En esta nueva aventura, Liz Asiria, la sirena bruja, se embarca en una travesía con su variado grupo de amigos: Kai, un vampiro con habilidades sobrenaturales; Basil, un dragón legendario conocido como Leviatán; Demian, un semidios con la esencia de Anubis en sus venas; Sirius, un hombre lobo Alfa con un instinto agudo; y Melissa, una cazadora experta. Juntos descubren una antigua puerta escondida en las profundidades del océano que los transporta a Akvy, un mundo lleno de enigmas y desafíos.
En Akvy, el grupo debe enfrentar una serie de pruebas mágicas y secretos oscuros que podrían desestabilizar tanto su mundo como el nuevo al que han llegado. Cada uno utilizará sus habilidades únicas para resolver misterios, luchar contra criaturas y descubrir la verdad detrás de la puerta interdimensional. La aventura pondrá a prueba su valentía y la solidez de su amistad mientras exploran este enigmático y peligroso nuevo reino solo para cumplir con la profecía de la "hija de Poseidón."
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Capítulo 14: Emociones en la oscuridad
El grupo llegó a la entrada de la cueva que conducía al Faro de los Vientos Susurrantes. La estructura era imponente, su boca oscura parecía devorar la luz del día, y a ambos lados, vigilantes como estatuas, se erguían los Sylphs de Roca, guardianes de la entrada. Estos guerreros, aunque de clase baja entre su especie, no eran oponentes a subestimar. Sus cuerpos, formados de minerales y piedras preciosas, brillaban con un resplandor que los hacía parecer más intimidantes. A medida que el grupo se acercaba, los Sylphs comenzaron a moverse, desprendiéndose de la pared rocosa como si fueran parte de la misma cueva.
"Nos están esperando."- murmuró Basil, su mirada fija en los guardianes que se preparaban para atacar.
Kai se preparo para el ataqué, su expresión determinada.- "Entonces, no los hagamos esperar más."
El enfrentamiento fue rápido y feroz. Los Sylphs de Roca cargaron con una fuerza implacable, pero el grupo de Liz estaba preparado. Kai y Basil, con su agilidad y destreza, esquivaban los golpes pesados de los guardianes, mientras Sirius y Demian cubrían los flancos, contrarrestando cada ataque con una precisión letal. Melissa, ágil como un rayo, lanzaba flechas que debilitaban las estructuras minerales de los Sylphs, facilitando que Liz, con su poder elemental, pudiera asestar el golpe final.
En cuestión de minutos, los guardianes cayeron, sus cuerpos desmoronándose en montones de rocas brillantes. Respirando con algo de esfuerzo, Liz se acercó a la entrada de la cueva, aliviada por la victoria, pero también consciente de que lo más difícil estaba por venir.
"Bien hecho, pero no podemos bajar la guardia."- dijo Sirius, ocultando sus garras mientras echaba un vistazo a la oscuridad de la cueva.
Sin embargo, justo cuando el grupo se disponía a entrar, uno de los Sylphs de Roca, aparentemente caído, se levantó con un último esfuerzo. Antes de que pudieran reaccionar, movió las rocas de la cueva con una fuerza descomunal, provocando un estruendo ensordecedor. El suelo tembló bajo sus pies, y en un instante, el grupo se vio separado, dividido por enormes bloques de piedra que cayeron entre ellos.
"¡Liz!"- gritó Demian, alcanzando a ver cómo Liz era arrastrada por la corriente de rocas que la empujaban hacia un abismo oscuro. Sin pensarlo dos veces, saltó tras ella, intentando alcanzarla.
Mientras tanto, Basil y Sirius quedaron atrapados en una sección de la cueva, rodeados por las rocas que bloqueaban su camino dejando un solo espacio pars seguir. Kai y Melissa, por su parte, cayeron en una grieta que los separó del resto, dejándolos en la penumbra, sin saber qué había pasado con sus compañeros.
Liz y Demian cayeron por lo que parecía un túnel inclinado que los arrastraba a una velocidad vertiginosa. La caída parecía interminable, hasta que de repente, el túnel se abrió en una especie de cámara subterránea, llena de una luz suave y seductora que emanaba de las paredes cristalinas. Aterrizaron sobre un suelo blando y esponjoso, hecho de lo que parecía una especie de musgo o hierba suave, pero la inercia del aterrizaje hizo que Liz cayera sobre Demian, quedando ambos en una posición incómodamente cercana.
Liz levantó la cabeza, solo para darse cuenta de que estaba encima de Demian, sus cuerpos entrelazados de una manera que envió una oleada de calor por todo su cuerpo. La luz de la cámara realzaba sus rasgos, y por un instante, sus ojos se encontraron, cargados de una tensión que no necesitaba palabras. Demian, sorprendido y abrumado por la situación, sintió cómo el rubor se extendía por su rostro, su corazón latiendo con fuerza bajo el peso de Liz.
