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Obsesión Del Diablo

Obsesión Del Diablo

Status: En proceso
Genre:Juego del gato y el ratón / Amor eterno / Demonios / Reencarnación / Mundo de fantasía / Pacto diabólico
Popularitas:6.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Poire

— Advertencia —

La historia está escrita desde la perspectiva de ambos protagonistas, alternando entre capítulos. Está terminada, así que actualizo diariamente, solo necesito editarla. Muchas senkius 🩷

♡ Sinopsis ♡

El hijo de Lucifer, Azaziel, es un seducor demonio que se obsesiona con una mortal al quedar cautivado con su belleza, pero pretende llevársela y arrastrar su alma hacia el infierno.

Makeline, por su lado, carga con el peso de su pasado y está acostumbrada a la idea del dolor. Pero no está segura de querer aceptar la idea de que sus días estén contados por culpa del capricho de un demonio.

—¿Acaso te invoqué sin saberlo?
—Simplemente fue algo... al azar diría yo.
—¿Al azar?
—Así es. Al azar te elegí a ti.

NovelToon tiene autorización de Poire para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La doble cara del control

Makeline se había pasado la clase entera traspasando todo lo que su profesora decía, y ahora volvía a pasar lo que había escrito a una hoja nueva, lo cual no tenía absolutamente ningún sentido para mí, pero yo no era el que perdía el poco tiempo que me quedaba haciendo esa clase de tonterías. Sabiendo que se iría al infierno en cualquier momento, debería haber estado probando platillos de comida nueva o, yo que sé, intentando cosas arriesgadas, no desgastándose en una universidad de la que ni siquiera se llegaría a graduar.

¿Y qué cosas tenía escritas en ese papel? Parecía que había inventado una runa demoníaca con el desorden y las letras ilegibles de sus notas. Sé que había prometido no leer su mente, pero era imposible que no lo hiciera cuando tenía algo específico rondándole la cabeza que pedí a gritos que lo escuchara. Quería saber dónde iba cuando desaparecía por horas, como en esa mañana. ¿Cómo le hacía entender que no podía seguir indagando más de lo que ya sabía?

Regina se acercó subiendo los escalones con un poco de prisa, acercándose a ella. Estaba levemente agitada cuando se plantó en su carpeta.

—¿Por qué siempre te quedas en el fondo del salón? —Makeline siguió rayando sus hojas, apenas prestándole atención—. ¿Tienes clase aquí? —me preguntó directamente, Makeline levantó la cabeza para notar que no se estaba dirigiendo a ella—. No te había visto en la lista.

Lamentablemente, a partir de hacer mi aparición frente a sus “amigos” en la cafetería, decidí que habría sido estúpido desaparecer de la nada, tenía que conservar la estupieez sobre ser un estudiante extranjero. Además, así me ahorraba la discreción y le podía vigilar abiertamente.

—No. No estoy inscrito, solo estoy observando.

—¿Qué? —se notaba algo sorprendida—. ¿Mónica te dejó pasar así nada más? ¿Sin ser parte de la clase?

Ah, sí, la profesora. Makeline me había advertido que era demasiado seria y me afirmó que se negaría a aceptar el favor de permitirme la entrada como espectador. Y yo me lo tomé a pecho, ninguna mortal iba a negarse a ni una sola petición que saliera de mi boca.

—Yo le pedí que lo dejara ingresar como espectador —le explicó ella.

—Qué raro —murmuró Regina para sí misma. Luego cambió el tema—. Oye, Mak, estaba pensando repasar los temas para el exámen sustitutorio de Elías de la próxima semana, después de su clase mañana. Tú entiendes los libros más rápido que yo, necesito que me ayudes —recostó la mitad de su cuerpo en la mesa mientras seguía de pie—. De paso, podrías controlar que no siga pensando en tonterías y asegurarte de que no me distraiga.

—Regi, sabes que tengo turno en Fresde mañana. Jodie me pidió que la cubriera para que pueda ir a su cita médica —le dijo con suavidad.

Regina lucía decepcionada.

—Es cierto. La verdad tengo la mente revuelta y lo había olvidado —se frotó la cara con ambas manos como si intentara quitarse el estrés—. Pero, ¿puedes avisarme cuándo tengas un día libre antes del examen? —juntó sus manos, en un gesto suplicante—. Por fa, no quiero que mis calificaciones bajen por culpa de mis problemas personales. No puedo sola.

—No tienes que preocuparte por eso. Yo me voy a asegurar de apartar unas horas para estudiar contigo antes del exámen —le sonrió, Regina le sonrió devuelta y luego me miró.

—¿A ti no te gustaría venir mañana? Igual tengo que intentar estudiar sola —le prestó atención—. Digo, como eres de intercambio y te quedarás un tiempo, podrías intentar ponerte al día con algunos temas.

