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Enamorarse No Está En El Contrato

Enamorarse No Está En El Contrato

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Pareja destinada / Amor-odio / Romance / Yaoi / Matrimonio arreglado
Popularitas:2.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Kaguya171310

La historia gira en torno a dos amigos-enemigos que por errores del pasado tuvieron un futuro casi desvanecido.
Advertencia, la novela contiene decripción explícita sexual.

NovelToon tiene autorización de Kaguya171310 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 8: Un Pequeño Paseo.

A la mañana siguiente Aidan despertó con un fuerte dolor de cabeza. Abrió los ojos recordando que las paredes de su habitación eran color crema, y esas no lo eran. Miró a su lado viendo a Indigo dormir.

—¡¿Qué carajos?!— gritó el pelinegro asustando a su rival—. ¿Por qué estoy aquí?.

—Estás en mí habitación— se quejó Indigo por el grito que le dio—. Obviamente no te acordarás de nada, porque estabas borrado.

Aidan sintió que sus mejillas se sonrojaban de golpe al escuchar eso, del puro susto levantó las sábanas viéndose en paños menores.

—¡¿Qué?!.

Indigo sonrió con algo de burla.

—Que ocurre, ¿enserio no lo recuerdas?— le dijo el mayor acercándose.

Aidan lo quedó mirando y se tapó con las sábanas.

—No deberías sentir vergüenza— le dijo el castaño acortando más la distacia—. Después de todo nos vamos a casar— le bromeó.

—Estás loco— lo empujó Aidan—. Nadie estaría jamás contigo, eres un idiota.

Indigo lo quedó mirando, luego bajó sus ojos al collar.

—¿Por qué lo usas si me odias tanto?— le preguntó el castaño.

Aidan puso sus dedos en el dije de corazón.

—Lo uso porque es un regalo— dijo desviando la mirada.

Indigo se acercó más, quedó muy cerca del rostro del pelinegro.

—¿Realmente me odias?— le preguntó el mayor.

Aidan se quedó perplejo ante esa pregunta, realmente no sabía que responder. Su mente siempre se había quedado en que eran rivales de competencia, saber quién era el mejor y quién no. Siempre creyó que aquello era odio por estar en esas fases de peleas constantes.

—¿Qué diferencia hace ahora?. ¿Por qué quieres saber?— preguntó Aidan confundido—. Siempre ha sido así con nosotros. Nos llevamos mal desde pequeños, porque siempre hemos querido ser mejor que el otro. Deja las cosas como están.

—No puedo— le dijo Indigo—. Piensa que tenemos que casarnos.

El pelinegro frunció el ceño molesto, seguramente el mayor le estaba tomando el pelo y quería burlarse de él. Pero Aidan sería más inteligente, si tanto quería saber que pensaba, entonces también le jugaría una broma. Aunque no imaginó las consecuencias que traería a su relación de enemistad.

—Te veo demasiado entusiasmado con el tema del matrimonio— le dijo Aidan acercándose ahora él. Éste movimiento hizo retroceder a Indigo—. Creo que quieres estar conmigo.

—¿Qué?— dijo el castaño confundido.

—Puede ser que no me odies como dices— dijo Aidan con tono de juego. Miró a los ojos del mayor y en ellos no vio sentimientos de odio. El chico se quedó perdido por unos segundos, y sin pensarlo se acercó y le dio un suave beso sobre los labios.

Sólo segundos bastaron para que Aidan se alejara, sus miradas chocaron y fue ahí que el pelinegro se dio cuenta de lo que había hecho. De pronto tocaron la puerta asustando a ambos, se separaron rápidamente.

—¿Indigo?— Odris abrió la puerta encontrándose con los chicos en la misma cama—. Creí que habías ido a dejar a Aidan a su cuarto.

—Le pregunté mil veces pero con lo borracho que estaba no me respondió— dijo Indigo justificándose.

Aidan se levantó rápidamente olvidando que estaba sólo con ropa interior. Se vistió casi como flecha y luego salió de la habitación disculpándose a la pasada con Odris. El pelinegro fue directo a su dormitorio y se encerró. Odris miró a su amigo.

—¿Una explicación?— dijo el chico mirando al castaño.

—Ya te dije lo que pasó, estaba demasiado borracho para responderme. Y yo no iba a dormir en el sofá— le dijo Indigo—. Ahora me daré un baño y te veré en el comedor.

Odris no dijo más, y salió de la habitación de su amigo cerrando tras de si. Mientras en el dormitorio de Aidan, el pelinegro estaba parado aún en shock, realmente no se podía creer lo que había hecho.

—¿Por qué lo besé?— se preguntó tratando de entenderse—. A ver, calma— se dijo sentándose en la cama—. Sólo lo estaba molestando, él se burló de mí y yo sólo seguí el juego— lo pensó por unos segundos—. No, creo que yo me pasé.

Tomó su cabeza con ambas manos tratando de ordenar las mil ideas que pasaban por su mente. Pedirle disculpas a Indigo estaba fuera de discusión, eso no lo haría. Simplemente le diría que fue una broma para que no vuelva a meterse en sus asuntos.

—Eso es— sonrió Aidan. Se levantó de la cama y fue al baño para darse una ducha, también aprovechó de tomarse unos analgésicos para el dolor de cabeza.

Mientras en el comedor del resort, Kilian y Mael estaban en una mesa esperando a los dos chicos.

—Buenos días— les saludó Sayer con unos lentes oscuros.

—Vaya— le dijo Kilian—. Al parecer alguien se le pasó la mano anoche.

—No me digas nada— dijo el pelirrojo sentándose—. Quiero un café amargo y unas tostadas.

