LA FUERZA DE LA RESILIENCIA

Adres pidió una habitación y subió con Isairi, en ningún momento cruzaron palabras, cuando estaban en la habitación el le dijo que se diera un baño, ela lo miró y entró sin decir nada, cuando se baño bien se tapo su cuerpo con una toalla porque sabia que no necesitaba ropa, Andres también se fue a bañar, mientras lo hacía Isairi llamó a su madre y le dijo que llegaría tarde porque estaba solucionado la plata del arriendo y los gastos.

La madre se le hizo extraño y quiso saber, pero Isairi con mucha vergüenza le dijo que en la casa le contaba, se despidió y cortó la llamada porque sintió que ya el hombre llegaría a su lado. Andres se acercó a ella con una mezcla de deseo y nervios a la vez, Isairi se puso de pie, el se acercó más y la besó, un beso tierno y a la vez desesperado, ella correspondió dejándose llevar por su instinto.

Ella comenzó a sentir emoción de ese encuentro y no entendía porque, pues era un verdadero extraño, pero parecía que a su cuerpo eso no le importaba; el le quitó la toalla y quedo completamente desnuda ante él, Andres sintió como su amigo despertaba poco a poco, el se quitó la toalla y también quedó expuesto a los ojos de Isairi, el le agarró la mano y la puso en su parte, ella quedó en shock porque nunca lo había hecho y lo estaba haciendo con un desconocido, sentía como eso palpitaba en su mano y la retiro.

Adres la empujó suavemente a la cama y después se subió en ella y se pegó a sus s*nos, con una mano se apoyaba en la cama y con la otra le acariciaba el cuerpo, en ese momento Isairi no sabía qué tenia, sentía ganas de gritar del gusto, le estaba gustando lo que un extraño le estaba haciendo, algo que nunca sintió con Julian, claro, porque no lo hizo, simplemente busco su propio placer. Isairi sintio que ese hombre extraño había dado con su punto débil.

Mientras ella estaba experimentando algo diferente, su madre estaba en su casa pensativa, preguntándose ¿como iba a conseguir ese dinero su hija? pero se dijo que fuera cual fuera la forma no se iba a sentir bien, no quería que su hija estuviera haciendo algo indebido y obligada por la situación que estaban viviendo, no quería que tuviera una deuda tras otra pir algún préstamo, ella buscaba las posibles firma de su hija encontrar dinero, pero sacudió su cabeza y se dijo que era mejor esperar que ella le contara.

Andres besaba y degusta los p*zones de Isairi y eso la avivaba por completo, sentía su parte íntima mojada, el paso su mano por esa parte y se dio cuenta que estaba lista para recibirlo, el también estaba listo y eso lo hizo feliz, por fin era un hombre completo; estaba emocionado porque podía disfrutar de su vida plenamente, podía salir con su amigos y amigas y poder darce gusto, ya el monstruo había despertado.

El estaba desesperado por entrar y lo puso en la entrada, pensó que no le costaría porque ella estaba bien para recibirlo, pero le costó entrar todo, ella sintió dolor y le dijo que esperara, a él se le hizo extraño, por un momento pensó que era virgen, pero después se acordó de las palabras que le había dicho la empleada, que en la discoteca habían habitaciones y ellas podían tener relaciones con cualquiera.

Andres se quitó esa idea y la miró a los ojos y le dijo.

ANDRES: Ya, puedo seguir.

ISAIRI: Si, pero suave.

El comenzó a moverse suave, ella sentía todo diferente a cuando estuvo con Julian, con el extraño le estaba gustando, pero se sentía avergonzada porque estaba vendiendo su cuerpo, el la beso mientras entraba y salía suave de ella.

En casa de Isairi la madre veía con tristeza el alimento de su nieta, solo le quedaba para un tetero, pero sabía que su hija resolvería, ella le daba gracias a Dios porque siempre tenían sus tres comidas; a Eneida le dolia no poder ayudar a su hija, ella se daba cuenta como día a día Isairi desafiaba los obstáculos y se convertia en una mujer resiliente, se le media al trabajo sin importar las barreras porque queria para brindarle un futuro mejor a su hija y mantener bien de salud a Feder y a ella como su madre principalmente.

Eneifa sabía que Isairi estaba buscando ofrecerle a su hija las oportunidades que ella misma no pudo tener, Eneida veía como su hija enviaba hojas de vida a diario, pero ninguna empresa la contactaba, su hija no se rendía, era como si nada le afectaba; pero sentía que la muestra de resiliencia era más una defensa para no sentirse vulnerable, pero admiraba el temple de du hija.

Isairi trataba de contener los g*midos, era la primera vez que experimentaba algo así, la primera vez que disfrutaba como habían dicho sus compañeras de clase, ella sentía como aquel hombre extraño entraba y salía en diferentes ritmos, Isairi lo único que podia hacer era agarrarse a su espalda, y dejar salir sus g*midos en su oído.

En ese momento Isairi estaba sumergida en lo que que estaba experimentando, para ella era nuevo y más porque estaba rompiendo las normas, los valores inculcados por su madre, Eneida era una mujer ejemplar ante sus ojos, eso fue lo que ella le mostró, pero, sin embargo, allí estaba su hija, perdida en la experiencia que estaba viviendo.

Ella sintió como el hombre le levanta las piernas poniéndolas en sus hombros y así se dio cuenta que habia quedado más expuesta, no alcanso a avergonzarse porque el entró nuevamente de un solo golpe, ella g*mío del pl*cer y se dejó llevar por todo lo que estaba sintiendo.