– ¡ESE NO ES MI HIJO!.
Eso fue lo último que Jake le dijo a Natasha, su esposa. Así la hecho de la mansión y de su vida, estando embarazada de su bebé, haciéndole caso a las malas lenguas que decían que lo había engañado.
Pero la vida le jugaría una doble jugada y literalmente doble.
Natasha decidió irse al campo a iniciar una vida nueva, criando sola a sus dos hijos Adler y Nicole, mellizos. Muchos años más tarde, a la mansión vecina a su granja se muda Jake con su nueva mujer e hijo de la misma edad que los suyos.
Intentará luchar por su perdón pero... ¿Que pasará cuando el corazón de Natasha se vea invadido por otro hombre?.
Oliver, un hijo ilegítimo del padre de Jake, un guapo hombre que creo su propio y exitoso negocio con el cual se hizo conocido además de ser llamado "El Vassil ilegítimo".
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Capítulo 14: *Italia y fiesta de cumpleaños...*
NATASHA
Tras abandonar el pueblo sin nada, todas nuestras cosas las quemó el incendio. Oliver hizo un par de llamadas y ahora estamos aquí, en un jet que en su costado tiene grabado ~ FERRARI COMPANY ~
– No tengo palabras para agradecerte –le digo a Oliver–. Muchas gracias.
– No tienes nada que agradecer... –me sonríe–. Llamé para avisar nuestra llegada.
– Tenía razón con lo que pensaba de ti –me río.
– ¿Lo que pensabas de mí? –pregunta curioso–. ¿Y que pensabas de mí?
– Que no eras un Vassil más –le sonrío–. Eres el mejor de ellos.
– Gracias –me responde.
Cada uno nos sentamos para despegar. Nicole mira por la ventana del avión mientras que Adler cuestiona a Oliver.
– Entonces... ¿Tu apellido de pila es Ferrari? –pregunta.
– Así es, mí nombre completo es Oliver D'Santi Vassil Ferrari... –dice Oliver–. Yo mismo puse el apellido Ferrari en la lista de los empresarios.
– Si, he visto en internet que no eres millonario solo por tu apellido Vassil –Adler le sonríe–. Tu mismo hiciste esto. Tienes cabeza de empresario
– Uno crece desde abajo y decide si seguir escalando o no –sonríe–. Yo decidí seguir subiendo.
– ¿Me puedes enseñar? –le pregunta.
– Claro, quizás trabajemos juntos en el futuro –le dice.
Una vez en Italia, bajamos del jet dónde ya nos esperan varios autos. Nos subimos a uno y nos conducen hasta una villa. Una mansión hermosa se eleva atravez de una reja.
– Bienvenidos a mí casa –nos dice Oliver–. Aquí se quedarán.
– Es muy linda –dice Nicole–. Gracias por dejarnos.
– Nada de eso –dice–. Vamos, bajemos.
Bajamos del auto entonces una mujer sale de la mansión. Tiene un cabello rubio corto, una radiante sonrisa y ojos azules... La madre de Oliver seguro.
– ¡HIJO MÍO! –lo abraza–. Bienvenido hijo, cuánto te he extrañado.
– Yo también te extrañe, mamá –la abraza y se gira hacia nosotros–. Ella es mí madre Teressa Ferrari. Mamá ella es Natasha y sus hijos, Adler y Nicole.
– Hola, señora Ferrari –le sonrío.
– Bienvenidos a todos. Oliver me habló mucho sobre ustedes –me mira–.En especial sobre ti, me dijo que eras hermosa... y no exageraba.
– ¡Mamá! –exclama–. ¿Por qué estás tan arreglada?.
– Estaba esperándote, nos invitaron a un cumpleaños –me dice–. Los Victorino.
– ¡Oh lo había olvidado! –se gira hacia nosotros–. ¿Que les parece si vamos a un cumpleaños ahora?.
...****************...
OLIVER
Los tres aceptan y vamos a cambiarnos. Les preparamos sus habitaciones y ropa nueva, aunque es cuestión de tiempo para que Jake se entere que los saque de Estados Unidos.
Salimos de la mansión y vamos a la finca VICTORINO, una muy buena familia amiga mía. Entramos sin problema y vamos al jardín donde ya hay gente, veo a mí viejo amigo Efraín Victorino, el hijo mayor de Viktor y Penélope.
– ¡EFRAÍN! –le gritó–. ¡Fratello! (¡Hermano!)
Este se gira hacia mí y aplaude hacia el cielo, viene hacia mí y me abraza con una gran sonrisa, me da palmadas en la espalda.
– ¡Finché non torni finalmente! (¡Hasta que al fin regresas!) –dice con alegría.
– Buon compleanno (Feliz cumpleaños) –le digo.
Me sonríe y luego mira a Natasha y los chicos.
– ¿É la tua ragazza? (¿Es tu novia?) –pregunta–. Non hai perso tempo in América (No perdiste tiempo en Estados Unidos).
– Lei é Natasha e suio figli Adler e Nicole (Ella es Natasha y sus hijos Adler y Nicole) –le respondo–. Parlo inglese e anche tu, amico (Hablan inglés y tu también, amigo).
Efraín se ríe mientras me giro para ver a Natasha y los chicos confundidos.
– Claro perdón –dice hablando inglés–. Mí esposa también es Americana –se gira hacia su esposa–. ¡ELIZABETH, AMOR!
Elizabeth viene hacia nosotros con una sonrisa en el rostro.
– Oliver, volviste al fin, bienvenido –me dice.
– Gracias, Elizabeth –le respondo y me giro hacia Natasha–. Ellos son mí buen amigo, Efraín Victorino y su esposa Elizabeth.
– Mucho gusto –dice Natasha.
– Igualmente. Es un placer –dice Efraín–. Ellos son sus hijos, mí amor, Adler y Nicole.
– Ambos jóvenes muy apuestos –dice ella–. Nosotros tenemos dos hijos, Isabella y nuestro hijo Thiago.
Comenzamos a hablar, Natasha y Elizabeth se llevan muy bien, Lucy la esposa de Charlie, hermano de Efraín, también se sumó a ellas seguida de la hermana menor de Efraín, Alejandra.
– Es muy linda –dice Charlie–. ¿Te gusta? ¿No es así?
– Me gusta si, lo acepto –miro a Natasha–. ¿Que tendrán las americanas? ¿No?.
Se ríen.
– Si, tienes razón, amigo –afirma Efraín–. ¿Sabías que la esposa de Charlie está embarazada?
– ¡Ohh! ¿De verdad? –le sonrío–. Muchas felicidades, amigo.
– Gracias, amigo –me mira–. ¿Y tu para cuando?
– Nah... Ya estoy viejo –digo–. Tengo cuarenta años, no tengo tiempo..
– ¿Por qué no? –mira a Natasha–. ¿Que edad tiene?. Seguro no pasa los cuarenta.
– Tiene treinta y ocho –les digo–. Pero ya tiene dos hijos.
– Aún hay tiempo puede haber un bebé –dice Efraín–. Pero claro, es de decisión suya.
De verdad me gustaría tener hijos, aún más con Natasha. Pero dudo mucho que eso suceda a esta edad, además no se si ella quiera estar conmigo.