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BEATRICE, LAS DOCE PRINCESAS BAILARINAS

BEATRICE, LAS DOCE PRINCESAS BAILARINAS

Status: Terminada
Genre:Completas / Magia y demonio / Diferencia de edad / Demonios
Popularitas:11k
Nilai: 5
nombre de autor: Guadalupe Nieves

El Sultán Murad, un hombre de 45 años, debió ascender al trono contra de su voluntad, debido al mandato del espíritu guardián del maldito de su padre; sin embargo, debido a los traumas que tuvo al crecer en el harem de su progenitor, lo que realmente deseaba era poder rehacer su vida lejos de aquel país.

Por una alianza realizada con el monarca del reino vecino, el rey Guillermo, decidirá viajar a tierras extranjeras con el fin de buscar esposa y así sellar por completo los acuerdos de paz entre ambas naciones. Sin imaginar, en su camino se cruzaría con la segunda princesa bailarina, maldita de nacimiento, y la cual provocaría que el espíritu guardián le hiciera una propuesta: salvarla de su maldición a cambio de su libertad.

Siendo un hombre completamente opuesto a lo que se esperaba en un gobernante, y sabiendo que su querido hermano menor podría ser el futuro sultán, acepta el trato.

¿Podrá ir en contra de tal poderosa maldición?

¿Podrá salvar a la segunda princesa bailarina?

NovelToon tiene autorización de Guadalupe Nieves para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 15

La abuela Baba observaba con atención la arena que había estado alrededor de la explosión que se había llevado a Betty y al sultán.

Frotando ambas palmas, hizo que la arena brillara de una forma especial gracias a la fricción.

—Jeremy Jr—susurró.

Un joven vestido de mayordomo se acercó a la anciana. Era el hijo adoptivo de los duques, por lo que había accedido a ser su mayordomo para devolverles a ellos el darle un hogar a un simple huérfano cómo él.

—Dígame, abuela Baba—respondió el joven mayordomo.

—Comunícate con el vaticano y haz que los hechiceros que hicieron el anillo rastreen a Beatrice—ordenó—lo más probable es que se encuentre en un barco no lejos de aquí.

—¿Qué vio, abuela Baba?—preguntó Samuel confundido.

Sabía que la abuela Baba tenía el don de la visión, aunque por si edad había disminuido. Por eso era importante prestarle atención cuando tenía una visión.

—El anillo sí funcionó—explicó la anciana—de hecho la protegió.

—¿Entonces cómo el demonio la encontró?—ahora Jeremy jr. era el confundido.

—Las heridas del hermano menor del sultán Murad—continuó explicando la abuela Baba—el visir Ibrahim, fueron hechas con energía demoníaca. Estas sirven como un vínculo entre él y su sangre. Es algo muy rebuscado, pero el demonio usó esto para localizar al sultán y así dar con la princesa Beatrice.

Samuel asintió y una vez todo estuvo listo, un nuevo carruaje partió de regreso a la capital, mientras que otro partió al vaticano. Observando a la anciana pálida, el príncipe no pudo evitar disculparse por lo sucedido.

—Cuando el destino marca su ritmo—respondió la anciana—solo los dioses pueden ir contra este. No es necesario que se disculpe, más aún por algo que tenía que suceder.

—¿solo los dioses?—preguntó escéptico—entonces no hay forma que el resto de mis primas puedan...

—Una cosa es el destino, su alteza—aclaró—otras son las pruebas. Si Anastasia lo hizo, ¿por qué no las demás? Es preferible caer luchando que morir sin hacerlo.

—Es usted muy fatalista, ¿no?—preguntó con el ceño fruncido—su franqueza me hace recordar a mi abuela.

—¡Ja, ja,ja!—se rio la anciana—¡Es un honor que recuerde en mí a la reina madre!

La abuela Baba suspiró con cansancio, podía entender el miedo del príncipe Samuel. Como bruja blanca, estaba acostumbrada a ver una situación desde múltiples perspectivas para buscar el mejor resultado. Por lo que, mientras la muerte no la llamara por anciana, intentaría ayudar a las princesas.

—Y por lo mismo sé que ya tiene algo planeado—dijo Samuel—¿no?

—¡Adivinó muy bien, su alteza!—respondió la abuela del papa—si exorcismos la energía demoníaca del cuerpo del visir, el demonio no podrá usarlo para rastrear al sultán y mucho menos a la princesa Beatrice.

—¿Curarlo?—cuestionó curioso.

—Algo así, de hecho hace un tiempo la duquesa pasó por algo similar—explicó la anciana—el problema es que es una herida hecha por energía demoníaca, por lo que no sé si pueda curarlo por completo. Pero es seguro que podemos purificarlo.

—Entonces, ¿toca viajar a tierras extranjeras?—preguntó un poco nervioso.

—Sí, así es—respondió—y allí es donde entrará la quinta princesa.

Con el ceño aún más fruncido, el príncipe Samuel escuchó atentamente el plan que había desarrollado la nana de las princesas. Suspirando con preocupación, no sabía si aquello sería apoyado por sus padres o por su abuelo. Por lo que, una vez llegaron a la capital, la abuela Baba se quedó en la mansión ducal.

Allí, la anciana hablaría con la quinta de las doce princesas bailarinas, mientras el príncipe solicitaba una reunión de emergencia con su abuelo y sus padres, quienes lo esperaban preocupados ante su estado de salud y la desaparición de Beatrice.

