Nerea, luego de terminar con una relación por más de diez años, se ve en la obligación de buscar otro prometido antes de que su familia se entere que ya no se va a casar.
NovelToon tiene autorización de Leóylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 14
Al llegar bajamos del auto y al ver que me había llevado a un salón de belleza, lo miré mal y este solo sonrió.
— Vamos, no te vendría mal un corte de cabello.
—¿Y crees que con eso voy a conseguir seguridad?
— No, pero los cambios siempre son buenos. Entra, te espero en el auto.
Vi como volvía a subirse al auto y aunque no quería cortar mi cabello si necesitaba algo de nutrición. Entre al salón y pronto una chica se acercó a mí para atenderme. Luego de pedirle que me hiciera un baño de crema y solo un corte de puntas, la joven me atendió y luego de una hora salí.
Dylan se encontraba apoyado en el capo de su auto con su celular en mano, cuando me vio salir levantó su vista y al verme clavó sus ojos en mí. Me empecé a sentir algo incómoda y desviando la mirada dije.
— Basta no exageres, no me hice nada, solo cortaron mis puntas.
— Pues te quedo muy bien... solo que aún sigue ocultando tus ojos. ¿Has probado con lentes de contacto?
— ¿Qué tienen mis lentes? Son funcionales y...
— Perdón, pero son horribles, el marco es muy grueso, cubre casi todo tu rostro.
Toque mis lentes y mirando mal a Dylan dije.
– A mí me gustan...
— Pero a tu falso prometido no.
Al haber ido al centro de la ciudad, estábamos en una zona llena de comercios y locales de todo tipo. Dylan al terminar de decir aquello tomo mi mano y empezamos a buscar una óptica para cambiar mis lentes.
Estaba algo fastidiada con todo eso, pero si quería seguir con nuestro plan debíamos aceptar los cambios.
Luego de encontrar una óptica, ingresamos y al ver que ningun lente con marco le gustaba, tuve que aceptar su propuesta y optar por unos lentes de contacto.
Al salir de allí quiso llevarme a una tienda de mujer y frenando mis pasos dije.
— No, no voy a comprar ropa, tengo mucha.
— He visto tu ropa...
— ¿Criticarás mi ropa también?— Veo como duda en hablar, pero al ver mi rostro calla.— Cómo dije tengo mucha ropa, mi madre y mi hermana me envían todo lo que consideran que puedo llegar a usar en la oficina. Lo que pasa es que sus gustos no son los míos. A ellas les gusta la ropa más llamativa.
— Muy bien, volvamos y me la enseñas, yo te diré que te pondrás mañana.
— No la tengo conmigo. – Veo como me mira y agregó – Debo ir a buscarla a la casa de mi ex, nosotros vivíamos juntos, pero luego del viaje a Cancún tome solo unas cosas y me fui a la casa de mi amiga hasta que pudiera ir a buscar mis cosas.
— Muy bien, vamos por ellas. Te acompañaré a buscarlas.
Iba a negarme, era algo que tenía que hacer sola, pero al ver lo decidido que estaba Dylan en acompañarme, no tuve más opción que aceptar.
Eran las cinco de la tarde cuando llegamos al edificio de Mateo y tocando el timbre espero a que el bajará para que me abriera, tenía las llaves, pero no sabía si estaba solo, no quería ingresar y encontrarme con una sorpresa. No paso mucho cuando lo vi venir y al ver que yo no estaba sola su rostro se puso serio.
— Hola.— Dije algo tímida, pero al ver como me miraba intensamente no supe que más decir. Sabía que mi cambio de look le había llamado la atención. Dylan al ver que no podía hablar se acercó y dijo.
— Vinimos por sus cosas. ¿Podemos pasar?
Mateo al oír la voz de Dylan volvió a ponerse serio y contestó.
— No era necesario que vengas acompañada, podías venir en cualquier momento.
Volví a recobrar la compostura y dejando mis nervios de lado dije.
— Este ya no es mi hogar, no quería venir e irrumpir como si está aún fuera mi casa.
Mateo se hizo a un lado y dejándonos pasar Dylan ingreso conmigo. El camino hasta el apartamento fue muy incómodo. Podía sentir la mirada de Mateo, pero yo no podía levantar la mirada del piso, no sabía por qué me sentía así, pero agradecí a Dios cuando el ascensor abrió sus puertas.
Al llegar ingresamos y mientras Dylan junto a Mateo esperaban en la sala, yo empecé a cargar toda mi ropa y mis cosas en valijas. Pronto tenía cuatro valijas repletas, pero aún faltaban todas las cajas de zapatos. Salí de la habitación y mirando a ambos dije.
— Voy a necesitar de su ayuda, debo bajar varias cajas de zapatos.
Veo como Dylan asiente, pero Mateo se adelantó y levantándose del sillón siguió hasta el cuarto y empezó a apilar las cajas.
— ¿Por qué tenías que traerlo?
— Es mi prometido, no podía dejarlo en casa mientras venía a la casa de mi ex.
Veo como vuelve a guardar silencio y ayudándome a llevar las cajas a la sala y las valijas dice.
— Los muebles puedes...
— No te preocupes, te había dicho que no quería nada.— Veo como Dylan me mira y al ver que esto ya era muy entrometido de su parte, tomó las valijas y agregó.
— Iré llevando esto.
Al quedarnos solos, Mateo me miró con algo de tristeza y dijo.
— Nerea lamento lo que pasó entre los dos. No quería que ambos termináramos así. Puedes llevarte lo que quieras, ambos contribuimos para comprar estas cosas...
— Lo sé, pero como te dije, de ti no quiero nada. Espero que seas feliz.
Sin más apilé las cajas y atándolas todas juntas salí del departamento. Dylan me estaba esperando afuera así que cuando me vio salir caminamos en silencio y al llegar al ascensor, preguntó.
– ¿Por qué no te llevaste aunque sea la cafetera?
Reí por su pregunta y contesté.
— Porque a pesar de lo que me hizo, Mateo gana menos que yo y está por tener un hijo. Yo puedo volver a empezar porque no tengo gastos innecesarios y tampoco nadie depende de mí.
Veo como Dylan solo guarda silencio y al abrir las puertas del ascensor agregó
— Además, tú dijiste que me regalarías una.
Salgo del ascensor y detrás de mí, él, con una sonrisa.
Guardamos todo dentro del auto y volviendo al edificio llame a Sarah para que viniera a cenar. Tenía planeado pedir comida para los tres. Para agradecerle a ambos su apoyo y ayuda en todo este tiempo...
Tiene que entender que quien se casa decide kmo dnd y cuando.El resto esta para aceptar y ayudar nada mas