Alterné la vista entre ambas. No me molestaba darle clases a la mortal, no tenía mucho que hacer últimamente, pero eso significaba dejar a la otra mortal sola y no sabía si quería correr el riesgo por una simple lección, aunque yo me daría cuenta si las cosas empezaran a ponerse feas.

—Sí, me parece bien —respondí.

Makeline me observó de reojo, extrañada.

—Ok —dijo Regina con un tono más encendido—. Primero pasaré comprando algo de comer en la cafetería para ambos —pensé en lo poco que se me antojaba la comida para humanos, pero no mostré expresión alguna—. Luego te veo en la biblioteca a las cuatro treinta, ¿sí? 

Asentí, esperando a que se fuera hasta su sitio después de despedirse. Percibí la curiosidad de Makeline queriendo desbordarse por su boca.

—"¿De acuerdo?" —repitió las palabras—. "¿Me parece bien?”

—Sí. Eso dije ¿No? —Makeline soltó una risa.

—Entonces, me vas a dejar sola por ir a estudiar —resaltó la última palabra.

—¿Qué hay con eso? ¿No soportas que te deje sola? —pregunté con una ligera sonrisa.

—No me malentiendas. No es que me moleste. Solo se me hace extraño —guardó los apuntes dentro de una carpeta, organizándolos—. De haber sabido que sería tan fácil deshacerme de ti, le habría pagado a Regina para que te llevara lejos desde el principio.

La escuché, siguiendo cada uno de sus movimientos con la mirada.

—De todas formas no estarías "libre de mí" exactamente.

—Muy tarde —Makeline se acomodó en su asiento—. Ya te metiste en esto. Regina te tendrá horas repasando en la biblioteca, sobre todo cuando claramente le atrae tanto tu esencia —miró escaleras abajo, hacia donde estaba su amiga—. No voy a verte en un buen rato.

—¿Eso crees? —me apoyé en el brazo izquierdo para observarla—. Tal vez tengas razón, pero aún puedo ir a visitarte.

Me miró con desconfianza, sentí en ella cierta intriga a la vez que temor.

—¿Y ahora qué bobadas estás soltando?

—Ya me escuchaste —repliqué, con un gesto divertido por su evidente confusión.

—¿Te clonas a ti mismo o qué? —bajó el tono de voz, casi susurrando.

—No con exactitud. Pero puedo estar en varios sitios al mismo tiempo.

Yo sé que para ella era básicamente lo mismo, pero como dije antes, a pesar de que intentara explicárselo, no lo iba a asimilar del todo.

—¿Bilocación? —preguntó.

—Es un poco más... complicado que solo bilocación. Pero sí, para que lo entiendas, lo más parecido es la bilocación.

Se quedó pensando un rato.

—Y si puedes estar en distintos lugares al mismo tiempo, ¿dónde estabas esta mañana? 

Ah, ya veo. Qué chismosa. Por irónico que sonara, me pareció impertinente que intentara seguir indagando sobre mis asuntos personales.

—Estaba ocupado con algo que requería toda mi atención.

—¿Qué cosas? —preguntó ella, apoyando su cabeza en el brazo derecho, creando un efecto espejo—. ¿No vas a contarme?

—No te compete.

—¿Por qué a mí no me cuentas lo que te pasa? No es justo, tú husmeas todo el tiempo en mis cosas.

—Te repito que no es asunto tuyo —contesté con tono cortante.

Rió, parecía que solo me estaba intentando molestar. Metió sus cosas en el bolso y lo cerró para ajustarlo a su hombro.

—De todas formas, preferiría que estés "completamente" con ella mañana. Dame un descanso, estás pegado a mí todo el santo día.

Me disgustó. No entendía la necesidad de usar esas expresiones laicas.

—¿Tan impaciente estás por librarte de mí?

Se puso de pie. 

—Eres algo desesperante y algo agotador, la verdad. Me bajas un poco las energías —pasó por mi lado y bajó los escalones lentamente. Fui tras ella.

 —¿De verdad me consideras tan molesto?

—Me parece que eso fue lo que dije, sí.

—No tienes la menor idea de lo que hablas.

Analicé qué ocurriría si Makeline descubriera la perversidad real detrás del disfraz humano, se tragaría sus palabras. Quizá estaba cometiendo un error al dejar que pensara que era tan dócil como mi aspecto me hacía ver. Pero le concedí el deseo, dejé que se sintiera libre de nuevo solo por un rato.

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Lorena Ramirez
es muy bueno
Patricia Garcia Lizarraga
Excelente
Alcira Araujo
genial
Alcira Araujo
que ya no va a subir más capítulos
Poire: Todos los días subo, ntps
total 1 replies
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