💖 NOVELA EN EMISIÓN--NOVELA EN EMISIÓN💖
David Montés un hombre que perdió a sus padres en su adolescencia, el junto a sus hermanos lograron salir adelante gracias a una gran mujer que nunca los dejo solos y ahora es su segunda madre.
Los años pasaron y con ellos David Montés se convirtió en Teniente de la fuerza aérea de los EEUU forjando una gran carrera a base de esfuerzo y dedicación, un hombre honesto y transparente, aunque en un principio se vio motivado a unirse a la fuerza aérea por amor, Brittany Williams fue un amor imposible, ella nunca lo aceptó y al contrario cuando podía lo humillaba, hasta que finalmente se rindió, Pero su amor por los aviones no.
(Saga de la novela: LOS HIJOS QUE ME DIO LA VIDA)
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CAPITULO TRECE
David Montés
Escuchaba voces a mi alrededor, pero por más que lo intentaba no podía abrir mis ojos, era como estar en un túnel oscuro, sentía dolor, mucho dolor, pero mi desesperación era más grande, no podía controlar mi cuerpo, no sabía que estaba pasando, de repente escuché la voz de mi segunda madre.
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Mis nervios se disiparon un poco y de nuevo me dormí.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
No sé cuántos días pasaron, en ocasiones escuchaba voces, trataba de abrir mis ojos y no podía, pero hoy sin haber hecho el más mínimo esfuerzo comenzó a entrar pequeños destellos de luz, moví mi cara hacia un lado para saber si me lo estaba imaginando, pero veía la sombra de alguien, sé que era una persona porque vi su movimiento, posterior a eso empezaron a gritar llamando a la enfermera.
- Despertó, yo lo vi, él abrió sus ojos y movió su cabeza - era la voz de mi mamá.
- tranquila señora, ya vamos a revisar al paciente - le respondieron.
Para ese momento yo había vuelto a cerrar los ojos, no podía mantenerlos abiertos, estaba agotado, la enfermera llamó al doctor y entraron nuevamente a la habitación.
El doctor se acercó a mí y luego pude sentir como puso sus dedos en mis párpados y los abrió alumbrando con su linterna, la luz me molesto un poco y comencé a mover mis ojos, él me soltó y comenzó a hablar.
- David, ya estás comenzando a reaccionar-- dijo para todos, luego se dirigió a mi--quiero que sepas que tuviste un accidente grave, pero vas muy bien con tu recuperación-- yo moví un poco los dedos -- ya sé que estás de vuelta, voy a enviar la orden para que te retiren la intubación, pero primero tienes que despertar bien.
- ¿Doctor por qué demora tanto en reaccionar?- preguntó mi madre.
- por los sedantes, pero el último se le dio hace algunas horas, voy a retirar ese medicamento para que de a poco recupere la lucidez -- luego le habló la enfermera -- tan pronto reaccione le retiran intubación, verifiquen que todos sus signos estén bien y me informan ¿ok?-
- si Doctor- respondió la enfermera.
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No sé cuánto tiempo paso después de eso cuando empecé a parpadear de nuevo, aún sentía fatiga pero tenía más energía, mi madre de nuevo me vio y corrió a avisarle a la enfermera, luego regresó a mi lado y tomó mi mano, por fin pude ver sus rostro claramente, tenía sus ojos hinchados, se nota que había estado llorando, me parte el alma verla así.
La enfermera entró y me hizo un chequeo rápido para por fin retirarme el respirador artificial que no me permitía hablar.
- si sientes ganas de desmayarte, mareo o náuseas me llaman de inmediato - dijo la enfermera y mi madre asintió.
La enfermera salió y como pude abracé a mi mamá, entendí lo efímera que puede ser la vida y que no podemos hacer nada para cambiar lo que ya está escrito, asumo todo lo que me pasó, ahora solo me queda agradecerle a Dios la segunda oportunidad que me dio.
- mi niño, te extrañé mucho - dijo.
- yo también, ¿cómo están todos?- pregunté con un poco de dificultad, entonces mi mamá acercó un poco de agua y me dio de beber.
- volvió a acomodar el vaso en la mesita -- todos estamos bien, esperando a que despertarás, van a estar muy felices cuando les demos la noticia, tu padre en estos momentos está comprando la cena--, el tampoco se ha apartado de tu lado-
-Lo sé, pude escucharlos-
- ¿nos escuchabas?- preguntó asombrada.
