Una Noche Con Un Mafioso

Mi mente comenzó a retroceder el tiempo, los momentos inolvidables que viví al lado de Rubí dentro de esa habitación volvieron a adueñarse de mi mente.

___ Lawrence ¡Te amo con todo mi ser!... __ Dijo Rubí colocándose sobre mis piernas.

Enseguida, mi cuerpo respondió a ella, solo sentir su cuerpo junto al mío, mi p***n estaba listo para penetrar una y otra vez dentro de ella.

Al sentarse encima de mis piernas, la falda que Rubí se levanto hasta la mitad de sus nalgas, era tan sexy mirar la tanga roja, que Rubí traía puesta.

Coloqué mis manos en sus nalgas, acariciando con ternura su cuerpo. Acerque mis labios a su oído, pasando mi lengua por ellos, el olor de su cabello me vuelve loco,es un olor dulce que no va con su personalidad.

Rubí es una mujer ardiente, totalmente seductora, es hermosa de pies a cabeza, es un demonio que me vuelve loco por ella.

___ Yo te amo mucho más, me vuelve loco tu aroma, la manera apasionada en que me besas, la forma en la que hacemos el amor.. __ Le susurré al oído.

Rubí sonrió, besando apasionada mente mis labios, mis manos comenzaron a quitar su vestido, en segundos Rubí solo quedó en una pequeña tanga, sus pechos quedaron a mi merced.

___ ¡Debes hacerme el amor salvajemente!...__ Rubí susurró a mi oído...

Me quite mi ropa como si fuera un loco, me coloque sobre ella, para hacerla mía una y otra vez..

Esa noche Rubí quedó profundamente dormida en mis brazos, de pronto escuchamos fuertes golpes en la puerta.

Abrí los ojos y miré a la mujer durmiendo a mi lado, Rubí se miraba realmente hermosa, un mechón de su cabello cubrió parte de su rostro.

Me levanté de la cama al escuchar la insistencia de la persona afuera, me puse de nuevo mi ropa interior para abrir la puerta..

Al abrir la puerta, me lleve una sorpresa al ver a mis padres afuera, no me esperaba que ellos hubiera regresado de su viaje tan rápido..

Mis padres no sabían la relación que Rubí y yo manteniamos desde hace tiempo, Rubó era la hija del peor enemigo de mi padre, esto era como una traición para él..

Mi padre no dijo ni una sola palabra, solamente me empujó a un lado y entró al dormitorio, vio a Rubí durmiendo sobre mi cama, su cuerpo estaba totalmente desnudo, era evidente lo que había sucedido entre ella y yo....

___¡Eres un hijo de puta!...__ Dijo mi padre golpeando mi rostro con fuerza.

Me sentí como el peor de los traidores al haberme acostado con la hija del peor enemigo de mi padre, pero amaba con todas mis fuerzas a Rubí, no me importó de quién era hija, solo la amaba...

___ "La amo, con todas mis fuerzas, no pienso dejarla nunca"...___ Al escuchar mis palabras, mi padre sacó la pistola detrás de su espalda colocando sobre mi cabeza...

___ ¡Ella no le ama, solo te uso para sacarte información y destruir a tu familia!...

Creí que mi padre solo lo decía para que yo la dejara, pero mi amor por Rubí era mucho más fuerte...

___ ¡¡Mientes, Rubí me ama tanto como yo la amo a ella!..

___ ¡Eres un idiota, Lawrence!...

Mi padre le quitó el seguro a la pistola, me apuntó sin ningún sentimiento a la sien... Solo volte a mirar a Rubí, deseaba que su rostro fuera lo ultimo que mis ojos miraran antes de cerrarse por completo.

Mi padre bajó el arma disparando en mi pecho en lugar de mi sien. Solo cerré los ojos pero mis sentidos estaban funcionando a la perfección.

Escuche a Rubí reirse por lo que mi padre había hecho...

___ Me ahorro del trabajo de matarlo con mis propias manos, su hijo fue el mejor amante que he tenido en años...

___ ¡Ere una maldita zorra!...___ Gritó mi padre, sin embargo segundos después se escucharon varios disparos...

Por un momento pensé que mi padre había matado a Rubí, pero no fue así, unos hombres entraron a la habitación matando a mis padres a sangre fría...

El disparo que mi padre me dio no fue para matarme, sino para salvarme. Al pensar que mi padre me mató, Rubí junto a los hombres salieron de la habitación dejándome con vida ..Al irse abrí los ojos, mirando a mi padre a un lado de mí, cubierto de su sangre...

En ese momento, no volví hacer el mismo hombre que era, la sed de venganza me comió todo lo bueno que un día tuve..

...****************...

___ Señor Shop. El señor Miki a llegado a la mansión. __ La voz de uno de los empleados de Miki me volvió a la realidad..

__ "Ayudame a levantar"... __ Le ordené.

Debo ver con mis propios ojos a la chica que Miki a traído a la mansión. El hombre me ayudo a levantarme del sofá, coloqué mi brazo sobre su hombro, recargando todo mi cuerpo en él.

Con la ayuda del hombre a mi lado salí de mi habitación, en ese momento mire a Miki entrar a habitación de en frente con la chica en brazos.

Mi corazón latía un poco más acelerado de lo normal. A decir verdad, eso, no me gustó nada.

Por mi mente pasó la idea de que Miki le hizo algo a Marcela, ya que en el momento en que Miki salió de la habitación lo hizo furioso.

Miki es un hombre muy impulsivo, no le gusta que nadie desobedezca sus órdenes, Marcela pudo haberse revelado a venir con él y Miki la pudo lastimar .

Sin embargo, rápidamente borre esa idea de mi cabeza, Miki será incapaz de hacerle algo a Marcela sin que yo lo autorice.

