El Legado De AKVY: La Profecía De Poseidón

El Legado De AKVY: La Profecía De Poseidón

Capítulo 1: Las aventuras de Liz

Hace mucho tiempo, en una ciudad como cualquier otra, existió un grupo de amigos bastante peculiar. La singularidad de su círculo radicaba en su diversidad: una sirena-bruja, un vampiro, un dragón, un lobo, un semidiós y una humana, todos conviviendo en armonía. La vida parecía fluir tranquilamente para ellos, hasta que un día, Liz Asiria, la sirena-bruja, descubrió algo que lo cambiaría todo.

Esa tarde, Liz, con el corazón latiendo con fuerza, decidió enviar un mensaje al grupo que compartía con sus amigos:

“Hola, ¿hay alguien ahí?” escribió, tratando de mantener la calma mientras sus dedos temblaban levemente.

Sirius fue el primero en responder: “¿Qué sucede?”

“Estoy aquí,” añadió Demian, seguido rápidamente por Melissa, quien saludó con un “Hola, Liz”.

Liz respiró hondo antes de continuar: “Necesito decirles algo importante.”

Kai, siempre atento, preguntó con curiosidad: “¿Qué pasó?”

“¿De qué se trata?” añadió Basil, preocupado.

Liz dudó por un momento, pero finalmente se armó de valor: “Bueno... Verán, hace un rato, al salir de la universidad, fui al arrecife.”

“Ajá,” comentó Melissa, animándola a seguir.

“¿Qué tiene de extraño?” preguntó Sirius, captando la tensión en el aire.

“¿Qué viste?” inquirió Demian, inquieto por la pausa en el relato.

Sin decir más, Liz envió una imagen al grupo. En la fotografía, bajo el resplandor del sol que se filtraba a través del agua, se veía una misteriosa puerta incrustada en el arrecife de coral.

La imagen que Liz envió al grupo mostraba una puerta tallada directamente en el arrecife de coral, fusionándose casi de manera orgánica con la vida marina que la rodeaba. La puerta, desgastada por el tiempo y las corrientes oceánicas, estaba adornada con intrincados patrones que parecían representar antiguas criaturas marinas y ondas que se desvanecían en la superficie rocosa del arrecife. El color del coral, una mezcla de tonos rosados y naranjas, se entrelazaba con la piedra de la puerta, creando una ilusión de que la estructura había sido esculpida por la misma naturaleza.

Los bordes de la puerta estaban cubiertos de pequeñas algas y crustáceos, dando la impresión de que llevaba siglos oculta bajo el mar. A pesar de estar en el fondo del océano, un débil resplandor azul emanaba de las grietas de la puerta, como si algo al otro lado emitiera una luz suave y misteriosa. El sol que se filtraba desde la superficie del agua iluminaba la escena, haciendo brillar las partículas suspendidas en el agua y resaltando aún más los detalles ocultos en la puerta.

En el centro de la puerta, donde normalmente habría un pomo o cerradura, había un símbolo en forma de concha marina, casi imperceptible, como si la puerta estuviera esperando ser descubierta y abierta por alguien que entendiera su significado.

“¿Una puerta? ¿Es en serio, Liz?” exclamó Basil, incrédulo.

Liz sintió cómo sus manos se apretaban contra su teléfono. “¡Esa puerta no estaba ahí antes, Basil!” insistió, su tono cargado de emoción.

“¡Bueno, bueno! Cálmate, cariño,” respondió Basil con un guiño juguetón, intentando aliviar la tensión.

“¿Cuál es el punto de esto?” intervino Kai, aún confuso por la situación.

Liz tomó un profundo respiro antes de continuar: “Es que cuando me acerqué, sentí que algo me arrastraba... apenas pude escapar. Alcancé a tomar una foto para mostrarles que no estoy mintiendo.” Su voz temblaba al recordar la experiencia, sintiendo una mezcla de miedo y alivio.

Melissa no tardó en mostrar su apoyo: “Sabes que te creo, Liz. No necesitabas arriesgarte de esa manera.”

“Estoy de acuerdo con Melissa,” añadió Sirius, con un tono protector. “No debiste arriesgarte, mi frágil pececito.”

“¡No soy frágil, Sirius!” respondió Liz con un destello de indignación.

Demian, incapaz de contenerse, estalló: “¡Ya cállense todos! Y tú, Sirius, si vuelves a ofender a mi preciosa Liz, lo pagarás muy caro.”

Sirius, sin inmutarse, replicó con sarcasmo: “Cuando quieras. Además, jamás la ofendí, solo es mi forma de expresar cariño, ¡tarado!”

Basil, intentando calmar los ánimos, intercedió: “Liz, por favor, continúa e ignora a estos tontos.”

