NovelToon NovelToon
El Despertar Del CEO Al Amor

El Despertar Del CEO Al Amor

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / CEO / Matrimonio contratado / Triángulo amoroso / Completas
Popularitas:245
Nilai: 5
nombre de autor: Edna Garcia

Ethan Vieira vivía en un mundo oscuro, atrapado entre el miedo y la negación de su propia sexualidad.
Al conocer a Valquíria, una mujer dulce e inteligente, surge una amistad inesperada… y un acuerdo entre ellos: un matrimonio de conveniencia para aliviar la presión de sus padres, que sueñan con ver a Ethan casado y con un nieto.

Valquíria, con su ternura, apoya a Ethan a descubrirse a sí mismo.
Entonces conoce a Sebastián, el hombre que despierta en él deseos que nunca se había atrevido a admitir.
Entre secretos y confesiones, Ethan se entrega a una pasión prohibida… hasta que Valquíria queda embarazada, y todo cambia.

Ahora, el CEO que vivía lleno de dudas debe elegir entre Sebastián, el deseo que lo liberó, y Valquíria, el amor que lo transformó.
Este libro aborda el autoconocimiento, la aceptación y el amor en todas sus formas.

NovelToon tiene autorización de Edna Garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 14

La semana comenzó con un imprevisto.

Daniel, el chofer que acompañaba a Ethan hacía casi cinco años, apareció en su sala de trabajo con un aire abatido.

— Señor Ethan, ¿puedo hablar con usted un instante? — preguntó, con voz suave.

Ethan levantó los ojos del ordenador, percibiendo la seriedad en su tono.

— Claro, Daniel. ¿Ocurrió algo?

El hombre se ajustó la gorra en las manos, visiblemente constreñido.

— Señor… mi esposa recibió un traslado. La van a cambiar de ciudad, a Curitiba. Y, bueno, no puedo dejarla ir sola.

Ethan se recostó en la silla, sorprendido.

Daniel era más que un empleado, era un hombre de confianza, casi parte de la familia.

— Entiendo — dijo, tras un breve silencio. — ¿Y cuándo pretende irse?

— Dentro de dos semanas, señor. Quería avisar con anticipación.

— Hizo bien. — Ethan se levantó y estrechó la mano del chofer. — Lamento perder a un profesional como usted, Daniel. Pero comprendo perfectamente. Su esposa está primero.

Daniel sonrió, aliviado.

— Se lo agradezco mucho, señor. Pero… tengo un amigo que tal vez pueda ocupar mi lugar.

— ¿Un amigo?

— Sí, su nombre es Sebastian. Un muchacho joven, pero muy responsable. Trabajó conmigo por un tiempo en una transportadora. Es educado, discreto y confiable.

Ethan pensó por algunos segundos y respondió:

— Pídale que venga mañana, aquí a la oficina. Quiero hablar con él personalmente.

— Puede dejarlo en mis manos, señor. Estoy seguro de que le va a gustar el muchacho.

A la mañana siguiente, el sonido de la puerta al abrirse sacó a Ethan de sus pensamientos. Estaba revisando contratos cuando la secretaria anunció:

— Señor Ethan, el señor Sebastian llegó para la entrevista.

— Pídale que entre — respondió, sin levantar la mirada.

Oyó el sonido de los pasos firmes acercándose y, cuando finalmente alzó los ojos, se quedó momentáneamente sin reacción.

Delante de él, estaba un joven de rasgos marcados.

Sebastian vestía una camisa social simple, pero el tejido ligero se amoldaba al cuerpo atlético de manera natural. Tenía una postura confiada, piel bronceada, y una mirada serena que, por alguna razón, parecía atravesar a Ethan.

— Buenos días, señor Vieira — saludó, con voz firme y educada. — Es un honor conocerlo. Daniel habló muy bien de usted.

Ethan parpadeó algunas veces antes de responder.

— Buenos días, Sebastian. — Le indicó que se sentara. — Daniel me dijo que usted es un profesional dedicado.

