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Capítulo 19
"Buenas tardes", Mikkel saludó con cortesía e ingresó junto a Damen.
"Espero que sea de su agrado", expresó Mikkel dándole la pequeña caja al abuelo Fabien.
"Gracias", recibió el abuelo la pequeña caja con alegría.
Mikkel se sintió un poco incómodo, ya que no trajo ningún presente para los padres de Damen, puesto que no sabía que estarían presentes.
El abuelo Fabien abrió la caja, dentro había una deliciosa tarta de fresa.
"Vaya, se ve muy bien, ¿lo hiciste tú?", preguntó dirigiéndose a Mikkel.
"Sí, lamento la presentación, no tenía un recipiente adecuado", se disculpó Mikkel.
Había algunos recipientes en la casa, pero no eran del tamaño adecuado para la tarta.
"No hay inconveniente, eso no cambiará el sabor de esta deliciosa tarta", sonrió el anciano.
El abuelo Fabien le pasó la tarta a la empleada para que lo sirviera.
"No te molestes en servirme a mí, no me gustan los postres preparados a la ligera en esa pobre presentación, ¿quién sabe como fue preparado?, prefiero comprarlos de la pastelería", indicó la Señora Juliet a la empleada.
"El buen gusto no es para todos, muchas veces una cubierta lujosa trae desperdicios adentro, no siempre se puede guiar por el exterior", refutó el abuelo Fabien probando la tarta servida por la empleada.
"Está delicioso, eres muy hábil", sonrió halagando a Mikkel.
"Gracias, es bueno que le haya gustado", sonrió también Mikkel.
La Señora Juliet se levantó de su asiento con molestia y entró a la casa pidiéndole a Damen que la siguiera.
"Siéntate, no te quedes de pie", instruyó el abuelo a Mikkel quien aun seguía de pie.
La mesa se encontraba debajo de una gran sombrilla, con el día caluroso, fue refrescante sentarse bajo la sombra con la hermosa vista del jardín.
El padre de Damen también se levantó indicando que volvería a su trabajo, se fue luego de probar la tarta de fresa preparada por Mikkel.
"Discúlpalos, no son unas personas muy agradables, lamento que hayas oído esos comentarios", se disculpó el anciano.
"No se preocupe, no tiene importancia", dijo Mikkel con tranquilidad.
No quedaba mucho tiempo para no tener que volver a tratar con estas personas, Mikkel esperaba ansioso ese día para no tener relación con esta familia, a excepción del abuelo Fabien quien era agradable.
Con todos retirados, solo quedaron el abuelo y Mikkel en la mesa.
"Supe que empezaste a trabajar en la agencia Golden House", mencionó el abuelo.
"Oh, sí, aunque aún no es seguro, debo esperar para confirmar mi estancia en la agencia", explicó Mikkel.
"Estoy seguro de que no tendrás problemas, las fotografías se ven muy bien, te ves tan feliz en esa foto", expresó el abuelo.
Las noticias sí que llegan rápido, pensó Mikkel.
No le extrañaría que la madre de Damen estuviera conversando sobre ese tema con él ahora mismo.
El abuelo Fabien levantó la revista que estaba sobre la mesa y se la pasó a Mikkel.
"Salió hace unas horas, vi tu fotografía aquí"
Mikkel tomó la revista y empezó a hojearla, evidentemente, su imagen estaba en ella, en casi la última página.
Fue un sentimiento extraño, pero pleno.
"Como parte de la familia, tienes todo mi apoyo, así que no te preocupes por nada", habló el abuelo Fabien.
"Gracias, pero me gustaría hacer esto por mí mismo, le agradezco su apoyo, es suficiente para mí", sonrió Mikkel en respuesta.
No quería tener nada más que ver con esta familia, si recibía la ayuda del abuelo, solo sería un gran problema para el futuro.
"¿Cómo es que alguien tan bueno como tú terminó casado con mi nieto?", suspiró el anciano palmando la mano de Mikkel.
"Lo lamento tanto por ti por tener que soportarlo, se parece tanto a mi difunto esposo, los dos son igual de insoportables", añadió el abuelo.
Una suave sonrisa apareció en su rostro al recordar a su esposo.
"Fueron momentos difíciles, pero lindos, vivimos felices juntos muchos años, Damen se parece tanto a él", siguió contando el abuelo.
Mikkel lo escuchó con curiosidad, los ojos del abuelo reflejaban tanta nostalgia al hablar de su difunto esposo.
"Solo tuvimos un hijo, Kemish, fue difícil cuando lo tuve, debía nacer alfa dominante para continuar con nuestro matrimonio, fue una regla impuesta por su familia, a mi esposo no le importaba como fuera el bebé, pero fue importante para mí", contó el anciano.
Los prejuicios contra los omegas eran más severos en el pasado cuando él era joven, tomó un largo tratamiento para hacer posible el nacimiento de un alfa dominante, algo que terminó por lastimar su cuerpo siendo incapaz de tener más hijos.
"Crie a mi hijo con severidad para que no fuera como esos alfas llenos de prejuicios, supongo que lo hice bien, pero Damen creció muy consentido por su madre y terminó teniendo la misma actitud que su difunto abuelo", expresó el abuelo con una sonrisa.
"Es muy molesto, ¿verdad?", preguntó divirtiéndose a Mikkel.
Mikkel asintió, no conocía muy bien a Damen, pero tenía una actitud muy molesta e infantil cuando trataba con él.
"Será una pena cuando tengas que irte, creo que tú podrías manejarlo perfectamente", dijo el abuelo.
"No creo que sea así, ya es demasiado agotador tener que tratar con él unas cuantas horas", expresó Mikkel.
El sabor agrio de la ensalada repleta de jugo de limón aun podía sentirse en su paladar.
"Ja ja ja ja, ¿eso significa que no te gusta ni un poco?", cuestionó el anciano.
"No me gusta", dijo Mikkel con seguridad.
"Ya veo"
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Dentro de la casa, la Señora Juliet habló con gran enojo el tema respecto a Andrew.
"No puede ser tan descarado como para atreverse a trabajar en el mismo lugar que Andrew, el pobre niño está tan acongojado", resopló molesta.
Andrew también había hablado con ella quejándose de la actitud de Mikkel.
"Debes hacer algo Damen, tu abuelo no permitirá que yo interfiera", indicó a su hijo.
Damen miraba por la ventana hacia el jardín.
"Veré como se dan las cosas, será algo interesante de ver", dijo en respuesta.
"Pero hijo..."
"Debo irme ahora, volveré después", Damen salió de la casa sin prestarle más atención a su madre.
Caminó en dirección hacia donde estaba Mikkel y salieron juntos de la casa.
