Elieth, es brillante e irradia luz por donde va; sus escasos recursos no le impiden soñar con ser una profecional y salir de la pobreza, ella sabe muy bien, que no es la única cuya familia vive con tantas limitaciones, pero no esta dispuesta a vivir de esa manera, su madre la quiere ver casada con algún hombre del pueblo, pero Elieth sabe muy bien que es lo que quiere, así que decide ir en busca de un mejor futuro, Ella jamás pensó, que en su lucha por obtener lo que siempre soñó, encontraría al amor de su vida, un Italiano multimillonario, que agoniza en la oscuridad del odio y la amargura; su alma rota necesita un chispa de luz y la encuentra en una mujer de la que ya no podrá separarse jamás.
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Quieres quedarte con migo.
( Karlo )
Después de contarnos, las historias de nuestras vidas.
Mi princesa y yo, que estábamos hambrientos pedimos el menú.
La Mujercita Presiosa, le dice al mesero,
que quiere el filete de carne más grande y jugoso que tenga, patatas al horno con todos los aderezos y pan con mantequilla.
Me asombra saber, que ella a pesar de ser joven, no es el tipo de mujer que no comen por mantener su figura esbelta.
Aunque Elieth, tiene un cuerpo hermoso, estilizado, torneado, y con unas curvas maravillosamente infartantes.
—Y Tú Karlo que vas a pedir?.
—Yo Quiero lo mismo que Tu Princesa.
—Entonses lo mismo para mi Italiano, por favor —le dice La Mujercita al mesero.
El joven mesero, sonrrie y asiente con amabilidad... En lo que esperamos estamos contándonos más cosas de nuestra vida aunque menos relevantes, pero que nos ayudan a conocernos más.
Terminamos de comer, y la verdad no había comido así en muchos días.
Veo mi reloj de muñequera, y le digo a mi Princesa.
—Princesa Presiosa son las 10 de la noche.
Ofialmente tenemos 1 día completo conociéndonos.
Y esto merece un brindis.
—Woww, yo siento como si nos conocemos de años.—es lo que mi Princesa me dice.
—Igual, me pasa.
Brindamos.
La mujercita levanta su copa y dice.
Por miles, miles y miles de días más.
Tocamos nuestras copas y bebemos el vino sin dejar de mirarnos.
seguimos en una placentera conversación, sin dejar de tocarnos ni un instante.
Cuando en un instante, me dice con un tono de preocupación.
—Karlo, Sali tan entusiasmada, de casa de la Abu, que olvidé mi bolso, mi teléfono, y las llaves.
Y fíjate que los Abus, se retiran a su habitacion temprano y supongo que Daniel a de andar con alguna de sus chicas, como es su costumbre.
No se que voy hacer.
—Yo si se presiosa.
Quédate conmigo. —cuando digo eso mi princesa cambia su cara de preocupación a cara de asustada.
No te preocupes, yo soy un hombre bien educado y no prometo no abrazarte toda la noche, pero si prometo no hacer nada que tu no quieras.
Puedes venir tranquila a mi habitación, que yo te cuidare hasta de mi mismo.
confías en mi?.
—Si, Karlo, confío en ti.
—Entonses Princesa.
Vamonos, para que descanses.
Le digo esto porque a pesar que si quiero que descanse, lo que más quiero es tenerla para mí solo y saber como reacciona, mi mente.
—Karlo, estás seguro porque también, puedo pedir una habitación y que la carguen a mi cuenta como empleada del restaurante, aunque somos aparte del hotel, me pueden buscar y anotarlo en mi cuenta.
—Elieth por favor, Quédate conmigo.
Te necesito, necesito tus caricias, solo eso.
No tengas miedo de mí yo de verdad sé ser un caballero.
—Bueno, entonces mi Príncipe, Cargame hasta tu habitación.
Estás seguro que no te dará pena ir conmigo.