—Toma— le dijo Mael dándole un vaso de jugo natural—. Esto te refrescará.

—Gracias— le sonrió Sayer. Bebió del líquido—. Haaa, eso estuvo genial.

Mael sonrió, Kilian lo quedó mirando.

—Buenos días— saludó Aidan—. Disculpen la demora— se sentó.

Kilian y los demás saludaron, el rubio sonrió al verlo llegar.

—¿Tú dónde estabas?— le preguntó Sayer—. En la mañana fui a buscarte, pero no estabas en tú habitación.

—No, yo me levanté temprano para hacer ejercicios— le dijo Aidan confundiendo al pelirrojo.

—¿Ejercicios?— preguntó Sayer—. Ayer te fuiste realmente borracho, ahora que recuerdo fue Indigo quién te llevó.

Aidan iba a responder pero sintió de pronto que alguien tomaba su hombro.

—Espero que hayas descansado bien anoche— le dijo Indigo—. Después de todo no dejaste de abrazarme— continuó caminando hacia la mesa donde lo esperaban Odris y las chicas.

Kilian y los otros dos se quedaron viendo a Aidan esperando alguna explicación, el pelinegro estaba rojo hasta el cuello.

—No es lo que piensan, pero no recuerdo nada de anoche. Sólo sé que deseperté en la cama de Indigo— les dijo Aidan.

Sayer lo miró casi con rostro acusatorio.

—¡No es lo qué piensan!. No hicimos nada— les dijo el pelinegro—. Creo que estaba tan borracho que no pude decirle donde quedaba mi habitación, y por eso me llevó a la suya— terminó de decir con un hilo de voz.

—De acuerdo, sólo durmieron— sonrió Kilian bajándole el perfil—. No hay de que preocuparse, desayunemos hoy tenemos un gran día.

Indigo llegó a la mesa con sus amigos.

—Anoche ni recuerdo como nos fuimos— se rió Brenda—. ¿Estuvo bueno verdad?.

—Bebimos mucho— sonrió Odris—. Tal vez hoy deberíamos difrutar más del paisaje.

—¡Sí!— dijo con entusiasmo Gladys—. Hoy iremos a ver las estrellas, no quiero estar borracha.

—Son chicas buenas— les sonrió Indigo—. Desayunemos.

Después de comer, Kilian invitó a los chicos a un mirador que quedaba cerca, desde allí se veía el camino que seguirían en la noche para ver las estrellas.

—Se ve algo lejos— le dijo Aidan caminando.

—No lo es— le sonrió Kilian—. Te encantará cuando lo veas en la noche.

De pronto sintieron unos pasos detrás de ellos, aparecieron Indigo y sus amigos.

—Así que también los trajiste por aquí— le dijo Brenda a Kilian.

—Ustedes conocen muy bien el camino— le sonrió Kilian—. Después de todo estuvieron aquí en año pasado.

—Así que ya habían venido en pareja— dijo Aidan sonriendo a Indigo—. Que romántico. Hoy recordarán ese día un año después.

—¡¿Verdad qué sí?!— le dijo Brenda feliz al menor mientras tomaba de un brazo a Indigo.

El castaño no dijo nada y sólo miró a Aidan.

—Bueno— dijo Gladys—. Hoy hay números pares, al parecer no sólo nosotros iremos en parejas.

Kilian rodeó con su brazo los hombros de Aidan, el pelinegro le sonrió. Éste era su momento propicio para dejarle en claro a Indigo que el beso que le dio sólo fue una simple broma.

Mael quedó mirando a su amigo con algo de tristeza, realmente le dolía ver a Kilian con otras personas. Aquello fue notado por Sayer, que hace unos días había entendido que Mael tenía un amor no correspondido, sintió que debía ayudarlo.

—Bueno si vamos en pareja— dijo Sayer tomando de una mano a Mael, éste se sorprendió—. Iremos juntos a disfrutar, ¿verdad?— le sonrió al mayor.

Mael se quedó mirando al pelirrojo, hasta ese momento no había visto que el chico era bastante atractivo. Tenía unos lindos ojos color avellana.

—Sí, iremos juntos— le sonrió algo confundido Mael.

Kilian miró a su amigo, al igual que Aidan al suyo. Sin embargo aquella acción extrañamente no había pasado por alto a los ojos de Odris, quién frunció levemente el ceño.

—Hay que lindo— dijo Gladys—. Que viva el amor entonces.

Aidan y Kilian sonrieron al igual que el resto. En ese lugar los grupos se separaron, Indigo y los demás se quedaron en el mirador mientras Kilian llevaba a sus invitados a un camino donde se podía ver todo el paisaje.

La tarde comenzó a caer, y antes de la cena todos regresaron al resort. Decidieron comer algo antes de salir, aunque el camino no era muy lejos, igual tomaría su tiempo regresar. Se dieron un baño y se cambiaron de ropas, por lo general las noches eran algo frías, sobretodo al lugar donde irían.

—Toma— le dijo Kilian dándole el plato de comida—. Debes tener fuerzas para caminar.

—Mael— dijo Sayer tocando con su mano el brazo del mayor—. ¿Me alcanzas la salsa?.

Mael le sonrió y se la dio, Kilian los miró con disimulo. Después de cenar ambos grupos se dispusieron a salir del resort camino a la Galaxia de Andrómeda.

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Criskeilis Brito
subiste el mismo capitulo😭
Kaguya: lo siento!! de inmediato lo corrijo. Muchas gracias 🙂
total 1 replies
Puji Lestari Putri
🤗 Excelente, más por favor.
boing fortificado
No puedo dejar de leer📖
Alida
No puedo esperar a leer el siguiente capítulo, sigue adelante! 💪
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