Soy Azahara y os voy a contar mi historia, aunque no lo creáis, todo lo que os voy a decir es real.
Nunca imaginé que dejaría mi casa, mi ciudad, mi familia y amigos, en fin en dejar mi vida para empezar otra en un lugar diferente donde solo conozco a un par de amigas y lo que menos esperaba era todo lo que me deparaba el futuro con seres increíbles pero reales.
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Capítulo 14. Información confidencial.
Unai.
Tras el brindis retomamos la conversación que teníamos pendiente.
- Espero contad con vuestra discreción, ella no sabe nada aún. -
- ¿Cómo que no sabe nada?. - pregunta Eneko confundido.
- No sé el por qué, pero ella no ha notado el lazo de unión, primero quiero saber quien es su familia y el por qué abandonaron la manada que pertenecían. -
- Esa información quizás la encuentres aquí. - Eneko me dio la carpeta verde, en ella estaba escrito e nombre de Azahara. - Xoán y yo nos pusimos a buscar información cuando no los dijiste, pero no vimos el momento de poder dártela. -
- No sabíamos cuando íbamos a verte, si llegamos a saber que es tan importante te la hubiéramos dado antes, por eso cuando nos llamaste decidimos traerla.-
Los dos quedaron en silencio cuando abrí la carpeta, en ella había fotos de Azahara, de sus padres y hermano, no los había visto nunca, la manada Luna Menguante, dejó de ser la que era cuando Vladimir fue nombrado Alfa, su padre murió en circunstancias muy raras, nadie sabía de qué, algunos sospechaban de su propio hijo, decían que él lo había asesinado por sed de poder.
Artur, padre de Azahara y beta de Alexander, quiso abandonar la manada cuando supo lo que el nuevo Alfa quería hacer, sus intenciones eran gobernar todas las manadas quedando él como único Rey, la manada que se negara a esa unión sería aniquilada en su completo, Vladimir al enterarse secuestró a Yanis, esposa de Artur, cuando fue rescatada gracias a algunos miembros de la manada y por el propio Artur se fueron de allí con sus dos hijos, desde entonces viven en un pueblo lejos de todas las manadas, se hacen pasar por unos simples humanos para poder vivir en paz.
Azahara fue sometida a un hechizo para que su loba no se conectara con ella, que no pudiera transformarse, y anularon todos los sentidos que un lobo debe de tener, nunca le negaron lo que era ya que ellos si se transformaban y temian que se asustara cuando los vieran en su forma de lobo.
En cambio a su hermano Asher no se lo pidieron hacer ya que su edad era muy avanzada y podría ser peligroso para él.
Al leer toda esa información comprendí muchas cosas, con más razón no podía permitir que mi luna quedara desprotegida, Vladimir era un ser vengativo, y lo que Artur hizo no quedaría en el olvido.
- ¿Quien más ha visto está carpeta?. - respiré profundamente y pellizque el puente de mi nariz, está carpeta era una bomba masiva según en qué manos caía.
- Solo nosotros tres. -
- Esta es información confidencial, nadie debe de saber nada, si Vladimir llegase a enterarse podríamos tener serios problemas. -
- Por eso no te preocupes Unai, seremos una tumba y más sabiendo que Azahara es nuestra luna. -
Tenía plena confianza en ellos, por eso sabía que esa información no saldría de aquí.
Ahora lo más importante era convencer a Azahara de que se uniera a Luna Brillante para así poder protegerla mejor, hablar con su padre y ofrecerle protección a ellos también, incluso darles un hogar aquí, tienen que saber que su hija es la luna del Alfa de Luna Brillante, también buscar a esa hechicera para que anule todo lo que le hizo y pueda transformarse, que Lía, creo recordar que ese era su nombre, pueda comunicarse con ella, sentir el lazo y todo lo demás que conlleva ser una loba.
- Unai, creo que sobra decir que aquí estamos para lo que haga falta, Azahara es nuestra luna, y cuenta con nosotros para todo, no la dejaremos desprotegida, tenemos una manada muy fuerte, nadie se acercará a ella fácilmente. -
- Os lo agradezco, se que puedo contar con ustedes, pero ahora tengo que ver cómo le digo a Azahara que es mi pareja destinada, según he podido oír en una conversación de Helen con Azahara y sus amigas, ella no me quiere cerca. -
Mientras esperaba que Eneko viniera oí a mi hermana llegar, así que salí al pasillo, desde allí les escucho, al oír lo que Azahara dijo volví a entrar a mi despacho.
- Tienes que ganar primero su confianza, dale un poco de tiempo, todo esto es nuevo para ella y cuando le vayas a contar todo no olvides tener paciencia. - la voz de Eneko era tranquila y eso me daba confianza.
Mi mente no dejaba de pensar, podía notar a Jon inquieto, hacía rato que no me comunicaba con él, no podía dejar que tomara el mando, estaba tan desesperado que sería capaz de buscarla y marcarla como suya en este momento.
- Salgamos esta noche, no nos vendría mal despejar la mente por unas horas, quizás así podríamos ver las cosas de otra manera. -
Xoán tenía razón, quizás eso nos vendría bien a los tres.
- Está bien, iremos a comer y después a tomarnos unas copas. -
- Perfecto. -
Los tres salimos de la oficina, íbamos hablando cuando su aroma me invadió, sería difícil tenerla cerca sin poder besarla, o darle aunque fuera una simple caricia, pero por ella tenía que ir despacio.
Bajamos a la cocina, cogí algo de la nevera para comer y unas cervezas, al darme la vuelta vi como entraban Azahara, Helen y sus amigas.
- Hola chicos, ¿os importa si os acompañamos?, tenemos hambre y sed. - mi hermana me guiña el ojo.
- Claro, mi casa es vuestra casa. -
- Hablando de eso hermanito, he invitado a las chicas a pasar el fin de semana aquí, espero que no te importe.-
Un fin de semana con ella aquí, por una parte, me alegraba, pero por otra sería un sacrificio tenerla al lado.
- No hay problema, sabes que aquí puedes hacer lo que quieras sin sobrepasarte. -
- Helen, ¿no piensas presentarnos a estas bellezas?. -
Mi mirada fue directa a Eneko.
Eneko: Tranquilo colega, sé que es tuya, solo quiero ganar su confianza.
Habló conmigo por el lazo mental.
Unai: Más te vale que sea solo eso, no quiero quedarme sin mi beta, porque te mato con mis propias manos.
- Si claro, ellas son Azahara, Ariadna y Nataly. - señalaba a cada una mientras las nombraba.
- Mucho gusto, yo soy Xoán, amigo íntimo de Unai.- se levantó y le dio dos besos a cada una, de mi garganta salió un gruñido cuando fue el turno de Azahara.
Todas las miradas fueron para mí, no era mi intención gruñir, pero los celos tomaron el control.
- Yo soy Eneko, el único que sabe controlar a la fiera de Unai. - me dedicó una mirada para que me relajara, también le dio dos besos a cada una, esta vez me di la vuelta para no ver cómo besaba a mi luna.
Ellas quedaron mudas, quizás fue por el gruñido o por la impresión que damos los tres.