Pedro es un Exmilitar que debido a una lesión se vio obligado a retirarse, siendo un adicto a la adrenalina en su retiro decide fundar una academia de deportes extremos.
Un día un accidente termino con su vida y cuando cree que es su fin termina el reencarna en el cuerpo de una chica, pero no de una cualquiera sino de la emperatriz del imperio de Arrosa, una chica mimada que está destinada a morir, y ¿Cómo sabe eso?, es porque dicha emperatriz es un personaje relleno en la novela favorita de su hermana.
Pero Carlos no está dispuesto a morir de nuevo por lo que hará lo necesario para sobrevivir.
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Capítulo 19
DANNA
Organizar una fiesta de té es más problema del que me imaginaba, tener que elegir todo para que se vea hermoso y perfecto es un maldito dolor de hue** que lamentablemente ya no tengo, pero se entiende, afortunadamente Anna y Camila eligieron todo, porque según ellas mis gustos no son muy refinados, y la verdad todo lo que me decían lo elegía al azar, por lo que quedo una cosa muy extraña, por lo que ambas se hicieron cargo.
El día de hoy será el primero en el que oficialmente saldré del palacio, ya que debo comprara un vestido apto para la ocasión, ya que mis vestidos son muy sencillos y debo lucir algo más elegante, una estupidez si me lo preguntan, a esas mujeres que diablos les importa lo que me ponga.
Salgo del palacio con al menos una veintena de guardias cuidándome, algo que no me gusta porque llama mucho la atención, pero no tengo opción, llegamos a la ciudad y puedo ver como la mayoría de las personas se detienen al ver el carruaje imperial y al detenernos muchos miran con expectativa quien saldrá.
- Por todo los demonios que incomodo – le susurro a Anna y bajo con toda la elegancia que tengo, a más bien que tiene esta chica, ya que también destacaba en etiqueta, pero hasta ahora no había hecho uso de esos conocimientos y creí que nunca lo haría “nunca digas nunca” me recita una moletas voz en mi cabeza
La gente al verme la gente segura se preguntó quién soy, y más de uno tuvo que haber deducido quien soy, ya que vengo en el carruaje de la familia imperial sin ser Camila o Amaro.
Anna me guía por las calles hasta una tienda donde venden vestidos, el lugar es muy grande y espacioso, parece un museo más que una tienda, los vestidos son exhibidos en aparadores de lo más llamativos que los hacen parecer obras de arte, pero a pesar de que son hermosos lo que veo no me gusta para nada, todos son grandes y ostentosos, debo buscar algo más sencillo y a mi gusto.
- Bienvenidas, ¿Qué desean? – nos saluda una mujer mayor de aspecto muy tierno, ya saben esas viejitas que quieres que si o si sea tu abuelita
- Vengo por un vestido para una fiesta de té – le digo con una sonrisa, tengo ganas de abrazarla, pero sé que eso es muy inapropiado
- ¿algún estilo en específico? – me pregunta
- Algo sencillo pero muy elegante, no tan voluminoso – le digo mientras le señaló los vestidos alrededor
Justo cuando la señora a decir algo una mujer alta de cabellera pateada hace su aparición en la tienda y la verdad parece una piñata\, bueno una piñata muy vulgar\, porque por el amor a los dulces en mi vida pasada he visto prost***** que se cubren más\, la mujer llevaba un vestido muy pegado al cuerpo\, con un escote más que generoso y estaba llena de joyas y le vestido llevaba muchos adornos para mi gusto\, la verdad no me esperaba que en esta época existieran prendas así\, pero bueno debo recordar que no regrese en el tiempo\, sino que reencarne en una novela ambientada en una época antigua\, así que asumo que el autor se tomó ciertas libertades
- Este lugar es una porquería – oigo que dice la mujer mientras que una chica más joven sale tras ella, asumo que por su ropa, muy parecida a la de la viejecita, es una empleada – sus empleados son unos incompetentes – dice gritando
- Una disculpa Duquesa, no fue mi intención – oigo que le dice la mujer
No sé por qué se disculpa\, pero entonces la pu** del cabello plateado le levanta la mano a la mujer y eso sí que no lo admito\, no sé qué hizo la chica pero en realidad luce apenada y no se merece que esa pe**a la golpee\, así que la detengo
- Pero ¿a ti que te pasa? – le digo muy enojada
- Tu mugrosa quítate de mi camino, esa estúpida muerta de hambre se atrevió a manchar mi vestido y me deberá pagar – dice muy ofendida pero yo veo su vestido y está en perfecta condiciones
- Y ¿en dónde lo mancho?, yo no veo nada – le digo mientras la suelto y la arrojo hacia atrás para evitar que vuelva a atacar a la empleada, lo que hace que trastabille un poco
- Eso es porque seguro eres una inculta como esta – me dice, y allí me enojo
- A ver pe**a, no me buques, porque hasta ahora he sido amable contigo, pero no me quieres conocer enojada – le digo
- Tu como te atreves a insultarme maldita estúpida pobretona, acaso no sabes quién soy, soy Paula Cravo hija del Duque de Cravo maldita rata insignificante, ya verás mi padre no dejara pasar esta ofensa – dice la muy estirada y se va
- Huy que miedo mira como estoy temblando – le digo a lo que ella me dedica una mirada llena de oído y se va – ojala no la tenga que ver nunca mas
- Pues eso no se podrá mi señora – oigo que me dice Anna a lo que yo la miro interrogante – ella es una invitada a su fiesta – me dice
- ¡carajo! – digo muy enojada
Después de mi exabrupto, que dejo muy desconcertadas a las dos vendedoras, pero estas fueron muy profesionales al no hacer ningún comentario, es más aquella que defendí de la zor** esa me agradeció, y ambas mujeres muy amablemente me atendieron.
Después de lo que me parecía una eternidad, debido a que Anna descartaba todas mis opciones por calificarlas como muy sencillas ella termino eligiendo el que sería mi atuendo y la verdad quede muy satisfecha ya que ella respeto mis gustos pero los llevo a un punto óptimo para ser adecuado, ya con el vestido listo ambas volvimos al palacio.
Después de casi una semana la fiesta al fin había llegado y yo estaba muy nerviosa, la buena noticia era que Camila también asistiría, estaba segura que ella me sabrá controlar, porque si de algo estaba segura era que si volvía a ver a esa estúpida le iba a saltar encima, aunque pensándolo bien creo que esa tendrá que ser la tarea de Anna, porque cuando llegamos y le cometamos el incidente que paso en la tienda su repuesta fue.
- Ojala le hubieras partido la cara – dijo para después irse muy enojada
Obviamente lo último que quiero es en enfrentamiento ya que eso puede afectar las relaciones con la familia imperial, lo que es lo mismo, pude afectar a Amaro, le pregunte a Anna si era posible cancelar la invitación a aquella mujer, pero mi dama me dijo que no era posible ya que su padre era de los duques más influyentes, así que no me queda de otra más que aguantarme.