Y Mucho menos hacerle daño a la mujer que he mandado traer. Marcela es mía y nadie, incluyendo a Miki tiene derecho de hacerle daño sin que yo lo ordene.

Continúe mirando a Marcela en los brazos de Miki, su rostro se miraba pálido, no tenía ni un solo color, sus ojos se encontraban cerrado y su cabeza colgaba violentamente hacia abajo.

Una sensación de miedo se apoderó de mi cuerpo, era la primera vez que sentía algo como eso. Apreté mis manos con fuerza, sentí un fuerte coraje invadiendo mi cuerpo, odiaba que las cosas no salieran como yo las planeó.

___ Señor... _ Murmuró el hombre a mi lado.

__¡Rápido, ayúdame a llegar a la habitación!... Le ordené, deseaba saber que es lo que le a sucedido a mi Ángel.

El hombre me ayudo a llegar hasta el interior de la habitación de Marcela, al entrar de nuevo a esa maldita habitación, mi cuerpo se congeló, miles de emociones inexplicables se apoderaron de cada parte de mi cuerpo.

Por unos segundos quedé inmóvil, cada maldito rincón de esa habitación, trae a mi mente miles de recuerdos desagradables, la muerte de mis padres, la traición de Rubí.

El maldito infierno que e vivido todos estos años. Deseaba salir corriendo de esta habitación, ser un cobarde, pero miré a Marcela acostada en la cama, mis miles de miedos desaparecieron de mí como arte de magia.

Ella era el Ángel que a llegado a mi vida, no solo para salvarme la vida, sino para ayudarme a salir del infierno donde he vivido todos estos años..

Me solté del hombre que me estaba ayudando, lentamente me acerqué a la cama donde está Miki ayudando a Marcela.

___ ¡Dónde está el maldito médico!... __ Gritó Miki.

Caminé al lado de Marcela, coloque mi mano encima de su frente, enseguida la aleje, ella estaba ardiendo en fiebre. La sangre corría por su rodilla, llenando las sábanas de la cama.

___ ¡Qué fue lo que sucedió ¿Por qué está herida?. __ Miré a Miki con el ceño fundido, él se miraba un poco nervioso.

___ Es una herida que se hizo anoche mientras la teníamos encerrada en el sótano Me contestó Miki en voz baja.

Quería matarlo, pero aún no era el momento, lo primero que debíamos hacer es salvarle la vida a mi Ángel, ya que si no actuamos rápido para bajarle la fiebre las consecuencias van hacer fatales...

__ Rápido prepara la bañera con muchos hielos ¡No hay tiempo de seguir esperando al médico!.. _ Le ordené a Miki con frialdad.

Enseguida él se dio la vuelta para ordenar que llevaran los suficientes hielos al baño. Miré a todos moverse rápidamente llevando a cabo mi orden.

En un par de minutos la bañera ya estaba lista para bajarle la fiebre a mi Ángel. Sin importar mis heridas.

Levanté a Marcela de la cama, su cuerpo estaba ardiendo, sus párpados preparen lentamente. Caminé rápidamente al interior del baño con Marcela entre mis brazos.

__ Lawrence ¿Estás loco?... Las heridas se volverán abrir!... __ Dijo Miki apretando los dientes.

Sin importarme lo que Miki diga, colocando cuidadosamente a mi Ángel dentro de la bañera. En ese momento sentí como mis heridas se volvían abrir, la sangre volvió a manchar las vendas que llevaba puestas.

Pero no me importo, tenía que ser yo quién bañara a mi Ángel, ya que no voy a permitir que otro hombre la vea desnuda.

Que vea su cuerpo antes que yo, solo yo puede ser quién conozca cada parte de ella. Volteó a mirar a Mki.

__ ¡Llama a Sofía!... Y todos salgan del baño...

Tal y como lo ordene, todos salieron del baño excepto Miki que estaba furioso por haber cargado a Marcela en mis brazos sin importarme mi propia salud.

__ ¡Lawrence, ella es solamente una mujer más! ¿Cómo puedes arriesgar tu vida por ella?... __ Me dijo Miki apretando los dientes con odio.

__ ¡No escuchaste, lárgate!... __ Le dije._ Miki se dio la vuelta furioso.

Pasaron unos segundos, y la fiebre de Marcela comenzó a bajar, volví a sacarla de la bañera entre mis brazos, al llevarla de regreso al dormitorio, la acosté sobre la cama quitando rápidamente la ropa mojada que ella llevaba.

Cubrí su cuerpo con una manta, en lo que buscaba algo de ropa que ponerle, el médico no tardaba en llegar y no iba a permitir que la viera desnuda.

Encontré una camisa mía en el guardarropa, se la puse con mucho cuidado y de nuevo cubrí su cuerpo.

El médico entró a la habitación acompañado de Sofía y de Miki. Miki se acercó a nosotros, ayudándome a sentar en el sillón cerca a la cama...

__ Atenderla y asegúrate de que nada le suceda... __ Le dije con seriedad.

Sofía se acercó a mí levantando la playera que llevó puesta, al ver la sangre corriendo por las vendas, Sofía hizo un gestó de desaprobación... Levantó la mirada para ver a Miki.

__ Esto está peor de lo que me imagino._ Comentó Sofía comenzando a quitar el vendaje de mi cuerpo.

__ Debemos llevarte a tu habitación, Lawrence, para que Sofía vuelva a cerrar las heridas... __ Mencionó Miki controlando su coraje...

Yo no pensaba moverme del lado de mi Ángel, hasta que ella no despertara, pero las heridas me dolían horrible.

Estire mi brazo para recargar mi cuerpo en el hombro de Miki , a mi pesar tenía que regresar a mi habitación para que Sofía cerrara de nuevo las heridas de mi torso.