Estoy en lo más alto de mi edificio, viendo a la gente como hormiga ir y venir pensando que tan grande es el mundo y nosotros tan pequeños, soy Ana Leal una reconocida diseñadora de moda, famosa y con el título de bruja de hielo, por ser despiadada y no tocarme el corazón para destruir a nadie, solo que a veces vienen a mi mente recuerdos de mi pasado y la antigua yo quiere volver a salir, es entonces cuando recuerdo que no obtuve nada por ser buena y amable, en ese tiempo solo recibí malos tratos y maldad, por nada del mundo vuelvo a ser así de frágil...
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Capitulo XV La fiesta
Gabriel
Fernando nos abordó así que no me quedo más remedio que aceptar que Ana conociera a Catalina, Ana no se dio cuenta aunque estoy seguro de que Catalina si se dio cuenta del gran parecido entre ellas, tenía que sacarla de aquel lugar así que tome como excusa el hecho que Ana estaba cansada de usar aquella ropa, pedí comida a la habitación y así hacía más tiempo mientras llegaba la hora de irnos, no podía pensar en nada más que eso.
Después de comer algo entre al baño me lave la cara y trate de parecer lo más normal posible, salí del baño y me acerque a Ana.
Gabriel: eres tan hermosa, algún día me podré ganar tu corazón.
Ana: creo que te estás enfermando, estás hablando de cosas sin sentido.
Gabriel: está bien esperaré por ti.
Sé que Ana no me entendía así que la tome por la cintura y la volví a besar no me cansaba de hacerlo y parecía que mientras más la besaba más adicto a ella hacía.
Ana: debemos volver con los invitados.
Gabriel: no me importan los invitados, solo quiero estar contigo.
Ana: dame un poco más de tiempo, no me siento cómoda aquí.
Gabriel: está bien volvamos al salón.
La agarre de la mano y volvimos al salón, los invitados estaban animados hablando entre ellos cuando de la nada salió, Alicia.
Alicia: eres un bastardo, me ilusionaste y para qué? Para terminar casado con esta campesina sin gracia.
Obviamente, estaba muy molesto por la escena en medio de mi fiesta de bodas, pedí a los de seguridad que se la llevarán no podía permitir tal escándalo.
Ana: señorita Marcano por favor compórtese, no está en un mercado, señores por favor saquen a la señorita sin lastimarla, gracias.
La gracia y elegancia con que Ana resolvió la situación me encantó, ella es muy centrada y no cabe dudas será una gran empresaria.
El caos formado por Alicia paso rápido los invitados seguían en lo suyo y yo no desaprovechaba la oportunidad de acariciar a Ana.
Gabriel: me concedes este baile?
Ana: claro que sí señor Bell.
Gabriel: Bell de Leal.
Ana: eso sonó muy raro.
Gabriel: verdad que sí.
Nos empezamos a reír mientras bailamos de repente la música cambio a una más lenta y la escena se puso romántica, sabía que era cosa del DJ, fue su manera de decir felicidades.
Bailamos un rato entre risas y coqueteos, ya es mi esposa y nadie la apartará de mí.
Gabriel: me gustaría que nos fuéramos de una vez.
Ana: aún nos queda una hora más.
Gabriel: lo sé, y qué tal si subimos a la habitación?
Ana: no, vamos a esperar.
Gabriel: lo que siga mi bella esposa.
La canción terminó y nos fuimos a sentar, Catalina se acercó a nosotros tenía cara de pena y no la culpo su hija armó tremendo escándalo.
Catalina: hacen una muy bonita pareja.
Ana: señora Catalina por favor siéntese con nosotros un rato, y en cuanto a eso no se
preocupe, sé que Alicia es algo impulsiva.
Catalina: gracias Ana, y cuéntame de ti? De donde eres?
Ana: soy de un pequeño pueblo que queda fuera de la ciudad, no hay mucho que contar mi vida siempre fue muy aburrida.
Catalina: entiendo y como se conocieron?
Ana: Gabriel estaba haciendo caridad en el pueblo y bueno yo fui la encargada de atenderlo y entre una cosa y otra nos enamoramos, solo que yo era muy chica y quería estudiar y bueno el tan paciente me espero y bueno aquí estamos celebrando nuestro matrimonio.
Catalina: se nota que te ama mucho, ya que mi amigo Gabriel no tiene mucha paciencia.
Ana: si él me ama mucho así como yo a él.
Catalina: se ven muy bien juntos y espero que su felicidad sea infinita.
Ana: gracias señora, muchas gracias por sus buenos deseos.
Catalina: Gabriel tu y yo tenemos que hablar, cuando regreses de tu luna de miel por favor búscame.
Gabriel: así lo haré Cata.
Catalina: ya no les quito más su tiempo, que sean felices.
Catalina se retiró de nuestra mesa, sé dé lo que quiere hablar, sé que se trata de Ana, sé que sospecha que ella sea su hija pérdida.