Luna Cáceres quedó embarazada por confundir su laxante con el afrodisíaco de su amiga. ¿Con quien estuvo? No tiene idea. Lo único que sabe es que fue un maldito español que se aprovechó de su predisposición cuánto quiso.
Aquel español es el hijo de su padrastro, a quien conocerá por la boda en que sus padres sellarán su amor.
Ellos no se reconocerán, pero el español tiene un gran problema que le impide relacionarse con cualquier mujer, pero que curiosamente no le impidió estar con Luna.
¿Qué ocurrirá cuando él sepa que aquella noche inolvidable fue con su hermanastra? ¿Cómo reaccionará ella al saber quién es el padre de su hija?
NovelToon tiene autorización de SilvinaTracy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
VACACIONES
LUNA CÁCERES
Nunca creí que llegaría el día en que apareciera el padre de Cielo frente a mi y mucho menos que él fuera el hijo de Eduardo. Me siento demasiado avergonzada ahora mismo, aunque él parece manejar esta delicada conversación con seriedad y respeto.
-¿Qué es lo que quieres?- Dudo, tengo un horrible presentimiento
-Cumplir con mis obligaciones y tu con las tuyas como es debido- Siento que me falta el aire y la furia me recorre por completo
-¡Yo cumplo con mis obligaciones! La cuido, le proveo todo lo necesario. Te consta cuánto trabajo y todo lo que tiene. No te permito que aparezcas y cuestiones todo lo que hice por ella en tres años- La advierto
-Mira guapa...- mí furia solamente aumentó
-¡No me digas así!
-Ya entiendo por qué odias escucharlo. Si antes no te ayudé fue porque no sabía que de la mejor noche de mi vida había nacido una hija
-La peor noche de mi vida. Ahora sabes que si, tengo una hija, producto de esa única noche- Él parece molestarse, aunque no se si es por diferir en su concepto de buena noche o por Cielo
-Tenemos una hija. Independientemente de las circunstancias o de lo que recuerdes de esa noche, no la hiciste sola
-¿Qué es lo que quieres?
-Mis derechos como padre, solamente eso. Iré al juez para determinar cuánto debo pagar por estos tres años en los que estuve ausente y me haré cargo de cumplir con mis obligaciones legales desde ahora en adelante
-No necesito tu dinero- Me defiendo
-No me interesa. Cumpliré lo que corresponde. Quiero reconocer a Cielo legalmente y también tener mis derechos con ella, llegando a buenos términos contigo- Estoy furiosa y asustada. ¿Por qué diablos debí pasar la noche con un abogado?
-¿Cuáles derechos? ¿Por qué no vives tu vida y te olvidas de esa noche y sus consecuencias?
-Legalmente tengo derechos. Puedo estar en su vida, visitarla, pasar vacaciones con ella...- Me explica con tanta calma que me da envidia
-No voy a compartir a Cielo. Planeas irte fuera de la ciudad, ¿Esperas que ella se vaya contigo tantas veces como se te antoje? Nunca me separé de ella, no puedo hacerlo- Desde que nació solo fuimos ella y yo, ¿Cómo puede esperar que lo deje viajar con Cielo?
-Luna, son mis derechos y si esto llega a juicio, perderás. Puedes consultar con un abogado y te dirá lo mismo que te estoy diciendo yo. Me gustaría tener custodia compartida
-¿Me estás amenazando? Estás viendo a Cielo todo el día, vives a metros, ¿Qué más quieres? ¿Es que eso no te alcanza?
-No voy a vivir en casa de tu madre toda la vida. Necesito privacidad y quiero estar con ella. ¿Podemos llegar a un acuerdo cómo dos personas civilizadas o debo iniciar acciones legales? No quiero hacer eso, pero si no me dejas opción, lo haré. Todo depende de ti
Estoy furiosa y asustada. Me siento amenazada y también entre la espada y la pared. Esto es mucho para procesar en muy poco tiempo.
-Ese ADN debe de estar mal
-No lo está. Tu lo sabes y si lo repetimos el resultado será el mismo. Podemos hacer esto de manera civilizada y es lo que espero. No quiero que haya más problemas
Pienso en mí hija, lo miro detenidamente y noto cierto parecido que no puedo ignorar. De aquella noche los dos tuvimos la culpa, pero jamás creí que esto acabaría pasando después de años en relativa paz.
-Necesito pensarlo- Es lo único que digo y me dirijo a la puerta dando por finalizada esta conversación
Él se pone de pie con la llave en su mano y viene a mi lado, demasiado cerca.
-No te haré daño- Advierte poniendo su mano detrás de mi cuello y su mirada solo busca la mía- Se que eres una buena madre y lamento como ocurrió todo, pero no puedo vivir tranquilamente sabiendo lo que se ahora
Él se acerca más a mi y aparto mi rostro cuando intenta besarme.
Le quito la llave y abro la puerta dispuesta a alejarme, pero me toma del brazo.
-Perdóname. Fue un impulso- Pretende justificarse
-Fue una noche, que no se te olvide. No tengo intenciones de repetir nada contigo- Le advierto con firmeza- Esa noche pudo ser la mejor de tu vida, pero fue la peor de la mía
Él me suelta y salimos de aquel apartamento para volver a casa en total silencio. Él me hace sentir insegura y no puedo confiar en su cercanía después de lo que pretendía hacer.
Llegamos a casa y corro a buscar a Cielo para llevarla a nuestra pequeña casa. Él me mira en silencio y se mantiene alejado para mi tranquilidad, pero yo estoy demasiado nerviosa. Él me amenazó legalmente y además de eso pretendió besarme, ¿Quiere repetir lo que pasó acaso?
Llamé a Lauren para decirle lo que pasó y ella comenzó a maldecir a Manuel, diciéndome que él le hizo varias preguntas y que se siente usada. Ahora comprendo cómo Pablo se enteró de esto.
-Malditos sean los dos. En buena hora decidieron venir aquí a jodernos
-Cuando quiera mandar el tiquete le diré que se lo meta en...- Interrumpo sus palabras, aunque la entiendo, porque en su lugar hubiese hecho lo mismo
-¿Crees que podemos viajar a verte? Necesito pensar y eso no lo haré con Pablo cerca
Ella acepta sin dudarlo y cuando Cielo se duerme empaco una maleta para las dos. Cuando veo a Eduardo regando el patio me acerco a él para decirle que me ausentaré de la pinturería por unos días, pero le pido que no lo comente.
-Me parece bien que al fin decidas tomar vacaciones- Me apoya y eso me permite sentirme un poco tranquila
Temprano por la mañana, despierto a Cielo y salimos de casa. Ella se emociona al saber que iremos de viaje, aunque desconoce los motivos. Solamente espero que Pablo no decida demandarme por esto.
La conversación que tuvimos se reproduce en mi mente una y otra vez, así como su intento de besarme. Si en su retorcida cabeza planea repetir aquella noche, se equivoca porque eso no pasará.