La vida de Valeria da un giro inesperado cuando descubre la infidelidad de su novio, Alex. Desolada y herida, decide marcharse sin decir una palabra, buscando refugio en la casa de su amiga. Alex, al darse cuenta de su ausencia, se embarca en una búsqueda frenética para encontrarla, convencido de que puede reparar su relación. Sin embargo, su mejor amiga, Claudia, está decidida a proteger a Valeria del dolor que su ex le ha causado y se niega a revelar su paradero.
A medida que Alex se enfrenta a obstáculos y a la interferencia de su amante, Valeria comienza a redescubrirse y a sanar. Pero cuando el amor verdadero está en juego, las decisiones del pasado pueden amenazar el futuro.
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Capitulo 15: Desiciones complicadas
**Alex caminaba por las calles vacías, con la cabeza llena de dudas.** Cada paso que daba lo acercaba más a una inevitable verdad: había perdido a Valeria, quizás para siempre. **El peso de sus errores le aplastaba el pecho.** Sabía que encontrarla era una posibilidad, pero también sabía que tal vez ella no querría ser encontrada.
—*¿Debo seguir?* —se preguntaba una y otra vez, mirando su teléfono en busca de una pista, algo que le indicara que aún había esperanza.
**Sus amigos le habían dicho que siguiera adelante, que dejara el pasado en el pasado, pero su corazón no estaba listo para aceptar esa idea.** No podía imaginar su vida sin Valeria, y el solo hecho de pensar en rendirse le provocaba una profunda angustia.
—*¿Y si ya es demasiado tarde?* —pensaba, luchando contra el miedo de haberlo arruinado todo para siempre.
**El eco de las palabras de Sara resonaba en su mente, confundiendo aún más sus sentimientos.** Ella no dejaba de presionarlo para que olvidara a Valeria y avanzara con su vida, pero Alex no estaba seguro de si sus intenciones eran genuinas o simplemente egoístas.
**Con el corazón dividido, Alex se detuvo frente a un café.** Tomar una decisión ahora parecía imposible, como si ambas opciones estuvieran condenadas a llevarlo al fracaso.
—*¿Sigo buscándola o la dejo ir?*
**La decisión no solo afectaría su vida, sino también la de Valeria.** Y en el fondo, sabía que forzarla a regresar podría ser el mayor error de todos.
**Alex entró al café y se sentó en una mesa junto a la ventana**, observando cómo la lluvia comenzaba a caer. El sonido de las gotas golpeando el cristal acompañaba el tumulto de sus pensamientos. **Había intentado todo para encontrarla**, pero cada pista lo llevaba a un callejón sin salida, a un vacío que lo hacía preguntarse si Valeria siquiera quería ser encontrada.
—*¿Y si ya no hay marcha atrás?* —murmuró para sí mismo, sintiendo cómo la desesperanza se asentaba en su pecho.
**Tomó su teléfono una vez más, con la esperanza de que algún mensaje de Valeria hubiera llegado, alguna señal que le indicara que todavía había algo que salvar entre ellos. Pero la pantalla seguía en blanco,** como lo había estado desde el día en que ella se marchó sin despedirse.
—*No puedo seguir así,* —se dijo, cerrando los ojos y apoyando la frente en sus manos—. *Tal vez la mejor opción sea dejarla ir... dejar de perseguir fantasmas.*
**Pero entonces, la imagen de Valeria apareció en su mente, más fuerte que nunca.** Recordó su risa, la forma en que lo miraba cuando pensaba que él no se daba cuenta, los momentos que compartieron cuando todo parecía perfecto.
—*La amo,* —susurró, como si decirlo en voz alta lo ayudara a aclarar lo que sentía.
**Pero, ¿sería suficiente el amor para corregir el daño que había causado?** Alex sabía que había cruzado límites que quizás eran irreparables. Sin embargo, una parte de él no quería rendirse, no quería aceptar que la historia con Valeria había terminado.
—*¿Qué hago, Val?* —murmuró mirando hacia el cielo gris, como si esperara una respuesta que nunca llegaría.
**Alex suspiró profundamente**, su mirada perdida en las gotas que resbalaban por la ventana. **Por un momento**, se permitió imaginar qué pasaría si la dejara ir. Si aceptaba que ya no habría más oportunidades de arreglar lo que rompió. **La imagen era devastadora.**
—*¿Cómo voy a vivir sabiendo que lo arruiné todo?* —susurró, sintiendo que el nudo en su garganta se hacía más fuerte.
**Mientras el café se enfriaba frente a él, su mente vagaba entre recuerdos y promesas rotas.** La culpa lo corroía, pero también lo hacía el miedo de que su búsqueda fuera en vano. **Si Valeria había decidido no volver, ¿quién era él para obligarla a regresar?** Quizás, lo mejor para ambos sería aceptar la realidad y dejar que cada uno siguiera su camino.
—*Pero...* —su pensamiento se interrumpió. **No podía ignorar lo que sentía.** No podía simplemente rendirse sin luchar hasta el último segundo.
**En ese momento**, su teléfono vibró sobre la mesa. El corazón le dio un vuelco al ver el nombre de un viejo conocido que podría tener información sobre Valeria. La pequeña chispa de esperanza que había estado buscando durante días apareció de nuevo.
—*¿Será esta la señal que necesito?* —Alex se preguntó mientras tomaba el teléfono, inseguro de si responderlo lo acercaría más a ella o lo empujaría definitivamente al abismo de la pérdida.
**Respiró profundamente antes de contestar.**