Liz sonrió ligeramente ante la situación, pero rápidamente recuperó la seriedad: “Lo que quiero decir es que algo extraño está ocurriendo bajo el mar. ¿Alguno de ustedes me acompañaría esta noche, después de la universidad?”

Kai fue el primero en ofrecerse, aunque con una advertencia: “Por supuesto, pero no puedo mantenerme mucho tiempo en el agua...”

“Yo sí te acompañaré,” dijo Basil. “No tengo problema con eso. Hace muchísimo tiempo, viví en el mar, ¿recuerdas?”

Melissa se unió a la oferta: “Yo también puedo acompañarte, pero... tampoco resisto mucho tiempo dentro del agua, Liz.”

Liz sintió un cálido agradecimiento hacia sus amigos. “Gracias a todos. No se preocupen, la puerta no está tan lejos de la costa.”

Sirius, con una mezcla de entusiasmo y resignación, agregó: “Yo también iré contigo, pececito, aunque no me guste mucho el mar.”

“¡Te dije que dejes de llamarla así!” exclamó Demian, visiblemente molesto. “Igual me apunto a ir contigo, aunque no sé si sea buena idea.”

“Les agradezco mucho,” respondió Liz con una sonrisa que ocultaba su nerviosismo. “Les prometo que todo saldrá bien.”

El día en la universidad Gladius-B parecía arrastrarse con una lentitud exasperante. Las horas pasaban pesadamente, cada minuto cargado con la expectativa de lo que estaba por venir. Las aulas, normalmente vibrantes con la energía de los estudiantes, estaban llenas de una tensión silenciosa. Los murmullos de las conversaciones eran más suaves, los pasos en los pasillos más lentos, como si todos estuvieran atrapados en la anticipación de la noche que se acercaba.

Finalmente, cuando el sol comenzó a hundirse en el horizonte y las sombras se alargaron, las clases llegaron a su fin. El sonido de las campanas señalando el fin de la jornada fue recibido con alivio, pero también con un nerviosismo palpable. Los estudiantes, con rostros serios y miradas cargadas de determinación, se congregaron en la entrada principal de la universidad, una estructura imponente de piedra gris que ahora parecía un gigante vigilante en la penumbra.

Las luces amarillas de las farolas iluminaban tenuemente la escena, proyectando sombras que se mezclaban con la creciente oscuridad. Algunos estudiantes hablaban en voz baja, mientras otros revisaban nerviosamente sus mochilas, asegurándose de que todo estaba en orden para la travesía que les aguardaba. El aire estaba impregnado de un sentido de propósito, la certeza de que aquella noche no sería como las demás.

Conscientes de la importancia del momento, Liz y sus amigos se prepararon para emprender el viaje hacia el arrecife, sabiendo que lo que descubrirían bajo las olas podría cambiarlo todo. La luna ya asomaba tímidamente en el cielo, y bajo su pálido resplandor, se preparaban para dejar atrás la seguridad de Gladius-B y adentrarse en lo desconocido.

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Comments

Ailisec Riana

Ailisec Riana

no me contuve y bueno aquí estoy de vuelta...

buenooo...ya sabes... Liz provocando ese vaiven de emociones en esos hombres..

buen comienzo😊😊

2024-08-30

2

Total
Capítulos
1 Capítulo 1: Las aventuras de Liz
2 Capítulo 2: La puerta bajo el mar
3 Capítulo 3: ¿En dónde estamos?
4 Capítulo 4: El sendero de Faltit
5 Capítulo 5: En "Fauna Silvestre"
6 Capítulo 6: El Juramento de las Aguas Cruzadas
7 Capítulo 7: El destino nos unió
8 Capítulo 8: Sed de sangre
9 Capítulo 9: El frenesí de Kai
10 Capítulo 10: Confesión y recuerdos
11 Capítulo 11: No lo ocultare mas...
12 Capítulo 12: Interpretando la profecía
13 Capítulo 13: El faro de los vientos susurrantes
14 Capítulo 14: Emociones en la oscuridad
15 Capítulo 15: El Rey Sylph de Roca
16 Capítulo 16: Hades
17 Capítulo 17: Orintha
18 Capítulo 18: Rumbo a la ciudad de los Ecos
19 Capítulo 19: En la taberna
20 Capítulo 20: Hechizo de prueba
21 Capítulo 21: Estamos juntos en esto
22 Capítulo 22: Nessbit y Leviatán
23 Capitulo 23: El hermano menor
24 Capítulo 24: Devuelta a Falfit
25 Capítulo 25: Despertando el poder de un semidiós
26 Capítulo 26: La siguiente misión
27 Capítulo 27: Las aguas de Sereth
28 Capítulo 28: Los Campos de Niebla Eterna
29 Capítulo 29: Es hora de enfrentar a los ecos
30 Capítulo 30: Los Ecos comenzaron
31 Capítulo 31: El eco de ellas
32 Capítulo 32: El eco del final
33 Capítulo 33: En el Santuario
34 Capítulo 34: El plan final del Devorador
35 Capítulo 35: Vamos por la llave
36 Capitulo 36: Oh! Hades....
37 Capítulo 37: Sentimientos en caos
38 Capítulo 38: Un nuevo pensamiento
39 Capítulo 39: Olas de celos
40 Capítulo 40: Charla en el mar
41 Capítulo 41: Distancia necesaria
42 Capítulo 42: Aceptación sin condiciones
43 Capítulo 43: Entre Olas y Promesas
44 Capítulo 44: Kraken Celestial contra el poder de un dios
45 Capítulo 45: Renacer en la oscuridad
46 Capítulo 46: Dudas
47 Capítulo 47: Nidriath
48 Capítulo 48: El reino de Hades
49 Capítulo 49: Pelea de dioses
50 Capítulo 50: Sucumbiendo al instinto dracónico
51 Capítulo 51: Sombras de resentimiento
52 Capítulo 52: Eryndor
53 Capítulo 53: Leviatán y su frenesí divino
54 Capítulo 54: Demian (Anubis) y Hades
55 Capítulo 55: Recobrando la cordura
56 Capítulo 56: El castigo a Melissa
57 Capítulo 57: La isla misteriosa
58 Capítulo 58: Descubriendo el secreto de la isla
59 Capítulo 59: El tiempo en la isla
60 Capítulo 60: Envuelta en las sombras
61 Capitulo 61: Metamorfosis
62 Capítulo 62: Nymphaeum
63 Capitulo 63: El Devorador de Corrientes
Capítulos

