Vendetta

Beatrice

Una enfermera me dijo que esperara en la habitación de Davide, la señora Chiara se ha tardado bastante, pero total no tengo nada que hacer, ya el italiano despertó y mi misión aquí terminó, Venezuela allá voy.

- Ojitos tristes, así que tú eres mi novia - me dice con una sonrisa. frunzo el ceño , pues no entiendo de qué habla - pensé que había perdido la memoria cuando me contaron que la mía mamma y la mía fidanzata (mi mamá y mi novia) estaban muy preocupadas - ah pensaron que yo soy su novia.

- Tu mamá salió con un señor que supongo es tu papá, ya deben estar al llegar.

- Mi padrastro, pero como si fuera mío padre.

Davide toma mi mano y dice - grazzie - siento un calor recorrer mi cervical y retiro rápidamente mi mano, en ese instante entran la señora Chiara y el señor que supongo es su esposo.

- Figlio grazie a Dio stai bene (hijo gracias a Dios estás bien)- me retiro de su lado para darles espacio. El señor no me quita la mirada de encima, es una mirada tan hermosa pero no puedo sostenerla, me da vergüenza ¿será que es un viejo descarado?

- ¿Ya conocieron a mi novia? - dice Davide guiñando un ojo.

- ¡En tus sueños! - respondo y giro para salir de la habitación pero la vez de la señora Chiara me detiene.

- Beatrice espera, conoce a mi esposo - el hombre extiende la mano y al tomarla siento en mi pecho una sensación extraña y unas inexplicables ganas de llorar, se que mis ojos se han cristalizado, pero no dejaré salir ni una lágrima, tanta sensibleria si razón no es lo mío.

- Mucho gusto señor, permiso - y salgo de la habitación, necesito caminar y calmar todas estas sensaciones que estoy teniendo.

Davide

Despierto y me encuentro solo en una habitación de hospital, poco a poco siento que la fuerza llega mi cuerpo y busco el interruptor para llamar al personal, presiono y no pasó mucho tiempo para que entrara un médico y dos enfermeras, me comienzan a hablar en italiano y al parecer notaron mi estado de confusión porque de inmediato el médico me explicó que tuve un accidente en Venezuela que me habían trasladado al hospital San Raffaele de Milán y que mi madre y mi novia estaban muy preocupadas.

¿Novia? pensé pero no lo dije, tal vez haya perdido por el golpe parte de mis recuerdos aunque aún pienso en los hermosos ojos verdes de mi chica triste, lástima que no la volveré a ver.

Me extraen sangre y me trasladan a hacer una tomografía y siguen hablándome de la supuesta novia que tengo y ha sido el apoyo de mi madre en este tiempo, ya quiero saber quién es y ojalá no sea alguna "amiguita" que se quiera pasar de lista para agarrarme por ahí.

Luego de todas las pruebas me llevan nuevamente a la habitación y ¿cuál es mi mayor sorpresa? la mía ragazza es la hermosa diosa de ojos tristes.

- Ojitos tristes así que tú eres mi novia - parece que no sabe de qué hablo y le explico lo que me estuvieron diciendo, con voz tímida me dice que mi mamá y quién ella cree es mi papá salieron.

- Grazzie (gracias)- le digo tomando su mano por primera vez y siento una descarga de energía al contacto y un frío en mi estómago, parece que ella también lo sintió porque enseguida retiro su mano y en ese mismo momento entraron mi madre y Virgilio.

Mientras mi madre le da las gracias a Dios porque ya estoy bien, Beatrice se va retirando, pero decido molestarla diciendo - ¿ya conocieron a mi novia? y le guiño un ojo.

- ¡En tus sueños! responde roja de la rabia y yo sonrío, ella se da vuelta, de inmediato mi madre la detuvo para presentarle a Virgilio y luego salió de la habitación.

Una vez que estamos los tres me cuentan la historia más surrealista que escuchado en mi vida y la historia de amor más triste que he conocido, quieren mi ayuda y claro que se las daré, le debo a este hombre al tamaño que tengo, después de la muerte de mi padre no conocí a otro más que a él ¡que irónico! siendo el mejor padre de un hijo ajeno sin saber que su propia sangre estaba desamparada ¿cuántas historias mal contadas habrán por el mundo?