Dilan era una muchacha que soñaba con terminar sus estudios, pero un día su mundo se vino abajo cuando se enteró de que sus padres tenían que pagar una deuda.
Dilan dejará todo sus sueños para poder salvar la vida de su hermano.
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capítulo 12 la propuesta
Dylan
A donde me llevas
Ya lo veras
Llegamos al cementerio.
Me bajo del auto y voy hacia donde está ella y abro la puerta del auto y la tomo del brazo y ella empieza a gritar.
Sueltame, me lastima. Empezamos a caminar, pero él no me suelta; sigue tomando mi brazo tan fuerte que creo que me va a hacer mucho daño.
Estamos en el cementerio. Creo que me va a matar porque no acepte casarme con el dios mío; ayudame, qué voy a hacer ahora.
Miro a todos lados, pero no hay nadie, y si grito no mejor, no empeoraría las cosas. Ese hombre es un animal.
Que te comió la lengua el ratón.
Me tira del abrazo y me aserca a su rostro.
Ya no hay vuelta atrás. Ahora me perteneces. Nunca lo olvides.
Me voltea para que mire la tumba de su padre.
Y me dice. Mira bien, esa es la tumba de mi padre; aquí vengo casi todos los días a hablar con él.
Aquí juré vengarme de su muerte cuando apenas tenía 10 años.
Ahora tú me dices que no te casaras conmigo.
Bien, entonces cambiaste de opinión de resguardar la vida de tu padre a cambio de la tuya.
Porque si es así, ahora mismo iré a buscar a tu padre y lo mataré.
No es necesario; yo cumpliré mi palabra.
Seré tu esclava, pero no me pida que me case contigo.
No quiero casarme con un hombre como tú.
¿Tú crees que puedes decidir con quien casarte después de decidir que serás mi esclava?
Jajajajaja No me hagas reír, no sabes lo que dices, niña.
Acaso se te olvidó que eres mi esclava y que debes obedecer mis ordenes.
Me perteneces ahora. Tu vida entera me pertenece y cuando nos casemos será hasta que la muerte nos separe, querida.
Si llora todo lo que quiera, nadie puede salvarte. Me escuchaste. Nadie, absolutamente nadie.
No puedes hacerme esto. Eres un animal salvaje.
Si eso es lo que soy para ti, acostumbrate, entonces, porque esto solo es el comiendo de tu nueva vida en la mansión black.
Yo prefiero ser tu esclava, pero no tu esposa. Por favor, te lo suplico, no me obligues a este matrimonio donde ambos nos haremos mucho daño. Por favor, te lo suplico y caigo de rodilla en sus pies llorando…
Él me toma del brazo y me dice, ya basta, deja de llorar.
Acaso no entiendes que esto lo hago por el bien de tu familia y la mía.
Para que esta venganza se termine de una vez por toda, pero escuchame muy bien: nunca podré perdonar a tu padre de haberle quitado la vida a mi padre.
Yo te prometo que haré todo lo que me pidas. Tiene que haber otra forma de detener esta venganza, además eres tú el que quiere matar a mi padre.
Te equivocas; no soy el único que busca a tu padre para matarlo.
Que dices.
Lo que escuchaste. Y ya es suficiente; vamos al auto y regresaremos a la mansión.
Quien quiere hacerle daño a mi padre, dimelo; tengo derecho de saberlo.
Soy su hija y estoy dando mi vida entera por él y exijo que me lo digas ahora mismo.
Él voltea y me mira con una rabia en su cara, y me toma de la mejilla muy fuerte y me dice.
¿Quién crees que eres tú para exigirme? A mí, súbete al auto ahora mismo.
Me subo al auto y estoy temblando del miedo. Este hombre está peor. Tiene un carácter muy fuerte. Es capaz de matarme si la mirada matara ya me hubiera matado.
Subo al auto y lo enciendo y golpeo el volante muchas veces. Y pienso, esta mujer me saca de mis cabales.
La miro con mucho odio y la veo que está temblando del miedo que me tiene.
Trato de conducir, pero el auto se apaga. Vuelvo a intentarlo y nada. Tomo mi teléfono y llamo a Jabier. Él contesta.
Jabier, el auto está averiado; envía a alguien para que lo revise y me traes otro auto.
Sí, señor, como usted diga.
Pongo mi cabeza en el volante pensando lo que voy a decirle a mi abuela. Sé que no va a querer aceptar este matrimonio, pero no tengo otra opción más que casarme con esta maldita mujer que es la hija del asesino de mi padre. La miro y veo que sigue llorando y temblando.
Dylan deja de llorar. Así es que te llamas verdad.
Yo asiento con mi cabeza que sí.
Ok, mira, trata de tranquilizarte. Sé que tengo un carácter fuerte. Y no sé porque diablos te digo esto.
Miro al frente y veo a Jabier venir; me bajo de auto y le digo a Dylan que baje del auto.
Subimos al auto y conduzco directo a la mansión.
Durante el camino no digo una sola palabra. Ella va mirando el camino sin decir nada.
Voy viendo el camino sin decir nada, solo pensando quién más está detrás de toda esta venganza. Tengo que saber qué fue lo que pasó el día que mataron al padre de Alexander. Pero cómo podré hablar con mi padre, es el único que me puede decir la verdad de todo esto.
Llegamos a la mansión, pero veo que él toma otra vía dentro de la casa. No me piensa llevar a la cabaña. Oh, por dios, estoy en la mansión black.