Updated 63 Episodes

1
Capítulo 1: Las aventuras de Liz
2
Capítulo 2: La puerta bajo el mar
3
Capítulo 3: ¿En dónde estamos?
4
Capítulo 4: El sendero de Faltit
5
Capítulo 5: En "Fauna Silvestre"
6
Capítulo 6: El Juramento de las Aguas Cruzadas
7
Capítulo 7: El destino nos unió
8
Capítulo 8: Sed de sangre
9
Capítulo 9: El frenesí de Kai
10
Capítulo 10: Confesión y recuerdos
11
Capítulo 11: No lo ocultare mas...
12
Capítulo 12: Interpretando la profecía
13
Capítulo 13: El faro de los vientos susurrantes
14
Capítulo 14: Emociones en la oscuridad
15
Capítulo 15: El Rey Sylph de Roca
16
Capítulo 16: Hades
17
Capítulo 17: Orintha
18
Capítulo 18: Rumbo a la ciudad de los Ecos
19
Capítulo 19: En la taberna
20
Capítulo 20: Hechizo de prueba
21
Capítulo 21: Estamos juntos en esto
22
Capítulo 22: Nessbit y Leviatán
23
Capitulo 23: El hermano menor
24
Capítulo 24: Devuelta a Falfit
25
Capítulo 25: Despertando el poder de un semidiós
26
Capítulo 26: La siguiente misión
27
Capítulo 27: Las aguas de Sereth
28
Capítulo 28: Los Campos de Niebla Eterna
29
Capítulo 29: Es hora de enfrentar a los ecos
30
Capítulo 30: Los Ecos comenzaron
31
Capítulo 31: El eco de ellas
32
Capítulo 32: El eco del final
33
Capítulo 33: En el Santuario
34
Capítulo 34: El plan final del Devorador
35
Capítulo 35: Vamos por la llave
36
Capitulo 36: Oh! Hades....
37
Capítulo 37: Sentimientos en caos
38
Capítulo 38: Un nuevo pensamiento
39
Capítulo 39: Olas de celos
40
Capítulo 40: Charla en el mar
41
Capítulo 41: Distancia necesaria
42
Capítulo 42: Aceptación sin condiciones
43
Capítulo 43: Entre Olas y Promesas
44
Capítulo 44: Kraken Celestial contra el poder de un dios
45
Capítulo 45: Renacer en la oscuridad
46
Capítulo 46: Dudas
47
Capítulo 47: Nidriath
48
Capítulo 48: El reino de Hades
49
Capítulo 49: Pelea de dioses
50
Capítulo 50: Sucumbiendo al instinto dracónico
51
Capítulo 51: Sombras de resentimiento
52
Capítulo 52: Eryndor
53
Capítulo 53: Leviatán y su frenesí divino
54
Capítulo 54: Demian (Anubis) y Hades
55
Capítulo 55: Recobrando la cordura
56
Capítulo 56: El castigo a Melissa
57
Capítulo 57: La isla misteriosa
58
Capítulo 58: Descubriendo el secreto de la isla
59
Capítulo 59: El tiempo en la isla
60
Capítulo 60: Envuelta en las sombras
61
Capitulo 61: Metamorfosis
62
Capítulo 62: Nymphaeum
63
Capitulo 63: El Devorador de Corrientes

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