Liz también sintió el ambiente cargado, y cuando intentó levantarse para salir de aquella posición comprometedora, Demian, guiado por un impulso que no podía controlar, la tomó de la cintura con una mano firme, evitando que se moviera. La atrajo hacia sí, presionando su cuerpo aún más cerca del suyo. Con su otra mano, acarició suavemente su rostro, levantando su barbilla para que sus miradas se encontraran de nuevo.
"Demian…"- murmuró Liz, sorprendida por su audacia, pero su voz se perdió cuando él la acercó más, sus labios rozando los de ella con una urgencia que reflejaba los sentimientos que había estado reprimiendo durante tanto tiempo. Sin darle tiempo a reaccionar, la besó apasionadamente, sus labios encontrándose en un beso cargado de deseo y emoción.
Liz, en un principio sorprendida, se dejó llevar por el momento. Sintió cómo su corazón aceleraba, una mezcla de confusión y pasión la invadía mientras correspondía al beso, sus manos aferrándose al pecho de Demian. El tiempo pareció detenerse, y por unos segundos, el peligro que los rodeaba quedó olvidado.
Finalmente, cuando el beso se rompió, ambos quedaron mirándose, respirando con dificultad. Liz, con el rostro encendido, intentó decir algo, pero las palabras no llegaban. Demian, aún sosteniéndola, parecía querer decir algo también, pero solo pudo esbozar una sonrisa tímida, sin soltarla.
"Quizá… esto no fue tan malo después de todo."- murmuró Demian con una voz cargada de emociones encontradas, sin saber realmente cómo seguir después de lo que acababa de suceder.
Liz, sin poder evitarlo, sonrió, asintiendo ligeramente mientras trataba de procesar lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, el momento no duraría mucho más, pues un ruido lejano, como un rugido bajo, comenzó a resonar por toda la cámara, recordándoles que aún no estaban fuera de peligro.
"Tenemos que seguir adelante." -dijo Liz finalmente, tomando una bocanada de aire para calmarse y prepararse para lo que venía. Pero Demian, antes de dejarla ir, la miró una vez más, sus ojos brillando con una promesa silenciosa de que hablarían de lo ocurrido una vez que estuvieran a salvo.
Ambos se levantaron, sus corazones aún latiendo con fuerza, y comenzaron a avanzar por la cámara, sabiendo que la misión estaba lejos de terminar, pero que algo entre ellos seguía latente.
Basil y Sirius, atrapados entre las paredes estrechas de rocas, intercambiaron una mirada rápida, ambos conscientes de que debían mantenerse calmados y buscar una salida. Sirius, siempre impulsivo, comenzó a empujar una de las rocas que bloqueaba su camino, mientras Basil, más calculador, examinaba el entorno en busca de una debilidad en la estructura que los mantenía atrapados.
"Déjame intentar algo."- dijo Basil en voz baja, colocando su mano contra una de las rocas y cerrando los ojos. Su energía comenzó a concentrarse en un punto específico, y con un esfuerzo controlado, logró desplazar la roca lo suficiente como para crear un espacio por donde pudieran pasar.
"¡Bien hecho!"-exclamó Sirius, sonriendo mientras ambos se deslizaban a través de la abertura que Sirius había creado.
El único camino que tenían disponible los llevó a través de un túnel oscuro, pero para su sorpresa, no encontraron ningún Sylph de Roca en su camino. Las paredes de la cueva eran ásperas, y la luz era casi inexistente, pero lograron avanzar sin complicaciones. A medida que avanzaban, Basil no podía evitar preguntarse dónde estarían los demás.
Mientras tanto, en otra parte de la cueva, Melissa y Kai se encontraban en una situación similar. Melissa, sintiendo la opresión de la oscuridad y la incertidumbre, se aferró a la mano de Kai, buscando consuelo en su presencia. Kai, siendo tan caballeroso por ser un vampiro de otra época, percibió su miedo y la sostuvo con firmeza, guiándola a través de la penumbra con pasos decididos.
"No te preocupes, Melissa. No te dejaré atrás."- dijo Kai, su voz suave pero segura.
Melissa, a pesar del miedo, sintió un calor en su corazón al escuchar esas palabras. Kai siempre había sido su gran amor, y aunque sabía que él no compartía los mismos sentimientos románticos que ella albergaba por él, su simple cercanía le daba fuerzas para seguir adelante.
Kai, gracias a su visión nocturna, no tuvo problemas en encontrar el único camino que se extendía ante ellos. El túnel parecía interminable, pero finalmente llegaron a una bifurcación que conectaba con otro túnel más amplio. Justo cuando llegaron, se encontraron con Basil y Sirius, que emergían del mismo túnel desde el otro lado.
