Mi Cruel, Frío Y Adorado CEO

Cap. 1 Dile que pase

En la oficina número 66 de Lennox Companys, el hombre guapo de 31 años revisa sus papeles con la seriedad de un rey frío y calculador.

Draco Lennox se encontraba ahí revisando todo como siempre, minucioso y perfeccionista.

Su asistente Milán entró al lugar un poco pálido y desconcertado, esta situación no la veía venir.

Draco levantó la vista para mirarlo y esperando que diga algo, aunque su asistente parecía estar mudo.

— Habla — dijo con seriedad.

— Señor, es…, es la señorita Victoria Levin, la hermana menor de…, su ex novia — dijo Milán tratando de no tartamudear.

Victoria es la hermana menor de la ex prometida de Draco, Virginia Levin y Draco Lennox, hace 5 años ellos habían enamorado por varios años, pero el día de la boda, Virginia Levin la hermana mayor de Victoria se escapó con su entrenador del gimnasio, ella lo dejó parado en el altar, por ende, el hombre poderoso dejó a la familia Levin en la ruina, además porque los padres de Virginia lo sabían, y no dijeron nada al respecto, sin embargo, Victoria en esas épocas vivía en el extranjero con su abuela materna, ella estudiaba ahí, ya que desde que cumplió los 12 años, su relación con Carolina su madre era de lo peor, ella no quería ser una muñeca de pastel como su hermana mayor con quien tenían una diferencia de 12 años, Victoria siempre fue de carácter autónomo, ella tenía sus propias conjeturas sobre sí misma, y ser una mujer obediente y sumisa no era lo suyo, aunque es muy tímida y de carácter suave, ella es obstinada y terca, eso llevo a una guerra terrible en casa, tanto así que Mirko su padre decidido enviar a Victoria con su suegra, su esposa estaba llegando hasta los golpes tratando de doblegar a su rebelde hija, eso no podía seguir así.

Draco, había visto algunas veces a la pequeña Victoria, para cuando él empezó a salir con su hermana, Victoria tenía exactamente 11 años, cuando ellos se tenían que casar, victoria tenía 15 años, pero ese día ellos casi ni se vieron, Victoria fue sacada del país inmediatamente por su padre, sabía lo que vendría y así fue, quedaron en la quiebra y se fueron a otro país para tratar de sobrevivir, a pesar de las objeciones de Carolina, Mirko no quiso ir a la casa de su suegra, no quería embarrar a Susana la madre de su esposa con esto y era más por Victoria, ella estaba bien ahí, tenía todo, aunque no en abundancia, por lo menos ella tenía estabilidad.

Ahora Draco está más que extrañado por la visita, sus cejas se fruncieron sin entender y supuso que ella querría dinero o alguna compensación por lo que había pasado, sin embargo, algo en él le hizo aceptar la situación.

— Dile que pase — dijo con su voz gruesa, casi gutural, sobresaltando a su asistente.

— Sí señor, enseguida — dijo un poco asustado de lo que vaya a pasar con esa pobre jovencita.

Draco siguió viendo sus papeles, hasta que escuchó una suave pero cálida voz.

Hola cuñado, es un gusto verte, después de tanto tiempo — dijo poniendo a Draco con los pelos de punta, y cuando estaba por reclamar por ser llamado así, alzó la mirada y lo que vio lo dejó mudo.

Había en medio de su oficina una hermosa joven de cabello oscuro como la noche, unos hermosos ojos entre dorados y verdes que resaltan en su hermosa piel blanca como la nieve.

“¿quién es esta maldita muñeca?” pensó Draco sin poder saber lo que pasa, ¿esa era la pequeña hermana de Virginia?

— Draco, soy Victoria, la hermana de Virginia, se que no quieres ver a mi familia por eso que pasó, pero yo necesito un favor, me gustaría solo que me escuches por favor — dijo educada y tranquila, aunque se veía un poco incómoda por la situación.

— Vaya, solo dime Draco, ya no soy y no seré más tu cuñado, ahora dime, ¿Qué pasa? — dijo el hombre con fastidio, pero sus ojos no podían dejar de ver a la belleza que tenía enfrente, no había nada de la escuálida chiquilla traviesa y gritona que conoció hace muchos años.

— Bu…, bueno, yo estoy estudiando aquí hace dos años, pero solo soy una becaria, y he tenido problemas con algunos estudiantes y profesores, sabes que es bueno tener un padrino, un respaldo para que no lo eliminen, pues bien, necesito que me ayudes con eso, quería saber si puedes hablar con el rector y decirle que eres mi respaldo, yo tengo buenas notas, pero hay una estudiante que hace de todo para que pierda mi beca, incluso ha conseguido que uno de mis docentes esté bajándome la nota de mis exámenes, pero aunque he reclamado, nadie me ayuda, en pocas palabras soy la pobretona de la universidad — dijo Victoria mirándolo con ansiedad.