.

.

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La mansión ducal, antigua casa principal de los duques de rosaria, se componía de una mansión de estilo victoriano, acogedora en comparación a las mansiones circundantes más moderna. Uno de sus mayores atractivos era no solo su enorme jardín, sino también una biblioteca circular, cuyo centro se ubicaba una escalera de caracol.

Como lo suponía, la abuela Baba encontró a la mayor del segundo embarazo de la duquesa, sentada en un sofá, leyendo una enciclopedia que no era propio de una joven de su edad. Desde que había nacido, era como si su alma no tuviera emoción, lo único que le interesaba era consumir conocimiento.

Aunque era una combinación de Anastasia y Beatrice, lo que la hacía lucir mucho más atractiva a tan joven edad. Su seriedad solo realzaba el misticismo alrededor.

—La hacía descansando, nana—habló sin apartar la mirada del libro—¿cómo se siente?

—¿Esa es la forma de saludar que le enseñe, princesa Erin?—cuestionó un poco molesta.

—Si fuera cariñosa como mis hermanas, ya la hubiera abrazado—levantó su mirada—en fin, ¿cómo sigue mis hermanas?

—A eso vengo—dijo sentándose en el sofá de al frente—Beatrice necesita tu ayuda, por lo que, ¿te gustaría ir a la capital de Arubia?

—¿Lo pregunta por la gran biblioteca que hay allí?—cuestionó dudosa.

—¡Exacto!—confirmó su nana—a cambio de llevarte, debes hacer una pequeña cosa por mí.

—Cualquiera pensaría que debe sobornarme para ayudar a mi hermana mayor—dijo sarcástica.

—Sé que la quieres, pero lo que te voy a pedir implicará que te quedes bastante tiempo en Arubia y por lo menos la gran biblioteca te servirá de distracción.

La abuela Baba negó un poco con la cabeza, la conocía muy bien. La quinta princesa era quizá la más inteligente de todas sus hermanas, y conociendo el destino que le deparaba al lado del visir Ibrahim, solo ella quizá podía ayudar a Beatrice.

—¿Y qué es, según usted?—cuestionó Erin.

—Quédate hasta tu mayoría de edad, viviendo en Arubia—explicó—si convencemos a tus padres, entonces el lazo que el visir tiene se romperá y se uniría a ti. Por lo que el demonio no lo usaría para rastrear a tu hermana. Erin, te hablo de esta forma porque sé que eres inteligente.

—Sabe que quiero estudiar para ser erudita—aclaró—no puedo vivir para siempre en Arubia, menos sabiendo que yo también seré maldita cuando cumpla mis 16 años de edad.

—Salvarás a tu hermana—dijo la anciana.

—¿Y si no sucede?—refutó Erin—y si la única de las doce capaz de romper su maldición fue solo Anastasia, ¿de verdad cree que Beatrice y las demás podremos hacerlo? ¿De verdad tendremos un final feliz?

La anciana siguió insistiendo, segura, que para ese momento ella tendría un anillo para protegerla y que lo más probable fuera que su unión con el visir pasará a ser algo más.

Sin embargo, si Erin aceptaba a hacer el sacrificio de quedarse hasta que todo pasara, siendo el único elemento que faltaba para purificar el cuerpo del  visir, entonces habría valido la pena.

1
Claudia Patricia Cruz Saa
Queremos maratón autora nos tienes abandonadas
Claudia Patricia Cruz Saa
Más capítulos por fa
Rebecca H
uuuy... pues que espléndido te viste cabron
Rebecca H
no manches
Rebecca H
porque
Porque siempre los dioses caprichosos y los demonios malditos hacen con los hombres no se les antoja su gana...
aaaag. que coraje
Rebecca H
oh. oh.
teníamos que saber esto???!!!
Rebecca H
pero Beatriz y Anastasia estabsn en un trance de sueño cuando fueron violadas y violentas por esos demonios.
y al regresar baba aseguró que habian perdido su virginidad...
ahí ya no entendí.
Rebecca H
es un cambio muy drástico después de ser un gordito y feo al que despreciaban.
ahora lo desoreciaran por flaco y feo jajajaja
Rebecca H
la esclava???
o la que se suicidó??/Skull/
Rebecca H
como crees???/Sob//Sob//Sob/
susej orta
todo un papito y ella una mamita
susej orta
Excelente
Rebecca H
waooo
sublime
hermoso
maravilloso...
Ojalá le hagas justicia a este héroe...
Rebecca H
que lo mate.
será en defensa propia
Rebecca H
entonces fue el demonio de Anastasia el que murio
por eso corrompe y laceraba el cuerpo de Beatriz?
como venganza. por su hermano maldito demonio
Elsa Orivas: continuando con el cuento que pasara
total 1 replies
Rebecca H
y ahora que hizo esta señora...
suena que está madre tiene mucho que ver con la maldición de sus hijas
Rebecca H
porque murió el demonio de Beatriz ..?
alguien me puede informar?
Rebecca H
todo lo que falta por pasar...
será épico este novelon
Rebecca H
otra más
ya que acabe la masacre
parece los pasajes de Edgar Allan poe
Rebecca H
no entiendo este formato...
me estoy confundiendo
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