La Última Promesa

“ Hace dos vidas atrás: siglo XV”

  ¿Sabes algo? -su voz temblorosa hacia notar el dolor que cargaba-

 _Claro, dime. -a pesar del cansancio y dolor que sentía, no podía negarme a escucharlo- 

 _Cuándo te ví por primera vez juré que no importaban cuántas vidas y tiempo me llevase, tú eras a quién mi alma había escogido para que estés a mi lado. -sus ojos reflejaban el dolor que sentía en su cuerpo-.

 _¿Porqué me dices esto ahora?. Sabes que no es el momento ni lugar. Lo único que tenemos que hacer ahora es guardar silencio, además debemos juntar nuestras fuerzas.

  Lo tenía recostado sobre mis piernas, ya no pude contener el veneno que se esparcía por todo su cuerpo, el no tener mi poder provocaban que el temor y la desesperación en mi interior crecieran. No sabía cuánto tiempo nos quedaba, no sólo a nosotros sino al resto también. Miraba a todos los que se encontraban a mi alrededor en lo profundo del castillo, todos los tipos de nobles que pudieran existir estaban cerca nuestro, incluso los seminobles e híbridos estaban presentes, y aún dispuestos a luchar a nuestro lado. 

  Todos ellos heridos y con alguna mutilación en su cuerpo. La desesperación y el dolor se apoderaban de ellos, el sobrevivir sería un verdadero milagro de los dioses. Todos luchando por vivir un minuto más, hablando unos con los otros y curando sus heridas. La guerra nos había alcanzado una vez más.

   La codicia, el orgullo y la ambición de obtener hasta la última gota de poder, nos trajeron a vivir a todos esta situación. En un momento en el que mi mente se veía envuelta en pensamientos en dónde buscaba como solucionar esto, él logra apoyar su mano sobre mi pecho. Con una sonrisa media rota, la voz ronca y los ojos llenos de lágrimas, utilizando la poca fuerza que le quedaba dice:

 _Esto que tienes aquí es más grande que cualquier cosa, los dioses nos hacen creer que son mejores y créeme no es así. Jamás serán mejores que nosotros porque ellos no tienen lo que tú si. 

_Entonces dime ¿Qué es eso que tengo que los dioses no poseen? -ya no podía seguir hablando, el nudo en mi garganta se hacia cada vez más grande-.

_Tú tienes corazón, benevolencia y esperanza y eso es algo que los dioses perdieron al ver cómo nos fuimos destruyendo entre nosotros. Tú posees la esperanza de unificar todos los clanes sin hacer diferencia entre nobles y seres que viven en nuestro mundo. -cada palabra le dolía, cada vez que respiraba agotaba la poca fuerza que le quedaba-

 _Vlaryz por favor ya no hables, guarda tus fuerzas. -no podía seguir viéndolo sufrir-.

  En un momento Seth el mayor de los tres hermanos del clan Dlivesh, se acercó a dónde estabamos. Un Gran corte sobre su ojo derecho le había arrebatado ya la vista de ese lado Pero aun así permanecía firme y decidido a continuar luchando. A pesar de ser uno de los más fuertes, no pudo hacerle frente al mal que nos acechaba, además se veía la pena en su mirada. Seth había perdido a sus dos hermanos menores a manos de la autoproclamada reina de todos los seres y nobles de nuestro mundo. Seth entre los mundanos era venerado y temido cómo un ser superior, él era capas de provocar la guerra con sólo encender la ira en el corazón de los hombres. Al ser considerado el dios de la ira, guerra y la oscuridad, nuestros creadores le prohibieron la entrada al mundo de los mundanos, para así preservar nuestro mundo en secreto. Él entre los nobles de nuestro mundo, era tenido cómo uno de los grandes líderes de clanes y un ser verdaderamente poderoso, quién junto con sus hermanos eran capaces de acabar con filas enteras de invasores que ingresaban a nuestras tierras. Osiris capaz de resucitar a sus hermanos y guerreros, Horus capas de calcinar a cualquiera con sólo mirarlo y Seth capaz de crear una guerra con sólo un susurro y de llenar la tierra de oscuridad. Juntos eran invencibles. Pero quién nos acechaba era demasiado poderosa y lista, separando a los hermanos fue capas de vencerlos. Dejando solamente al mayor y al borde de la muerte.

 _Principe, si la destruimos usted vivirá -a pesar de ser uno de los más fuertes y temidos líderes de clan, el mayor de los Dlivesh guardaba un enorme respeto hacia el príncipe. Ignoraba por completo el hecho de que Vlaryz lleve la misma sangre que el ser que nos llevó a la situación en la que estábamos-

 _Seth, Vlarys no puede luchar. Nadie aquí está en condiciones para hacerle frente, nisiquiera yo. ¿Acaso no has visto lo que nos hizo? -no podía contener mis lágrimas y la ira crecía en mi interior-

 _Jamás te he mencionado princesa, ni a ti, ni al príncipe. -en sus ojos sólo veía las llamas del Inframundo, y estoy segura de que si pudiera sentir lo que hay en su interior, sería lo mismo que veo en sus ojos-

 _Te necesitan aquí amigo, no puedes abandonarnos. Además eres uno de los pocos a los que no le arrebató su poder. -tose y la sangre cubre su mano. El veneno estaba acabando con él-.

