Bajo La Sombra Del Miedo

CAPITULO 14

HENRY WALSH PARTE 2

Después de ser expulsado de la casa de los Moloney, regresé a mi hogar con el corazón roto. Le conté a mi padre lo que había sucedido, esperando encontrar en él un aliado. Sin embargo, su consejo fue dejar todo así y seguir adelante con mi vida. Pero yo no podía aceptar eso. El amor que sentía por Margaret era demasiado fuerte para rendirme tan fácilmente.

Tomé todos los ahorros que tenía y madre embarazada entro en mi habitación llorando, recuerdo que me dió su bendición y un fuerte abrazo, yo bese su barriga y me embarque hacia Quebec, sabía que debía alejarme para encontrar una manera de hacer realidad mi promesa. Llegué al Valle del Río San Lorenzo, un lugar de belleza impresionante y oportunidades escondidas. Allí, trabajé incansablemente, aprovechando cada oportunidad para ganar dinero. Aprendí a tocar música en las tabernas locales y vendí varias cosas que había llevado conmigo desde casa.

El tiempo en el Valle del Río San Lorenzo fue duro pero fructífero. Con cada día que pasaba, mi determinación crecía. Sabía que debía seguir adelante, así que después de un tiempo, decidí cruzar el océano y dirigirme nuevamente a Inglaterra. Allí, con el dinero que había ganado y mis habilidades musicales, comencé a amasar una pequeña fortuna.

Los años que pasé en Inglaterra fueron de arduo trabajo y sacrificio. Si mal no recuerdo, fueron unos tres o cuatro años, siempre le escribía a Margaret pero nunca recibí respuesta, asumi que mis cartas nunca le llegaron asi que solo me quedo cada día contar los días que faltaban para regresar y ver a verla. Mi amor por ella era mi mayor motivación, y cada nota que tocaba, cada moneda que ganaba, me acercaba un poco más a cumplir mi promesa.

Finalmente, después de años de esfuerzo, había reunido suficiente dinero. Sabía que era el momento de regresar y reclamar el amor que había dejado atrás. Con el corazón lleno de esperanza y los bolsillos llenos de dinero, emprendí el viaje de regreso, decidido a hacer feliz a Margaret y demostrarle a su padre que era digno de ella.

El viaje de regreso parecía un sueño y cuando pise suelo Canadiense sentí que por fin estaba en casa. Cuando llegue a Niágara a mi padre ya se le notaban los años y mi hermana era una princesa hermosa, fui recibido como siempre en casa aunque el ambiente era un poco tenso, enterré todo el dinero y cuando iba a salir a casa de Margaret mi padre me detuvo.

—¿A dónde vas?—

—Voy a la casa de los Moloney—

—Hijo, no te recomiendo que vallas—

—¿Porque padre?, ¿sucedió algo con Margaret?—

—No quise contarte esto por escrito hijo, pero Margaret está comprometida con un hijo de los Smith y se van a casar pronto—

Vi sus ojos buscando alguna señal que me dijera que todo eso era falso, pero no encontré nada.

—Padre ella se va a casar conmigo, yo tengo que hablar con el señor Moloney—

—Hijo no vayas, eso puede ser peligroso —.

Me fui sin responder nada a mi padre, llegué hasta la casa de Margaret y toque la puerta, la última vez que estuve allí fue hace varios años y ahora era un hombre diferente, la nana me abrió la puerta y me pregunto quería era. Yo le dije que quería hablar con el señor de la casa y no di más explicaciones.