De Santa A No Tanto.

Espere a que mi hermosa niña descansara y luego la recosté en la cama la mire a los ojos y le pregunté.

Franco: Confías en mí.

Isabella: Sí, mi amor lo sabes.

Franco: Ok mi amor escúchame bien, harás lo que te diga y solo eso dime qué me entiendes.

Isabella: Lo entiendo mi amor.

Le dije que escuchará atenta a todo lo que le decía cómo vi que le encantaba expresarse en el sexo y acariciarme con demencia, esa sería su prueba.

Le dije que no podía emitir ningún tipo de sonido ni podía moverse a menos que le dijera "puedes moverte" o "puedes hablar" desde ahora acosté a Bella en la cama y le amarre sus manos a cada esquina de esta luego de tenerla totalmente expuesta empecé mi tortura tome un pañuelo y le vendé los ojos, tome un cubito de hielo de un vaso de whisky que había buscado y lo puse en mi boca recorrí cada parte de su cuerpo lentamente con este, wow mi niña obediente se mordía sus labios y apretaba los puños, pero no movía su cuerpo sabía que estaba al límite su cuerpo me lo decía luego de derretir el cubito de hielo en su cuerpo baje a su zona y di riendas sueltas a mi lengua solo por segundos hacia un leve movimiento con sus piernas luego suspiraba y se calmaba y le había dicho una palabra de seguridad la cual debía usar en caso de que quisiera que parara, le pregunté "quieres que pare" y no recibí respuestas de su parte la sentí tensar mis dedos dentro de ella y le ordené que se calmara que no lo hiciera, así la mantuve durante un rato luego le dije que por favor ahora sí podía dejarse llevar y luego de unos minutos se corrió en mi boca subí a sus labios y la besé con locura y pasión amo a esta mujer para no saber es perfecta le quité la venda de los ojos y la desate.

Franco: Escucha bien mi Bella, te voy a desatar, pero tendrás que no tocarme, has de, cuenta que estás amarrada y no puedes hablar todavía.

Así lo hice la desate y coloque sus manos a los lados de su cuerpo fui a apoderarme de sus pechos lo hacía con rudeza, dejé chupones en todos lados la mordía y no recibí sonido alguno, subí sus piernas hasta mis hombros y la embestí con rudeza cada moviendo era más duro que el anterior mientras masajeaba sus gemelas la vi cerrar los ojos, muy fuerte, luego voltear sus ojos, morder sus labios, abrir sus ojos con sorpresa y por última vi como se escapaba una lágrima de su ojo por el límite de placer que yo le impedía que saliera de ella, pues cada vez que la sentís cerca me detenía quería llevarla al límite para que rompiera las reglas y nunca lo hizo está mujer es impresionante después de una larga tortura, dónde le practiqué posturas como la profunda, el sometido, la posesión entre otras más.



Le permití que se relajara y pudiera correrse y así lo hizo, estaba impresionado con mi bella durante toda la sesión, negaba con su cabeza, pero no me tocó ni se quejó al rato la acompañe llegando a mi máximo placer.

La besé en todas partes y la dejé descansar un breve momento para luego pedirle que la quería escuchar y ver moverse como ella lo sintiera mejor y así lo hizo la pasión se desbordó en esa habitación sus gritos y gemidos demostraban que había estado conteniendo sentimientos, me araño me dejó marcas con su boca está como poseída se veía segura y libre en ese momento dejo de estar agobiada y Vi una Bella muy relajada cuando tuvo el control primero lo hizo muy torpe, pero le fui diciendo como lo haría y después de eso no hubo vuelta atrás cada vez era mejor que la anterior llegamos tantas veces a nuestro punto más alto que creo que había creado un monstruo, mi intención nunca fue hacer esto con ella por qué pensé que huiría de mí y es todo lo contrario cada vez es más insaciable.

Ahora tengo a mi niña en la cama como una sexy pijama de seda siendo tratada como la reina que es. Mientras estoy consintiendo a mi Bella tocan el tiempo y a mayor partida de inoportunos mis queridos amigos Rodrigo y Esteban con sus hermosas damiselas traían cosas para una tarde de películas lo quería matar, trate de explicar que mi reina se sentía un poco mal, pero Esteban como siempre tomó control de todo, puso la película mientras Rodrigo cocinaba palomitas y las chicas preparaban otras cosas para la velada, fui a avisarle a mi niña que había visita y una muy adolorida Isabella salió a la sala no solo había tenido su primera vez, sino que no había descansado nada, ella llegó con su pijama sensual de seda y su cuello lleno de marcas y caminando con un poco de dolor, pues, yo ni la dejaba levantar de la cama incluso yo la bañaba.

Esteban: Huy, pero sí que estás enferma mi querida bella.

Mis ojos se abrieron y me apresuré a abrazarla, pues, estaba más roja que de costumbre.

Las bromas no se hicieron esperar ni sus amigas la perdonaron la cargue y la lleve al cuarto y ella tenía su cara en mi cuello, su cara era muy tierna, bueno, pero ella se lo buscó, se había portado mal.

Luego de ayudar a vestir a mi princesa bajamos a ver la película, ellos seguían y yo los fulminaba con la mirada, así fue nuestra tarde de películas