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No Soy La Villana

No Soy La Villana

Status: En proceso
Genre:Romance / Autosuperación / Matrimonio arreglado / Villana / Reencarnación(época moderna) / Romance oscuro
Popularitas:5k
Nilai: 5
nombre de autor: Tania Uribe

Nací dentro de una familia con bastante poder y recursos que por culpa mía, terminaron por perderse o cediendo a otros.

Terminé en la cárcel por fraude e intento de asesinato, extorsión y amenaza premeditado hacia la única persona que creyó en mí. Sola en mi celda pagando por mis pecados y errores, en plena oscuridad y un silencio mortal e incesante, sentí una punzada en el abdomen y la sensación de que me había mojado la camiseta, pronto percibí el olor de la sangre y pese a lo oscuro que estaba vi a través de los rayos de la luz de la luna llena que entraban por los barrotes de la ventana que daba afuera, la sangre que brotaba de mi interior, mis manos se mancharon de sangre enseguida y en ese momento de desesperación una voz retumbó en las paredes de mi celda.
"Tu destino será morir a menos de que cambies tu rumbo..."

Rogué y supliqué por cambiarlo y luego de eso la oscuridad invadió mi campo visual y supe que había llegado mi hora.

NovelToon tiene autorización de Tania Uribe para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 17: Cenizas del Pasado

NARRADOR OMNISCIENTE

La noche del incendio había iniciado como cualquier otra. Una velada tranquila, una copa de vino en la terraza, la brisa perfumada de la primavera entrando por las ventanas abiertas.

Einar e Ylva se amaban en silencio, como dos almas que ya no necesitaban palabras. Ella, con risa ligera y alma rebelde. Él, con corazón de hierro y manos que temblaban solo por ella.

El fuego comenzó en el ala oeste de la antigua casa solariega. Nadie supo exactamente cómo. Pero tan pronto Einar percibió el humo, no dudó ni un instante. Corrió entre las llamas, entre las columnas que crujían y paredes que colapsaban.

—Sabía que vendrías...—Murmuró Ylva.

Einar logró levantar la viga ardiendo en dolor. La sostuvo contra el hombro derecho y la cargó fuera del infierno que consumía sus recuerdos más preciados. Pero fue en ese instante que al cruzar el umbral. Parte del techo cedió.

Una lengua de fuego lamió el costado de su rostro, lo quemó con saña, como si el destino decidiera dejarle una marca de por vida. Aun así, no soltó a Ylva.

La sacó, medio ciego.

Y ella, cuando despertó lo primero que escuchó fue el goteo pausado de una máquina. Luego el leve murmullo de las enfermeras. Él tenía el rostro cubierto, vendado con esmero. Y allí estaba ella, Ylva a su lado, ambas camas en la misma habitación. Su mano en la de él.

—Sigues aquí...—Murmuró él con voz ronca.

Ylva sonrió, débil pero hermosa.

—Claro que sí. No iba a dejar que te perdieras sin mí.

Él giró apenas el rostro, y una punzada de dolor le atravesó la sien.

—No..., no me mires. Estoy...—La voz se quebró—. Soy un monstruo.

Ella negó con la cabeza, su mirada brillando con lágrimas y amor.

—No eres un monstruo, eres un ser humano como todos los que vivimos, respiramos y caminamos en este mundo... Eres mi Einar...—

Cada una de las palabras de Ylva quedaron grabadas en la mente de Einar como los nombres en la lápida.

Murió dos días después. En un hospital blanco, frío, entre sábanas limpias y palabras que ya no podía pronunciar. Sus últimos gestos fueron sonrisas. Y su última mirada, fue para él.

Él no lloró, entonces. No podía hacerlo. Pero cuando ella cerró los ojos por última vez dos última vez por dos días después, el silencio lo partió como una espada.

Desde entonces, fue que comenzó a llamarse la "Bestia de Hess". No porque los demás lo dijeran, sino porque él mismo se lo impuso. El rostro quemado era su penitencia, y la máscara plateada, su armadura contra el mundo que no entendía más.

Pero nadie supo jamás que, en el fondo, él era un hombre roto... que alguna vez fue amado por una mujer que no le temía a las cicatrices.

Einar no volvió a sonreír como antes. Los médicos le ofrecieron opciones, injertos, cirugías. Pero él se negó. Dejó su rostro como estaba. La mitad aún intacta, la otra marcada por las llamas. Un recordatorio. Una cicatriz del amor perdido. Y así nació la leyenda.

La Bestia de Hess...

No era el rostro quemado lo que intimidaba. Era la ausencia de luz en sus ojos. El silencio. La forma en que se alejaba del mundo, como si ya no perteneciente a él.

Meses después de aquella tragedia Einar volvió a ver a Alicia y esta al saber del accidente no dudó en apoyarlo, o eso creía él. Sin embargo, tras semanas de convivencia. Einar tomó valor y le mostró sus cicatrices a Alicia y ella no gritó, no dijo nada, simplemente tocó su mejilla y ella sonrió. Pensó que al fin había encontrado a alguien que realmente veía más allá de las cicatrices. Pero luego de tres años... nunca se dio cuenta del verdadero rostro de Alicia hasta hace apenas unas horas supo que esa mujer no era lo que él pensaba, y sobre todo después de oír cómo se expresaba de él realmente.

A su vida llegó una muchacha de ojos cafés y sonrisa tierna había aparecido en su vida. Y aunque Einar no lo aceptara, algo en ella—su voz, su manera de mirar, su honestidad desarmada—empezaba a rasgar las costuras de esa coraza que había cosido con dolor y cenizas.

Ylva lo había amado por quien era.

¿Sería posible que alguien más pudiera volver a ver más allá del rostro destruido?

Afuera, el viento agitaba las copas de los árboles. Y el corazón de Einar comenzaba, por primera vez en años, a recordar cómo era latir sin miedo.

Tres años pasaron y el dolor de ese recuerdo permanecía aun latente en su mente.

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💞YeniLu💞
Era toda una villana en su otra vida 😭😭
💞YeniLu💞
Se lee interesante. Espero que no sea cliché como todas las demás. /Smile/
Teresa Perez
excelente día gracias por más capítulos
Tania Uribe: De nada /Good/
total 1 replies
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