor.—respondió Eloísa
—Ven porque no son buenas las mentiras, él me odia y yo también le dije sus cosas.—decía Viridiana
—Pero te va a adorar cuando se entere quién eres.—le aseguraba Franco
Pasaron lo que restaba del día en familia, al día siguiente sería la boda. A pesar de todo lo conversado, Viridiana sabía que tenía a su familia para apoyarla siempre. Afortunadamente no conocería a sus suegros pronto, ellos seguirían en Roma hasta que Viridiana terminara su maestría. Ya después se preocuparía por su familia política.