Micaela es una mujer de la vida moderna, ha heredado el legado de su padre, siendo una peligrosa mafiosa, pero algo sale mal y pierde la vida, reencarnando en Sol D’Angelo, la hija de un duque, villana de la novela la cual leyó en su juventud, pero al tener los recuerdos de Sol, se da cuenta de que nada es lo que parece y ella jamás fue una mala persona, solo fue víctima de aquella que hermanastra que fue considerada la protagonista, aunque ahora, cuando la historia inicie, ella le demostrará a todos, lo que es ser una verdadera villana y buscará vengarse de aquellos que la hicieron sufrir.
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12
El desayuno terminó y el duque se retiró a su despacho mientras tanto, las tres mujeres habían quedado solas en la sala.
Sol: madre, hermana, nos vemos más tarde _ reverencia _
Sol se retiró con suma elegancia y una pizca de burla en su tono, él sarcasmo estaba precente, haciendo irritar a ambas mujeres
En ese momento fue qué Sandra empezó con su rabieta aunque también quedó desconcertada con las últimas palabras de su madre. No tenía idea de a que se refería con la infusión qué le dio a su padre
Sandra: De que hablas madre, que le hiciste a mi padre _ habla con molestia
Marícela: tranquila cariño, no le hice nada malo, vamos a otro lugar, ahí te platicaré la verdadera historia de tu padre y yo.
Ambas salieron al patio, en donde se encontraba una mesita para el té, lo mejor es que estaba un poco retirada de la casa y se veía todo al rededor. Era imposible que alguien las escuchara. Antes de comenzar con la larga plática qué tendrían, maricela pidió bocadillos y el té. Mientras esperaban, hablaron de otras cosas, sobre todo de lo ricas que ahora eran y la vulgar vestimenta de Sol.
Despues de recibir lo que pidieron maricela le platico todo con lujo de detalle, a acepción de que ella había matado a su padre. Sandra amaba a su padre y si bien no recordaba mucho de él, sí podía recordar que había sido un excelente padre.
Sandra: entonces fue así como estuviste con mi padre
maricela: así es hija y no me arrepiento, el Márquez me amo y me lo demostró cada día de su vida y gracias a eso tú llegaste a mí vida.
Sandra: tienes razón madre, sabes, yo también quiero un amor como el de ustedes.
Maricela: lo tendrás cariño, yo me encargare de eso.
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Una semana había pasado, en esa semana, diariamente el duque entrenaba a la espada con sol, su relación había mejorado y aunque Sol aún no lo podía creer, sí aprovecharía a sacar ventaja de esta situación.
Sol
Maldición, nunca creí que usar una espada fuera así de difícil, en especial porque los brazos de esta niña son frágiles, nunca en su vida había hecho esto. Mantener el brazo elevado y en constante movimiento ejerciendo fuerza, es difícil. Esta semana después de estudiar y de entrenar, me voy a mi habitación y me acuesto a dormir.
Hoy ya me siento mucho mejor. al parecer ya me estoy acostumbrando al peso de la espada. Aunque no puedo quedarme solo con este entrenamiento. Necesito fortalecer mis brazos y piernas, pero no puedo hacerlo aquí en donde están entrenando otros hombres, sería mal visto además que nadie se atrevería a entrenar conmigo por dos razones, una, porque soy mujer y aún soy débil y dos, porque si me lastiman, el duque los mataría.
Pensando en que hacer al respecto , sé me ocurrió una superidea. le pedí a la modista qué me hiciera un costal o saco, con la tela más gruesa y resistente. Sí, lo llenaría de arena y haría mi propio saco de box. Como no tengo guantes, solo vendaría bien mis manos para no lastimarme. También le pedí hacer unas polainas, le expliqué como y que debía ponerle adentro para el peso y así lo hizo. eso fue lo fácil, lo difícil era que nadie viera mis nuevos juguetes y en donde los usaría.
Sol: hmm Rosita, sabes de algún lugar donde pueda entrenar yo sola o una habitación qué este desocupada y lejos de la vista de todos
Rosita: señorita, acaso quiere entrenar más, no sé le hace suficiente con el entrenamiento de su padre
Sol: sí Rosita, es solo que no quiero defraudar a mi padre, es la primera vez que el se porta así conmigo que quiero dar todo de mi
Sol puso una cara lastimará y sus ojos se le llenaron de lágrimas, sin duda era la forma más fácil de manipular a las personas pero...
Rosita: Sol, eso no funciona conmigo y lo sabes
Sol: ash, está bien, de todos modos quiero entrenar y si no me ayuda, me voy a ir al campo de entrenamiento y me pondré justo en medio para que todos me vean
Rosita: está bien señorita, en el área de la servidumbre hay una pequeña recámara vacía, no creo que alguien llegue a esa zona de la casa, ya que ahí se encuentran nuestros dormitorios
Sol: excelente Rosita, por eso te amo
ellas caminaron para ir a esa pequeña habitación, sol checaría si es o no un buen lugar.
Al llegar, vio que era un lugar pequeño pero con el tamaño justo para lo que ella quería. le pidió a Rosita qué mandará a limpiarlo qué mañana llevaría unas cosas a ese lugar y así paso. Rosita se encargó de que para mañana, el lugar estuviera impecable.
Al salir del lugar, sol se encontró con la duquesa y su hija, quienes iban saliendo justo al jardín.
Sol: buen día madre, hola hermana _ reverencia
La cara de molestia al escuchar qué Sol las llamaba de esa forma, era una evidente forma de saber que eso le disgustaba.
maricela: que tiene de bueno, si me encuentro...
no termino de hablar porque Sol respondió sollozando.
Sol: perdón duquesa, no vuelvo a llamarla madre, de verdad perdóneme.
Sol se dio la vuelta y corrí llorando.
Sebastián: se puede saber que le dijiste a mi hija para que se pusiera de esa manera
Cuando escucharon la voz del duque ambas mujeres se paralizaron, fue ahí donde entendieron la sonrisa que les había dado y el cambio repentino.
Maldita mocosa _ pensó maricela mientras giraba para estar frente a Sebastián.
maricela: nada querido, no le dije nada, tal vez me malinterpreto
Sandra: así es padre, mi hermana no dejó qué madre terminará de hablar
El duque frunció un poco la nariz cuando Sandra hablo, tenía una forma tan chillona de hablar qué le resultaba molesto.
Sebastián: entiendo, pero que sea la última vez que hay un malentendido, para la próxima tomaré otras medidas
Las mujeres se sorprendieron al escuchar la amenaza, aun así, asintieron.
Será posible que ya recuperó la memoria, no lo creo, de ser así ya nos hubiera echado, necesito darle la pócima, quiero probar los brazos de ese hombre _ volvió a pensar la duquesa.
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En la habitación sol se reía de aquellas mujeres, más por lo que Rosita le platicaba, ya que ella se había quedado a ver lo que pasaba.
Sol: que creían, que ellas eran las únicas qué podían jugar ese papel, ja y eso que eso no es nada, apenas estoy comenzando, por ahora me conformo con las travesuras de niña, dentro de poco se viene lo mejor.
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no se a que hora se publique el capítulo, pero no tenía luz para escribir más temprano. además que esta lloviendo mucho. tal vez a mi capítulo le falta más y un poco de malicia para mi villana protagonista pero será de a poco, es mi primera novela de este género y el clima con el Internet, no está a mi favor.