—Queee...pena, a mi. Noo, Elieth yo seré el hombre más afortunado del mundo entrar a mi habitación con una mujer tan bella como tú.
¿A ti no te dará pena ir conmigo, mírame soy un viejo amargado?.
—Ummm hablando de eso, no me has dicho tu edad exacta, aunque ya saque cuentas, con algunos datos que mencionaste.
—Asi, dime entonces Tú, cuantos años tengo según tus cuentas.
—Bueno si cuando conociste a tu esposa tenías 24 y más o menos en ese tiempo quedo embarazada, y tu hijo ahora tiene 10 años, ti debes tener entre 35 y 36 años, contando con el tiempo de embarazo.
—Ohhh, es bueno saber que tendré una princesa, muy inteligente.
Y si tengo 35 años con 3 meses.
—Ahhh...Entoses como estamos en febrero, tu cumpleaños es en noviembre.
—Si, cumplo años el 20 de noviembre.
—Queeeeeee. No lo puedo creer.
Italiano Guapo, tú y yo cumplimos años el mismo día, yo el 20 de noviembre cumplí 22
—De verdad Princesa, mira las coincidencias de la vida.
Quiere decir que cuando cumplí 13 la vida me estaba mandando un regalo...
Un maravilloso regalo.
Puesto que creo que no podría vivir sin ti, y si a ti te agrada la idea de quedarte a mi lado, espero que eso no te desagrade, digo por la diferencia de edad.
—No me desagrada la idea, y con la edad, pues, no me gustan los niños inmaduros.
—Gracias eso me hace feliz en extremo.
Asi que el próximo 20 de noviembre si habrá fiesta, sabes que tengo 5 años de no celebrar mi cumpleaños.
—Hay Italiano Guapo, Tú has pasado por mucho, pero ahora lo celebraremos juntos, porque espero estemos juntos tú y yo, te comente que siempre quise conocer un Italiano verdad, y tú me encantas...y me encantas mucho.—Cuando la Mujercita dijo eso, me dio un beso en la mejilla y se colgó más de mi cuello.
Eso fue algo que me descontrolo de tal manera que sentí una electricidad que recorrió todo mi cuerpo y terminó justo en mi entrepierna.
Y es algo tan maravilloso sentir que puedo ser un hombre normal, pues no es solo un deseo sexual, es algo diferente es una necedad de mi alma que se expresa en mi cuerpo.
—Elieth, de mi parte te llevaba ahora mismo a mi casa, y no te dejaba ir nunca más de mi vida, y si como te dije antes parece insólito, lo que digo, pero es real.
Llegamos al hotel preciosa.
Me bajo del carro, y como ya es mi deleite, tomo a Elieth en mis brazos.
Camino hasta el ascensor, le digo a que piso para que ella lo programe.
Entramos al ascensor, viéndonos a los ojos.
Y es algo tan gloriosamente emocionante, que siento que no podré vivir sin esto, ella me tiene atrapado en su ternura, en su dulzura, en su pureza e inocencia, en su bondad, y porque no decirlo en su belleza.
Cualquiera pudiera decirme como sé que ella es todo eso que digo.
Yo solo sé que ella si es real, mi corazón lo siente, y el corazón no se equivoca.
Además, sé cómo actúa una mujer que finge inocencia, y como actúan las mujeres vividas y ambiciosas, Elieth no es nada como ninguna de esas mujeres
Elieth es pura, su mirada no miente.
Debo agradecer a la vida por darme esta segunda oportunidad, porque no tengo ninguna duda, mi cuerpo no miente como sé que sus ojos tampoco lo hacen.
No tengo ninguna duda de lo que Elieth es, por que conocí muy bien como actúa la gente traidora y deshonesta, y dos de esas personas me dejaron, esclavizado a un recuerdo, de traición, deslealtad y de infidelidad.
Estaba atado a un pasado de angustia y dolor, del que pensaba nunca sería libre.
Pero hoy siento que encontré una esperanza de libertad y se llama Elieth Ángel.