Mi Inocente Italiana

_ mi pasaporte ya está vencido, es de cuando tenía cinco años, pero se lee perfectamente bien mi nombre, pues lo he conservado muy bien.

_ y podrías decirme cuál es tu apellido?

_ mi nombre es Emma Aurora Santoro Marotti.

Vitaly palideció, no podía creer como era el destino, sorprendente e increíble, Emma ha llegado justo a la vida de él, para que la reencuentre con su padre, pero había tanto que hacer y decir que no sabía por dónde empezar, se quedó mudo, analizando que iba a hacer, no era fácil decirle a Emma sobre su padre, y el porqué está allí en Rusia cuando debería estar en Italia, tampoco sabía que iba a hacer con Mateo, tenía que tomar todo con calma, y lo primero era ver el pasaporte de la chica y luego ver que hacer.

_ te sucede algo?

_ no, no solo te escucho, y será que puedo ver tu pasaporte?

_ si claro están en mi habitación, junto a mis cosas.

_ vamos, quiero verlo

Salieron del despecho, y subieron a la habitación de Emma, al entrar, la chica buscó entre una vieja bolsa un pañuelo, allí tenía cuidadosamente envuelto lo que la llevaría a sus padres.

Vitaly abrió el pañuelo y allí estaba el pasaporte, y una pulsera, en ella decía Santoro, tomó el pasaporte y allí estaba el nombre de Emma, entonces si esa debe ser, se decía así mismo.

_ me puedo quedar con el pasaporte, es mientras podemos dar con tus padres, yo te lo devuelvo apenas sepa algo de ellos

_ sí, está bien, pero si los llegas a encontrar me avisas de inmediato por favor, quiero que sepan que estoy viva, quiero ser yo quien les diga cuánto los odio por dejarme allí.

_ no debes guardar rencor, quizás debas conocer la versión de ellos

_ cuál sería? No hay una razón para que un padre abandone a un hijo en un orfanato.

Las palabras de Emma salían con tanto dolor que Vitaly se dio de cuenta que tenía que actuar rápido y sobre todo tenía que buscar la manera de cuando Emma viera a su padre no lo rechazara.

También estaba más que claro que Emma no podía seguir trabajando de sirvienta en la casa de sus padres, tenía que sacarla de allí y tenerla en un mejor lugar, Mateo no le perdonaría que sabiendo que Emma es su hija, la tenga trabajo de empleada doméstica.

_ quiero pedirte un favor

_ si, el que gustes

_ mañana no vayas a trabajar, yo necesito salir del país y deseo que te quedes aquí

_ no podría faltar a mi trabajo, los señores Ivanova me podrían despedir.

_ claro que no, yo los llamaré y les diré que te quedarás en casa, necesito que ayudes un poco a Esperanza

_ no sé por qué deseas eso, pero está bien.

_ también me llevaré la pulsera, todo te lo devolveré

_ si está bien.

Emma, tenía claro que Vitaly la quería ayudar, así que no se opuso a qué se llevara lo que había guardado.

Vitaly salió de la habitación y se fue nuevamente al despacho, tenía que pensar en que iba a hacer, lo primero era avisar a sus padres que Emma no iría a trabajar, todavía no les contraía que ella es la posible hija de su amigo Mateo, pero con tantas pruebas ya no tenía tantas dudas, luego viajaría a Canadá, tenía que hablar con su amigo.

Muy temprano Vitaly avisó a su madre de que Emma no iría a trabajar, le prometió que cuando regresara de su viaje le contaría lo que había descubierto.

Vitaly se comunicó con Mateo, no le dijo nada al respecto, solo que iba para allá.

Horas después de un largo viaje, Vitaly ya estaba en Canadá, llamó a su amigo para saber si estaba en la empresa, pero Mateo estaba en su mansión, así que se dirigió hacia allá, era mejor tratar el tema en un lugar más seguro, cualquier información podría filtrarse y poner en riesgo la vida de Emma y él no iba a correr ese riesgo.

_ que tal amigo? ¿Por qué esa llamada tan repentina, y venir hasta acá, si apenas un día te habías ido de aquí, qué pasó?

_ que tal hermano, bueno es mejor hablarlo en persona ya sabes que hay cosas en este negocio que no es bueno tratarlo por teléfono

_ si tienes razón, pero dime qué es lo importante que tienes que hablarme, vamos a mi despacho.

Vitaly no sabía por dónde empezar, se sentó y le pidió un trago de whisky a su amigo, el que era un hombre frío, que cuando hablaba de lo que sea, no era difícil para él, pero todo lo que tenía que ver con Emma lo sacaba de control.

Mateo le sirvió el whisky, y se sentó a esperar, que su amigo le contara a qué había ido.

_ pues tú me dirás

_ verás, creo que encontré a tu hija. Le soltó de golpe y Mateo se levantó de golpe al escuchar aquello

_ ¿ Cómo es eso? Dónde está? ¿Dime, está bien? Está viva?

_ calma amigo, siéntate y escúchame primero

_ hace tiempo una chica de más o menos dieciocho años, entró a trabajar a casa de mis padres, la conocí el día del cumpleaños de papá, pasaron cosas, la saqué de dónde vivía y la lleve a vivir a mi casa, pero sigue trabajando con mis padres, bueno hasta ayer, porque la dejé en mi casa, porque si es tu hija no podemos tenerla como sirvienta en casa de mis padres.

_ no claro que no, es un trabajo horneado, pero mi hija no puede estar trabajando de sirvienta.