La Princesa Y El Tutor

Darcy le cuenta la noticia a su prometida, ella contenta por el resultado del divorcio y que su madre ahora era libre. Pues solo faltaba poco días para la boda de ambos príncipes. Layla ya estaba desesperada por salir de su habitación que los días pasaban lentos para ella, pero con la visita constaté de su madre la ayudaba mucho a no sentirse aprisionada, además que le contaba como crecía la relación entre ella y Harold, madre e hija son como mejores amigas pues no hay secretos entre ella y se tiene la confianza de contarse todo.

Y entre las noches Layla dormía en los brazos de su prometido sin tener relaciones aún. El día tan ansiado ha llegado, el emperador todavía no ha desalojado del palacio a Miriam, pues lo hará está misma noche de la boda para dejarla en ridículo de ya no ser la emperatriz.

Las criadas ayudan a la princesa Layla en arreglarse con su vestido de novia, ya que era muy grande. El palacio contaba con su propio templo real, siendo ahí el punto de reunión para los Invitados.

— ¡Princesa!... ¡Esperé, por favor!... Aún falta arreglarle un poco más el moño.

— lo siento, pero ya quiero bajar a la iglesia— declaró felizmente Layla con su vestido en manos.

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Los invitados toman asiento esperando a la novia. Miriam toma su lugar en el lado de la novia y retirada de Graciela y su hija, la concubina no se sentía molesta de estar en la reunión ya que presiente que la próxima boda que se celebrara sera la de ella y el emperador. Isabel usaba un peluquín para ocultar su castigo, a leguas se notaba lo falso que era. Darcy aguardaba en el altar a que su novia apareciera.

Las trompetas suenan anunciando la entrada de la prometida. Iba siendo escoltada por su padre que este a la vez que avanzaba le hablaba con disimulo.

— ¿Sabes?... No me afecta que tú madre se haya divorciado de mi. Ya que te tendré a ti para suplantarla en los deberes de la corona. Se que eres tan buena como ella.

— lo siento, padre... Pero tendrás que hacerte cargo desde ahora tú... Ya que me voy del país junto con mi futuro esposo y madre. Sí necesita a alguien que te ayude, tendrás a tu amante e hija sin gracia. Yo y mi madre trataremos de ser felices en otra parte y lejos de aquí...— Enrique miraba frunciendo el ceño a Layla por la declaración de abandono.

Sin embargo, Layla no piensa dejar que su imperio natal pueda ir en declive por la mala administración de su padre y si se le ocurre casarse con su concubina sería aún peor, este país podría irse a la ruina. Por eso ella tiene un plan reservado al final cuando su padre de el brazo a torcer.

Layla deja de tocar a su padre para tocar la mano de Darcy... Como todo inicio matrimonial, empiezan con las dulces palabras... Sin embargo, la joven pareja solo esperaba el sí. El momento llega y el padre hace las preguntas.

— Darcy Smith... ¿Acepta en santo matrimonio a Layla Clover y prometes amarla, cuidarla por el resto de vida?

— sí, lo juro.

— y tú, Layla Clover ¿Acepta en santo matrimonio a Darcy Smith, promete estar con él en la buenas y en las malas, en la salud y enfermedad hasta que la muerte lo separe?

— lo juro...

— pues lo declarado marido y-...

No dejaron de terminar al padre cuando se dan ya el beso de afirmación.

Todo el mundo aplaude el suceso, se levanta y la pareja caminaba por el sendero al final del templo.

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El comienzo de la celebración sigue con el baile de los recién casados. Todo el mundo quedan maravillados con lo hermoso que se ven. Darcy y Layla compartiendo el primer baile en la noche. Cambiándose de vestuario para más comodidad en la reunión.

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Al terminar el vals, dejan ser el centro de atención y van a beber una copa de champagne... El camarero le ofrece uno a cada uno, en ese momento, su madre venía alegremente del brazo de Harold.

— madre... Te ves tan radiante.

— gracias mi pequeña, tu también te ves hermosa.

Feliz se sentía la nueva familia, hablando entre ellos y dejando a los ingratos por fuera. Enrique y lo que le quedaba de familia, su amante e hija miraba en recelo como ellos se llevaba la atención y más al escuchar los murmullos de los invitados.Y aunque sea una fiesta de boda se rodaba los rumores sobre que la ex-emperatriz tenía un amante en secreto y por eso se divorció del emperador.

— pues ese rumor que todos hablan es verdad, mira como la ex-emperatriz va del brazo con el emperador del reino pica... ¿Será él la razón de su separación?

Declara una duquesa— la veo más contenta con él que con su antiguo esposo. Me encanta cuando una mujer se supera y trata de dejar el mal que la acobijaba... Además, el emperador Harold es un hombre atractivo y esa cicatrices que se asoman hace verlo como un guerrero que toda mujer quisiera tener.

— ¿Que será del emperador?

— de una vez digo que hay que prepararnos de los bajones que tendrá este reino, puesto a que la ex-emperatriz siempre era la que mantenía a flote la economía y balanceaba todo en el imperio.

Alguien toca su copa con un tenedor para que los presentes prestaran su atención al centro del salón, pues nada más se trataba de él emperador Enrique.

— queridos invitados... Como mucho ya sabrán la emperatriz y yo nos hemos separado. Lamentablemente ella tendrá que dejar el palacio ya que dejó de ser una monarca, por eso será hoy la última vez que la vea caminar por estos lados de la realeza...— la mayoría se asombraban mientras que otros se lo esperaban, pero no esperaban a que el gobernador Harold saliera a defender a Miriam.

— con todo respeto, su majestad, déjeme decirle que está perdiendo a una persona tan maravillosa como espléndida como lo es la señora Miriam. Por ello, quiero ser quien la ayude como nadie a comenzar de nuevo...— se arrodilló y saca la caja del anillo— Miriam. Se que muy repentino, pero la verdad, es que no quiero que sigas sufriendo por un hombre que no te ama ni mucho menos te valora, yo desearía ser aquel que pudiera darte una sonrisa cada mañana... Por eso quiero preguntarte ¿Aceptarías ser mi emperatriz?

Le tomó por sorpresa esa linda declaración y con gusto le dio su respuesta.

— sus palabras son más confortante y cálida que los años de casada que llevaba, por supuesto que si aceptaré estar con usted.

Los presente no podía creer lo que veían asombrados estaban y una vez más, Enrique es humillado de la peor forma quedando en ridículo por hacerle el mal a quien no se la merece. El tiró le salió por la culata y ya no podía usar la estrategia de proponerle matrimonio a su concubina ya que sería llamado como envidioso.

Layla estaba muy contenta por su madre de ser feliz con un hombre que vale la pena... Darcy mira de lado la sonrisa de su esposa y le susurra.

— es hora de celebrar nuestra noche de boda....

— estoy lista.

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llegan al cuarto de la princesa, entre los besos y caricias que se daban, sus ropas iban cayendo, dejando a la princesa con solo una prenda eh igual que a Darcy con solo pocas prendas de vestimenta.

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MIS AMORES!!! Muchas gracias por este apoyo, gracias a ustedes pude entrar en el torneo de la segunda temporada. Realmente estoy súper agradecida por tenerlas como lectoras. Las amos con todo mi corazoncito. 💗