— Intento hacer mi trabajo de la mejor forma posible — respondió el muchacho, con una leve sonrisa.

Ethan observaba el modo en que hablaba: directo, pero respetuoso.

Había algo en Sebastian que lo dejaba… intrigado.

Una naturalidad, tal vez. Una presencia silenciosa, pero impactante.

Durante la conversación, intentó concentrarse en las preguntas:

— ¿Tiene habilitación profesional? ¿Experiencia con vehículos blindados?

— Sí, señor. Trabajé cuatro años en la flota ejecutiva de una empresa en Campinas. También hice un curso de manejo defensivo y primeros auxilios.

— Óptimo. — Ethan hizo algunas anotaciones. — Y sobre horarios, ¿tiene disponibilidad integral?

— Sí. Incluso, puedo comenzar de inmediato, si el señor lo necesita.

Ethan asintió, aún mirando el currículum, pero con la mente lejos de allí.

Había algo extraño ocurriendo dentro de él.

Una inquietud silenciosa, una especie de curiosidad que no quería reconocer.

Mientras Sebastian hablaba sobre rutas y horarios, Ethan notó detalles que lo desconcentraban: el tono de voz firme, el modo sereno de mover las manos, la mirada segura.

¿Por qué todo aquello lo afectaba?

Intentó alejar el pensamiento, pero era inútil.

Desde que Valquíria quedara embarazada, él se sentía en paz, hasta ahora.

Ahora, algo dentro de él parecía despertar de nuevo.

— ¿Señor Ethan? — llamó Sebastian, interrumpiendo el devaneo.

Ethan parpadeó, volviendo a la realidad.

— Ah… sí, disculpe. Estaba pensando en algo de la empresa.

— Está bien, señor — respondió el muchacho, con una sonrisa simpática.

Ethan cerró la carpeta frente a él.

— Creo que podemos hacer una prueba. Si está de acuerdo, comience mañana.

— Estoy de acuerdo, claro. Gracias por la oportunidad.

Sebastian se levantó y extendió la mano.

Ethan la estrechó, y por un segundo, sintió algo extraño: una descarga leve, como si el toque despertara algo adormecido.

Retiró la mano rápidamente, disimulando.

— Hasta mañana, entonces.

— Hasta mañana, señor Ethan.

Cuando Sebastian salió, Ethan permaneció mirando hacia la puerta por un largo tiempo, con el corazón acelerado.

Se sentó, respiró hondo y se pasó la mano por el rostro.

“No… esto no puede estar sucediendo de nuevo.”

Intentó convencerse de que era solo una impresión, una reacción tonta.

Pero la verdad es que, en aquel instante, sintió algo que no sentía hacía algún tiempo: el mismo tipo de curiosidad y deseo que lo asaltaba en los sueños que él fingía no recordar.

Miró por la ventana, el cielo cubierto por nubes.

“Tal vez sea solo admiración”, pensó.

Pero el corazón insistía en decir lo contrario.

Y, sin percibirlo, aquel encuentro marcaba el inicio de un nuevo conflicto, el más profundo de su vida.

Aquella noche un sueño lo despertó.

Una ola de calor se apoderó de Ethan.

Ya hacía tiempo que estos sueños no lo asaltaban más.

Pero aquella noche, soñó con Sebastian.

Por algunos instantes Ethan llegó a pensar, que contratar a Sebastian tal vez no fuera una buena idea.

Pero el sueño volvía nítido en su mente.

Sebastian con unos jeans ajustados, una camisa abierta, mostrando un pecho atlético lleno de músculos.

Ethan acabó yendo al baño a masturbarse, aquel sueño lo dejó en una situación que si no se aliviaba, no conseguiría volver a dormir nuevamente.

¿Por qué? Todas las veces que él se masturbaba era normal, pero hoy pensando en Sebastian sintió un placer increíble, nunca había sentido tanto placer.

Ethan estaba con miedo de tener a Sebastian cerca, pero solo de imaginar verlo al día siguiente su miembro ya estaba poniéndose erecto nuevamente.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play