   Tomando la mano de Vlarys y con la ayuda de un soldado a nuestro lado, lo pude mover y colocar su cabeza sobre una roca. No tenía mucha fuerza y cada movimiento que hacía me provocaban mucho dolor, pero aún así me pongo de pie y me alejo un poco de dónde estaba con el príncipe. Seth me sujeta del brazo para que no me caiga y cómo si supiera lo que iba a decir, sus ojos se clavan en los míos.

 _No, definitivamente no. Agotaste tus fuerzas por completo y tu poder, no tienes tu poder. -su mirada cambió por completo-

 _Sabes que aún puedo despertarlo, tú ya lo has visto antes viejo amigo. -le regalo una sonrisa-

 _Tu guardiana y mi mujer, juntos con cientos de soldados han sacrificado sus vidas para que vivas un día más -me sujeta de un brazo-  Así que has el favor y hazlo por ellos, no cometas estupideces. No te estoy hablando cómo un líder de clan, te estoy hablando cómo un hombre que perdió a su esposa, amigos y hermanos. -su mirada sólo mostraba clemencia-.

 _Y yo hablo cómo una mujer que lo  perdió todo, si hago esto no es por mi. Yo ya no tengo nada que perder, si hago esto es por el sacrificio de los que amaba, no dejaré que su muerte no cobre sentido.

" Actualidad: Siglo actual."

_No se me fue permitido guardar el recuerdo de lo que sucedió antes de la gran masacre . Pero hace dos vidas atrás algo más pasó, mi mente sólo recuerda un punto de inicio y automáticamente salta a otro punto de nuestra historia. 

 _Dijiste que sólo guardabas el recuerdo de tu inicio de misión y mis malos recuerdos, eso quiere decir que sabes algo sobre mi relación con ese tal Vlaryz. Tú guardas mis malos recuerdos.

  Aunque quería saber que pasaba, quién era Vlaryz y la razón de por qué debía de tener cuidado. Mi mente sólo me hacía sentir que lo que sucedía ya lo había vivido. El recuerdo de Ashleina torturaba mi mente. Ionela se acerca a mi y toma mi mano, para llevarme a sentarme junto a ella.

 _Él y tú no siempre tenían la mejor relación. Pero un día el odio se apoderó de tí, jamás llegué a saber cómo inicio su enemistad pero el odio que sentías siempre lo recordaré. Pero jamás voy a olvidar el día en que ese maldito te traicionó, pero sus acciones lo llevaron a un terrible castigo. También puedo recordar por alguna razón que  tú quisiste deshacerte de un recuerdo junto a él, mucho antes de que él se aprovechara de tí. -la mirada de Ionela cambió por completo, fue cómo si una gran molestia se apoderara de ella-

 _¿Acaso dijiste deshacerme de un recuerdo? Eso, ¿Es posible? -estaba impactada, jamás creí que eso fuese posible. Al menos en esta vida nadie me lo dijo-.

 _Si, pero no recuerdo que pasó después. A veces recuerdo fragmentos de cosas que noce en que punto sucedieron. Pero lo que si recuerdo es lo que él te hizo Zhartis. -los ojos de Ionela se oscurecieron-

 _Dime, ¿Que es eso que hizo, para que yo tenga que tener cuidado con él?

 _El te entregó a Ashleina, ella te arrebató tu poder. No sabes el dolor que siento al recordar esto Zhartis, el recuerdo de ese día es una maldición. -Ionela rompe en llanto y no puedo evitar sentir el dolor en su interior-

 _Ashleina, no puede ser. Entonces esa es la razón de porque debo de tener cuidado. -el miedo se apodera de mí- Pero no entiendo ¿porqué mi poder?. 

 _No lo sé, pero descuida la memoria de esos dos fue reiniciada. Fueron el único caso en el que los supremos creadores intervinieron, en el tiempo que existe nuestro mundo jamás habían intervenido en temas nuestros. Pero el caso de ese par fue la excepción. 

 _Necesito que me digas algo Ionela, algo relacionado con el recuerdo que tuve hace un rato.

 _Dime…

 _¿Porqué soy la última de mi clan? ¿Acaso mi familia no tendría que reencarnar al igual que yo lo hice? -el rostro de Ionela cambia y rápidamente se pone de pie-

   Mis preguntas fueron cómo mil espinas en el cuerpo de ella, aún en contra de nuestro juramento me atreví a sentir lo que había en su interior. El miedo, el dolor y la preocupación inundaban su corazón. Un completo caos la invadía internamente, no sabía si mi pregunta tendría respuesta o no.