Flor Watson, una joven periodista que en su tiempo libre es una heroína, todo parecía ir bien en su vida, sin embargo, quien iba a pensar que su boda, iba a ser el comienzo de una aventura fuera de este mundo.
Rho Mor, un viejo pirata intergaláctico, los secuestra para venderlos a un zoológico de una Galaxia lejana. Junto a ellos van cautivos 3 rehenes más: Loxy, un canino de otra Galaxia; Roxy, una princesa elfo de un planeta lejano a la via láctea; y Kror, un cíclope ex convicto
¿Podran Flor y Stan regresar a la tierra?, y en el proceso, ¿Podran salvar el universo del Capitán Rho Mar?.
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Capitulo #13: El Motín de Kror
Desde aquella pelea en la que defendí a Roxy de esos bravucones, ella no se despegó de nosotros, no sabía si lo hacía por miedo o por cariño, pero me alegraba de que los elfos ya no la molestaran.
Otra de las personas que ya no se despegaba de nosotros, era Kror, quien no dejaba de perseguirnos para planear otra pelea, con tal de volver a golpear a una persona.
—¡Flacuchos! —gritó—. Hay que hacer lo que hicimos ayer, otra vez, ustedes déjenme elegir esta vez a la especie
—¿Qué?, no —respondí—. Aww, ¿Quién es tan lindo?, ¿Quién?, ¿Quién? —dije enternecida mientras acariciaba la cabeza a Loxy—
—No, no vamos a hacer eso otra vez —añadió Stan—
—¿Y por qué no?, miren, a la princesa: sigue indefensa, miren ni siquiera tiene collarín. ¿Qué tal si alguien le hace algo?, es tan frágil… ¿No quieren protegerla? —abrazó a Roxy— Mírenla, es tan abrazable
—No —respondió Stan de manera tajante—
—Tsh, Ugh, tú… —Roxy, molesta lo apartó con un empujón— ¡No me toques!, ¡sucio!
—¡¿Por qué?! No quieren divertirse y causar caos
—¡Ya te dije que no!, no podemos arriesgarnos a que nos exploten la cabeza por mal comportamiento
—¡Hmph!, esos tontos collarines de segunda mano no son problema, si logran llevarme a la sala de control del zoológico
—¿Qué?, tú puedes sacarnos de aquí
—Pff, claro, he salido de peores prisiones con mucha más seguridad que esta —nos giramos para volver a verlo— ¿Qué?, ¿Dije algo malo?
—Ahm… ¿Y qué crees que puedas sacarnos del zoológico? —le pregunté mientras me acercaba a él—
—¿Eh? ¿Por qué lo haría?
—Ahm… porque, somos amigos —Kror entrecerró su ojo mientras levantaba su única ceja, denotando su falta de interés—.
—Si lo haces podrás golpear a los guardias y a todos los que intenten matarnos por escapar del zoológico —añadió Stan—
—¡Hecho! —respondió eufórico al instante—
—Bien, chicos, antes que nada primero debemos planear todo, ya que no podemos actuar a lo ton… —mientras hablaba, noté que Kror se giraba hacia un guardia— Huh, ¿Kror?
—¿Qué necesitas maldito feno…? —el guardia no alcanzó a terminar de hablar cuando sin previo aviso Kror le metió un puñetazo al guardia, noqueándolo al instante—
—¿Qué? ¿Qué demonios, Kror?
—¿Ah?, ¡¿Cómo hiciste eso, sucio plebeyo?!
—Creí que el sistema detectaba cuando tratabas de escapar —dije mirando el cuerpo del guardia inconsciente—
—El sistema solo detecta cuando intentas destruir las instalaciones, no cuando golpeas a un simple guardia —respondió con calma—
—¿Qué?, espera… ¡¿Sí lo sabías por qué demonios no nos dijiste desde un principio?!
—Ah, ¿me preguntaron? —contestó tranquilo—
Justo en ese momento resonó una alarma que alertó a todo el personal, acompañada de luces rojas que parpadeaban sobre nuestras cabezas, lo que nos hizo voltear a ver a Kror.
—¿Qué?, ¿Por qué me miran? Acaso no saben que agredir a un guardia activa una alarma de seguridad
Al ver que uno de los guardias había caído inconsciente, sin consecuencias, los otros prisioneros comenzaron a atacar a los guardias, causando que estallara una batalla campal en todo el comedor, entre guardias y prisioneros.
—Agh, solo tenemos que ir a la sala de control, ¿verdad?
