Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 13:Destinados
El alfa se acomodo en su lugar y comenzaron con la seccion. El aroma de la omega lo rodeo. Esta vez mas fuerte, mas arrebatador. Su cuerpo se relajo, su cabeza cayo hacia adelante. Pequeños y suaves suspiros escaparon de sus labios. Estaba perdiendo la razon. Sintiendo como su alfa se apoderaba de su cuerpo. Se sentia incapaz de frenarlo. De parar el calor que se instalaba en su interior y la necesidad del llamado que vibro en su pecho.
Cristal se detuvo al escucharlo. Su cuerpo se congelo por completo. Nunca antes habia escuchado un llamado involuntario de un alfa. Aquel sonido como un ronroneo que salia del alfa cuando el animal interior tomaba el lugar en el cuerpo del portador.
Esa conexion era dificil lograrla. Porque era el instinto animal.
—Omega...
Aquella voz gruesa que la llamo la hizo temblar en su lugar, sintio a su omega ronronear en su interior desesperada por tomar su lugar. Cristal no supo que hacer, se sintió incapaz de moverse o de alejar la mirada del hombre delante de ella.
El alfa subió la cabeza y la miro. Con sus ojos felinos brillando tan dorado como el oro.
Su alfa habia tomado el control por completo.
El rey la agarro de la muñeca tomándola por sorpresa. La jalo hacia el, dejándola entre sus brazos. Su espalda quedo recostada entre sus piernas cruzadas y su cabeza reposando en su brazo. La omega lo miro asustada. Y aquel aroma a chocolate la rodeo. Dominando sus sentidos por completo. Su cuerpo se sacudio en espasmos y un gimoteo involuntario escapo de sus labios.
—Yo tambien puedo reclamarte omega.
¿Reclamarlo?
—Yo...no...—la mujer no podia conjugar alguna oracion. Estaba siendo dominada por el aroma tan fuerte a chocolate amargo que la rodeaba, adhiriéndose a ella como una segunda piel.
—Vas a negarlo omega? Me haz marcado con tu aroma hasta traerme aqui. ¿Quieres que haga los mismo? Los dos sabemos lo que sucederá si te atreves a venir.
Cristal estaba paralizada. Sintiendo su cuerpo hervir de calentura. El alfa puso su mano en su mejilla acariciándola.
—No llores mi dulce omega. No dejare que nos separen.
Hasta ese momento Cristal no habia sido consiente de los chillidos de su omega. Estaba en una lucha intentando controlar su cuerpo. No podia dejarla tomar el control. Porque si lo hacia... estaba segura que cometería una locura.
¿Hasta que punto su omega se habia obsesionado con aquel alfa?
Cristal cerro los ojos intentando concentrarse, intentaba respirar por la boca para no inhalar su aroma, pero era inutil, sus labios sabian a chocolate como si hubiera estado comiéndolo hace solo segundos.
Sintió el gruñido del Alfa haciendo vibrar todo su interior y casi por inercia sus brazos cubrieron su cuerpo.
—Por favor... no...—susurro
El Alfa la miro confundido. Su parte humana intentando tomar el control. No podía permitir que la reclamara.
¿Acaso habia enloquecido?
El rey alejó sus manos de la mujer, dejo caer su aura y gruño—Sal de aquí Cristal.
La mujer sintió la orden tomando posesión de su cuerpo. Se levantó y salió de la habitación rápidamente, con el corazón latiendo con fuerza en su interior. Intentando respirar un aire que no estuviera contaminado por su aroma. Pero era imposible. Su aroma estaba adherida a su piel.
Cristal camino por los pasillos hasta detenerse en una ventana. Aspiro aire con fuerza, llevando sus manos a su pecho.
¿Que carajos había sido todo eso?
El Alfa seguía en su habitación. En el mismo lugar, intentando calmar a su apresurado corazón. Culpándose por haber dejado que su parte animal tomara sitio en su cuerpo.
¿Como lo había logrado?
Desde un principio se habia dado cuenta de la diferencia del aroma que lo rodeaba ese dia a los dias anteriores. En los días anteriores siempre era un aroma que queria calmarlo, aliviar su dolor. Pero hoy... sus feromonas eran opresivas, dominantes, como si quisieran doblegarlo, eran las mismas que las omegas usaban para aparearse.
El alfa negó con su cabeza. Era imposible. Cristal no lo miraba de esa manera. No era ese tipo de persona, era imposible que ella lo hubiera hecho apropósito.
Pero si no habia sido ella... entonces su omega... ¿deseaba reclamarlo?
Cristal se quedó en su lugar por largos minutos, por más que lo intentaba no lograba calmar su apresurado corazón. Había logrado alejar a su omega de la superficie y tomar el control. Ahora se preguntaba el porqué.
¿Por que actuaba de esa manera?
Habia logrado traer a un alfa de raza pura hasta la superficie. Esas cosas solo lo hacían las parejas destinadas. Pero eso era un completo mito. Y aunque existiera. El no era su pareja destinada. Ella no habia sentido su segundo aroma
Ojala lo hubiera sentido.
—Otra vez tu!?
Cristal se dio la vuelta rapidamente al escuchar aquella molesta voz. Otra vez el estaba aqui y otra vez con la misma chica. Cristal frunció el ceño. Se movio hacia ellos intentando pasar por su lado para irse con rapidez del lugar, pero entonces su brazo fue tomado con dureza por Eishter. Cristal su movio hacia atras y arranco su brazo con fuerza de donde su mano la tomaba.
—No me toques!
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros