Para Felipe era un día cualquiera, tenía una novia perfecta, un negocio que estaba en buen apogeo, pero una noticia le cambio su vida especialmente cuando conoció a sus hijas, desde ese día su hermoso mundo cambio, ya muchos llaman a sus hijas, demonios pero para él son sus hermosos luceros
NovelToon tiene autorización de LAAZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Enojado.
Gabriel.
Quería seguir disfrutando del mar, la arena y el sol, pero lamentablemente tuve que regresar a Cuenca por suerte es mi último año al fin terminaré el colegio, aunque me abuela es la rectora no me permite llegar días después del inicio de clases.
Jaime---: Joven Aquino su abuelo lo solicita está aquí para llevarlo de regreso a la ciudad de Cuenca.
Gabriel---: Le hubieras dicho que me quede pegado en la arena, Jaime no quiero regresar.
Jaime---: Joven es por sus clases ya falta poco para que termine además la teniente coronel Aquino me torturara si le digo eso.
Gabriel---: Tranquilo, a delistas las maletas para irnos antes que mamá envié las fuerzas especiales por mi (ríe).
Con el dolor mi alma me despide de Puerto López del hermoso calor llegar hasta la zona fria de Cuenca, me despedí de mi tía y de. mis primas, ya que las vacaciones las paso aquí junto a ellas, durante el viaje mi abuelo vio que no quería regresar.
Coronel Aquino----: Este año es el último del colegio, puede que sea especial y al fin Norma y tú pueden casarse o irse a estudiar a otro lugar.
Gabriel---: Norma ya no es mi novia abuelo, no creo que este año sea especial.
Coronel Aquino----: Talvez haya guambras (niña) muy bonitas.
Gabriel---: Solo quiero terminar el colegio y ya quiero irme rápido a Estados Unidos.
Después de un largo viaje llegué a mi casa, saludé a mi abuela que todavía me trata como si fuera un bebé, me duche antes que mi madre llegué y empieze a revisarme de pies a cabeza para ver si llegué completo, me fui con los scouts y al final me quedé por semanas donde mi tía, llame a Nelson mi mejor amigo le hice saber que ya estaba en la ciudad y que nos veríamos en el colegio, colgué la llamada y escuché la voz de mi madre.
Fernanda----: Mi vida, estás bien el sol no te quemó mucho, mírate mi vida estás como un camarón, haré un tonico de aloe Vera para ponerte en la piel.
Gabriel---: Mamá esto pasará no me quedaré rojo para siempre.
Al día siguiente me desperté me duche porque amaneci pegajoso con esa cosa que me puso mamá, lo bueno que ya no me arde la piel, baje a desayunar y mi madre ya estaba ahí uniformada para irse a trabajar.
Gabriel---: Madre, abuelos buenos días.
Marisol---: Que guapo te vez hijo, habran muchas guambras trás tuyo este año.
Fernanda----: No mi niño tiene que estudiar, iré al colegio contigo y de ahí iré al cuartel.
Gabriel---: Mamá Jaime me llevará.
Fernanda----: Está bien pero yo siempre voy al inicio de clases lo recuerdas es una tradición.
Después de una hora Fernanda llevo a su único hijo al colegio ya que será su último año para ser bachiller y después su hijo viajará a los Estados Unidos para estudiar la universidad, antes de irse Fernanda le dió la bendición y eso molesto mucho a Gabriel antes no le daba vergüenza, pero ahora sí porque el ya no era un niño ahora es grande y su mamá no puede hacerle pasar es vergüenza antes sus compañeros.
Fernanda salió de la presencia de Gabriel y el se dirigió hacía la oficina de su abuela para que evite que su madre le vuelva hacerle pasar vergüenza, Gabriel estaba muy enojado pero no sé percató que su compañera de colegio de la media vuelta y chocará con el, trato de contener el reclamo pero estaba enojado y soltó las palabras, aunque nunca espero que su compañera estuviera más argumento para discutir.
Gabriel---: Espera, tranquila ya no te enojes la verdad que iba al rectorado.
Oriana---: Yo voy por mi hermana, no te vuelvas atravesar en mi camino.
Oriana se fue dejando a un Gabriel con una sonrisa en sus labios que chica para bonita pensó en su mente, al llegar a la oficina de su abuela se encuentra con su primo lejano.
Marisol---: Hijo, te acuerdas de Felipe.
Gabriel---: Como estás primo.
Marisol---: Hijo tu primo tienes a sus hijas en este colegio me gustaría que las conozca.
Gabriel---: Tienes hijas grandes porque antes decirme al campamento tú eras soltero y sin hijos y vuelvo y ya tienes hijas grandes ¿en que octavo están?
Felipe---: A si es la vida, pero mis hijas están en segundo de bachillerato.
Felipe se despidió de su tía y del joven Gabriel para dirigirse a su oficina que no quedaba lejos de ahí.
Mientras las gemelas socializaban en su curso, en la oficina Samuel busco por todos los medios acercarse a Yadira, ella por su parte rechazo todas las oferta de salida o algo que se parezca a una cita.
Yadira---: Déjame trabajar Samuel.
Samuel----; Te interesa otra persona verdad, por eso no me quieres dar otra oportunidad.
Yadira---: Me traicionaste y lo hiciste con mi hermana ni siquiera fue amiga o una mujer cualquiera fue con mi hermana eso jamás te lo voy a perdonar.
Samuel respiró profundo estaba frustrado, sabía que iba hacer difícil recuperarla pero jamás imagino que guardara tanto odio dentro de su corazón, el iba a continuar insistiendo, pero la presencia de Felipe los interrumpió.
Felipe---: Buenos días, (mirando a Yadira) pasa algo porque estás alterada.
Samuel----: Nos vemos más tarde solo vine por unos papeles.
Yadira---: No pasa nada señor, solo que recordar el pasado me hace daño.
Felipe---: Nececito unas cosas para hoy.
Yadira---: Si señor ya ingreso a su oficina (tomando la libreta y un bolígrafo).
Samuel se retiró, y Felipe ingreso a su oficina seguido por Yadira.
Felipe---: Que ocurre Yadira últimamente te noto rara algo te inquieta.
Yadira no pudo contener las lágrimas, se sentó en el sofa y lloró amargamente, por su parte Felipe dejo de preguntar porque se imagino cuál era el problema sintió pena por ella y la abrazo en señal de consuelo.
Felipe---: Tranquila, creo que necesitas vacaciones, tómate unos días.
Yadira---: Gracias señor, pero estamos apretados.
Felipe---: No te preocupes por eso, ve y descansa (la volvió abrazar).
Yadira se sentía bien en los brazos de su jefe, dónde cada cual percibía el olor a su perfume que no se dieron cuenta que la puerta estaba semi abierta y unos ojos negros llenos de rabia los mirabas.