"¡Kai! ¡Melissa!"- exclamó Basil, aliviado de ver a sus amigos a salvo. - "¡Qué bueno verlos!"
Sirius asintió, su rostro relajándose al ver que estaban juntos de nuevo.- "Parece que todos llegamos al mismo lugar."
Melissa, aún aferrada a la mano de Kai, sonrió, aunque una pequeña parte de ella deseaba que el momento hubiera durado un poco más.
Reunidos, el grupo avanzó hacia la salida del túnel, pero no estaban solos. Delante de ellos, más Sylphs de Roca se congregaban, bloqueando el camino hacia la punta del faro. Estos guerreros parecían más imponentes que los anteriores, con sus cuerpos brillando con una intensidad que indicaba su mayor rango y poder.
"Nos están esperando." - dijo Sirius, su tono bajo y alerta.
Kai soltó suavemente la mano de Melissa y se puso en modo de ataqué, listo para la batalla. Melissa, aunque con el corazón palpitante, reunió su coraje y preparó sus armas, sabiendo que tendría que estar a la altura.
Basil y Sirius se posicionaron a ambos lados del grupo, sus expresiones resueltas mientras se preparaban para lo inevitable.
"Tenemos que abrirnos paso si queremos llegar al faro."- dijo Basil, con su habitual energía.
Los Sylphs de Roca cargaron hacia ellos, y la batalla comenzó. El choque de poder y el zumbido de las rocas llenaron el aire, mientras el grupo luchaba con todas sus fuerzas para avanzar. Los Sylphs, a pesar de su número y fuerza, no podían igualar la determinación y la habilidad del grupo. La batalla fue intensa, pero poco a poco lograron abrirse paso, avanzando hacia la salida.
Mientras tanto, en otra parte de la cueva, Demian y Liz continuaban su avance, sus manos aún entrelazadas. La agitación del beso que compartieron aún latía en sus corazones, pero el peligro que los rodeaba no les permitía bajar la guardia.
Demian, aunque sus pensamientos estaban parcialmente ocupados por lo que había ocurrido, mantenía una vigilancia constante sobre Liz, asegurándose de que estuviera a salvo en todo momento. No quería soltar su mano, como si al hacerlo pudiera perderla de alguna manera.
Liz, por su parte, sentía una mezcla de emociones que la dejaban algo desconcertada. El beso de Demian había despertado una chispa que no sabía cómo apagar. Pero ahora, avanzando juntos por el oscuro pasaje, supo que lo amaba aun más, pero que necesitaba tiempo para corresponder como el quería.
El ruido distante de la batalla llegó a sus oídos, aunque no sabían qué lo causaba. Aceleraron el paso, conscientes de que algo importante estaba sucediendo más adelante.
"Vamos, Liz."- dijo Demian, su voz firme pero gentil, mientras la guiaba por el estrecho camino. -"Debemos encontrar a los demás y seguir adelante. No te soltaré."
Liz asintió, sintiéndose segura a su lado. Aunque el camino era incierto, sabía que mientras estuviera con Demian, podría enfrentar lo que viniera.
el detalle también es el siguiente Liz prácticamente lo que hizo es el 20% que fue la destrucción porque lo demás lo estaban debilitando ella lo que hizo es alzar la llave abrir la broma del templo emergió la luz lo lancé hace al devorador y listo se acabó se destruyó o sea que ella prácticamente no se agitó o sea así se agitó por el poder que se emergió en en la llave pero prácticamente ni siquiera saltó ni brincón y ni hizo el esfuerzo de atacar al otro solamente se quedó parada allí mirando con me imagino con una mirada así como quien dice de desesperación pero tampoco hizo algo para salvar o para como quien dice apoyar porque fueron los demás que apoyaron a ella mientras que ella estaba parada allí solamente pensó la parte de los juramentos y yo la llave y destruyó prácticamente con ese poder ancestral eso es todo lo que hizo en este capítulo lo demás estaban allí como que luchando lo que pueda y debilitando lo que pueda allí y por eso nuevamente lo digo Melisa tiene mi admiración y mi respeto porque ella es la única humana del grupo que logró en primera instancia retroceder el devorador de corriente y eso es de admiración bravo por ella... aplausos para Melisa
Ay Dios mío ya falta como quien dice poco para el final Ay qué emoción
o sea estás esperando que todo el mundo se muera para que Tú comienzas a expulsar los poderes de poseído por favor movilízate... va a tener que estar Nessbit para resguardar te a ti
Liz aprende de Melisa que no se esconde detrás de los pretendientes.. fue la que dio la iniciativa de atacar y que retroceda el devorador tienes que aprender de ella no me interesó se intentó matarte pero ese personaje siempre me cayó bien A pesar de que te que te mataron.. ella sí es digno de mi admiración...😂😂😂😂😂