Esther es una mujer llena de luz, apasionada por el ballet y la vida. Su mundo parece perfecto al lado de Lucas Belmonte, su esposo y el amor de su vida. Pero todo cambia en un instante cuando un trágico accidente automovilístico le arrebata al amor dejándola rota, perdida y convencida de que jamás volverá a amar.
En busca de sanar sus heridas, Esther emprende un viaje por el mundo, decidida a reencontrarse consigo misma. Cada lugar, cada rostro, cada paso la confronta con su dolor, pero también le abre puertas a nuevas emociones, aprendizajes y posibilidades.
¿Será capaz de reconstruir su vida? ¿Podrá abrir su corazón otra vez y volver a amar?
NovelToon tiene autorización de J,K Mikaelson para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Viejos Recuerdos...
...El pequeño café daba a una plazoleta tranquila, donde los árboles filtraban la luz del atardecer en destellos dorados. El murmullo de la ciudad se sentía lejano, como si el tiempo hubiera bajado el volumen para dejarlos hablar....
...Esther se sentó frente a Fabio, con una mezcla de sorpresa y calidez, latiéndole en el pecho. Había algo en él que reconfortaba, como una canción olvidada que, al volver a sonar, recordabas cuánto habías extrañado....
^^^—¿Recuerdas cuando intentamos montar una obra de teatro en la escuela y todo salió mal porque insististe en bailar en vez de actuar? —preguntó Fabio, con esa risa suya que siempre parecía un juego.^^^
...Esther soltó una carcajada genuina....
—¡Claro que sí! Y tú te enojaste porque improvisé un giro justo en medio de tu gran monólogo.
^^^—¡Lo arruinaste completamente! —dijo él, fingiendo indignación—. Pero fue la primera vez que te vi realmente brillar. Todos olvidaron el texto, pero nadie olvidó cómo te movías.^^^
...Ella bajó la mirada, sonriendo....
—Estaba feliz bailando.
^^^—Y lo sigues siendo. Se te nota en los ojos cuando lo mencionas.^^^
...El camarero trajo dos cafés y un pastel de nata para compartir. Hubo un momento de silencio cómodo, de esos que solo existen entre quienes tienen historia....
...Esther acarició la taza caliente entre las manos y, tras un segundo, dijo en voz baja:...
—Me casé hace dos años. Y hace cuatro meses… murió.
...Fabio se quedó inmóvil. Luego dejó la cuchara a un lado, con delicadeza....
^^^—No lo sabía, Esther. Lo siento tanto.^^^
...Ella asintió lentamente, como si sus palabras flotaran en el vapor del café....
—Fue un accidente de coche. Todo pasó tan rápido, tan injustamente. Y durante un tiempo, sentí que también me había ido con él. París se volvió demasiado oscuro. Por eso estoy aquí.
...Fabio no respondió con frases hechas ni consuelos vacíos. Solo puso su mano sobre la de ella. Firme. Presente....
^^^—Me duele imaginarte así. Pero me alegra que estés aquí. Que te des permiso para respirar de nuevo.^^^
...Esther levantó la mirada. En los ojos de Fabio no había lástima, solo afecto sincero....
—No sé si pueda volver a amar a alguien como amé a él —dijo ella, con honestidad
—Pero si quiero volver a sentirme. Voy a vivir. Voy a crear algo nuevo con lo que me quede.
...Fabio asintió, despacio....
^^^—¿Sabías que en nuestro colectivo tenemos un espacio de danza abierto? A veces damos talleres, otras veces simplemente improvisamos. Sin presión, sin público. Solo cuerpo y alma.^^^
...Esther lo miró, sorprendida....
—No sé si pueda…
^^^—No te lo pido como bailarina —interrumpió él, con suavidad—. Te lo propongo como amigo. Como alguien que te vio danzar por primera vez y supo, incluso entonces, que ese era tu lenguaje.^^^
...Esther se quedó en silencio. Luego asintió, muy despacio....
—Quizá esté lista para dar un primer paso.
...Fabio sonrió. No como quien consigue algo, sino como quien presencia el renacer de algo sagrado....
---------------------------------------------------------
...Era domingo, y la casa de los Silva olía a pan recién horneado y al perfume suave de las flores del jardín. El sol caía dorado sobre la terraza trasera, donde Beatriz estaba echada sobre una manta, leyendo en voz baja. La madre de Esther tejía en silencio, y su padre hojeaba un viejo álbum de fotos....
...Esther se acercó con dos tazas de té. Al sentarse junto a ellos, sintió una paz suave. Una de esas que no se anuncian, pero se instalan como una caricia....
—Hoy me encontré con alguien —dijo, rompiendo el silencio con naturalidad.
...Beatriz alzó una ceja, curiosa. Su madre dejó de tejer. Su padre levantó la mirada, atento....
—Fabio —continuó Esther, con una pequeña sonrisa—. ¿Se acuerdan de él?
^^^—¿Fabio Duarte? ¿Él que bailaba contigo en la escuela? —preguntó su madre, sorprendida.^^^
—Ese mismo —asintió.
^^^—¿Qué hace en Lisboa?^^^
—Trabaja con un colectivo de arte y danza. Nos cruzamos en el mercado.
...Beatriz la miró con ojos brillantes....
^^^—¿Y cómo fue ver de nuevo a ese debilucho? —preguntó, conteniendo una sonrisa.^^^
—Fue… inesperado. Pero bonito. Hablar con él fue como abrir una caja que llevaba años cerrada. Me sentí yo.
^^^—¿Y? —insistió su padre, con una media sonrisa cómplice.^^^
—Me invitó a conocer su espacio. Es un lugar donde improvisan danza. Sin público, sin estructura. Solo cuerpo y alma.
...Se hizo un breve silencio....
^^^—¿Y vas a ir? —preguntó Beatriz.^^^
...Esther bajó la mirada, pensativa....
—Quiero hacerlo. Por mí. No para olvidar a Lucas, sino para reencontrarme con lo que quedó de mí. Con lo que sigue vivo.
...Su madre se levantó lentamente y fue hasta ella. Le tomó el rostro entre sus manos y le dijo con ternura:...
^^^—Baila, filha. Si eso te da vida.^^^
...Su padre asintió, con emoción contenida....
^^^—La vida no se trata de reemplazar lo que se pierde —dijo—, sino de cultivar lo que queda.^^^
...Esther sintió cómo algo en su pecho se abría. No con dolor, sino con ternura. Como si el permiso para volver a vivir viniera también de ellos....
...Beatriz la abrazó, y juntas miraron el cielo, ya teñido de rosado....
^^^—Sea donde sea —susurró Beatriz—, yo te voy a acompañar.^^^