—Sí, ahí siempre está la llave para quitarnos el collarín, y el de las naves de los guardias
—Bien, entonces nosotros te cubriremos y te cuidaremos de los guardias
—¡¡Síganme!! ¡¡Mis súbditos!! —gritó corriendo en dirección a los pasillos— ¡¡No tenemos mucho tiempo para quitarnos los collarines!!
Lo seguimos para cuidar su espalda de los guardias que intentaban detenernos. Con golpes precisos y rápidos, Stan y yo noqueamos a los guardias, y le abrimos paso a Kror hacia la sala de control. Loxy y Roxy por su lado, se escondieron detrás de nosotros, asustados por la batalla.
—¡¡Ja!! ¡¡Ja!! ¡¡Ja!! ¡¡No dejen de pelear!! ¡¡Lacayos!! —gritó Kror, pateando a un guardia, y derribando la puerta de la sala de control—
Los guardias que estaban dentro intentaron dispararnos, pero, Loxy se lanzó sobre ellos para morderlos, lo que aprovechó Kror para noquearlos.
—¡Rápido! ¡Busquen la llave!, solo tenemos 10 minutos antes de que comiencen a explotar cabezas
Desesperados por escapar buscamos la llave en cada uno de los rincones de la sala de control, hasta que Roxy la encontró guardada en el bolsillo de uno de los guardias que había noqueado Kror. Él se la arrebató y se quitó el collarín.
—¡Rápido! ¡Thlor! ¡Flacucho! —gritó, dándonos la llave—
Fue un alivio ver cómo el collarín cayó al suelo, aunque tan solo era el comienzo. A pesar de que los guardias estaban recibiendo una paliza, los refuerzos no dejaban de llegar para seguir con la batalla.
—¿Ahora qué? —pregunté mientras escuchaba los pasos de los guardias acercándose—
—¡Ahora hay que correr a la nave! —respondió lanzando un par de llaves a las manos de Roxy— ¡¡Síganme!! —gritó, saliendo de la sala de control—
Kror eufórico corrió por los pasillos del comedor golpeando y pateando a los guardias que se encontraba, abriéndonos paso, hasta la puerta que llevaba al otro lado del zoológico.
—¡Papá, mira es…!
—¡¡A un lado!! —gritó Kror pateando al pequeño—
—¡¡Timmy!! Son unos… —Loxy hambriento se abalanzó sobre el padre para comérselo—
—¡¡No dejen de correr!!
Los guardias continuaron llegando para intentar detenernos, solo que sin los collarines no pudieron hacerlo.
—¡Es mejor que se detengan ahora! Sucios fenómenos —dijo un guardia, mientras sus compañeros nos impedían el paso—
Estuvimos a punto de darles una paliza, pero otros prisioneros los atacaron por la espalda, lo que aprovechamos para seguir corriendo.
—¡¡Por aquí!!
Con su ayuda llegamos al almacén donde estaban las naves; Sin embargo, los guardias nos estaban esperando. Sin previo aviso comenzaron a dispararnos, rápidamente nos escondimos detrás de una montaña de latas y comida enlatada.
—¿Y bien, un plan? —preguntó Roxy, abrazando a Loxy—
—¡Tenemos que cruzarlos para llegar a las naves! Y sé como hacerlo
Kror trató de salir para pelear con sus puños, pero Stan lo sujetó del brazo para mantenerlo escondido, al menos hasta que las balas escasearan. Cuando eso pasó, salimos de nuestro escondite y les dimos una paliza.
Rápidamente entramos en una de las naves para usarla y escapar. Aunque... Ninguno sabía pilotar una, lo que hizo que voltearamos a vernos unos segundos en silencio, esperando a que uno supiera encenderla.
—Ahm… ¿Alguno sabe conducir una nave espacial? —preguntó Roxy incómoda, mirándonos uno por uno—.
Nos quedamos en un largo silencio, fue tan largo que escuchamos nuestras respiraciones. Por suerte Loxy, decidió romper el silencio con un ladrido.
La nave al detectar el sonido se encendió; los motores comenzaron a vibrar, las luces se encendieron y en el proceso regresaron a la vida a una inteligencia artificial, que tenía la nave.
—Hola, bienvenidos, mi nombre es B2, ¿Podrían indicarme su destino?
—Eh… Dis-Disculpa, p-puedes llevarnos lejos de aquí, por favor —dijo Roxy aún procesando lo que pasaba—
—Entendido, pónganse sus cinturones, los llevaré al planeta ciudadela Tejos Ati
Antes de que alguno pudiera protestar, la nave despegó en un parpadeo, rompiendo la atmósfera del zoológico y lanzándonos fuera del planeta a una velocidad que superaba la luz.