- si, pero no podía abrir los ojos, los sentía muy pesados, fue una tortura para mí… ¿Mamá, cuánto tiempo ha pasado?-
- desde que llegaste a este hospital, hoy cumplías cuatro días en inconsciente, ya nos estábamos poniendo nerviosos por qué no reaccionabas, la cirugía fue un éxito y el doctor dijo que en dos días podrías empezar a despertar, pero te demoraste cuatro-
- perdón por preocuparlos, les juro y nunca fue mi intención - respondí.
- lo sé mi niño, también ya sabemos lo que hiciste por Ford, él ha venido todos estos días y siempre que lo hace nos pide perdón, pronto tendrán la oportunidad de hablar, el chico se siente con culpa, le hemos dicho que no piense así, pero hasta que no hablen se que no va a estar tranquilo- dijo mamá
-Claro que sí, hablaré con él.
En ese instante llegó mi padre con unas bolsas y una enfermera detrás de él con una bandeja.
- con permiso, les traigo está crema para que el paciente coma, ¿se la doy yo, o ustedes pueden hacerlo?- preguntó.
- claro que sí, yo sé la doy, muchas gracias - respondió mamá.
- recuerden que debe comer lentamente, me llaman si necesitan algo, con permiso - dijo y salió de la habitación.
Mi madre y yo volteamos a ver hacia la puerta y allí estaba mi padre pasmado, mi mamá se le acercó y quitó las bolsas de sus manos, luego acaricio su rostro hasta que por fin mi papá reaccionó y corrió hacia mí.
Me revisó por todos lados y luego beso mi frente cantidad de veces, mi papá es amoroso, pero nunca me había besado más que mi madre, eso me causó mucha gracia pero sentí mucha calidez en mi corazón.
- nos tenías en vilo, gracias a Dios ya despertaste ¿estás bien?, ¿te duele algo?, ¿quieres algo?, ¿qué te traigo?, ¿estás cómodo?- hizo demasiadas preguntas en menos de un minuto.
- no te preocupes amor, todo está bien - intervino mi mamá, dándole un leve masaje en sus hombros.
- estoy bien papá, gracias por preocuparte por mí- dije.
- estábamos muy angustiados, que bueno que ya reaccionaste-
Mi mamá se acomodó para darme la crema que me habían traído, aunque no tenía hambre lo hice para no preocuparlos más.
Terminé de comer todo y les dije que quería dormir un poco, ellos salieron de la habitación a cenar lo que habían traído y yo como pude me acomode y cerré mis ojos de a poco hasta quedar completamente dormido.
No sé cuánto tiempo paso, pero me desperté al sentir que alguien me observaba, abrí lentamente mis ojos y allí estaba ella, Leah había venido a verme, en ese instante dude si era real o un sueño, así que sonreí.
- ¿te atreves a reírte después del susto que nos hiciste pasar?- preguntó y comenzó a llorar.
Entonces respondí calmado -- no, no por favor no llores, pensé que eras parte de un hermoso sueño que estaba teniendo, pero eres real -- dije agarrando su mano.
Ella limpió sus lágrimas y se acercó con mucho cuidado apoyando su cabeza en mi pecho, así se quedó por unos minutos.
- tu corazón está recuperando la fuerza, se escucha como una melodía, una que quiero escuchar siempre - dijo y levantó su rostro y me miró fijamente a los ojos, luego los cerro y me dio un beso en los labios, yo correspondí.
Hum hum - se escuchó un leve carraspeó, ambos nos detuvimos y giramos hacia donde provenía el ruido, era mi madre y mi padre observando la escena.
Leah estaba visiblemente avergonzada, entonces mi madre habló.
- muy lindos los tortolitos, pero el Doctor viene hacia acá a revisar a David ¿quieren que los vean así?-
- claro que no, disculpen - habló Leah.
- no te disculpes por eso, ustedes son jóvenes y yo los entiendo, pero van a tener tiempo para eso- nos miró y guiño un ojo con diversión.
Leah no podía ponerse más roja o su cabeza estallaría, yo tomé su mano y la acaricie suavemente eso la tranquilizó.
En ese momento entró el Doctor, se presentó, me dijo que él había estado durante la cirugía, me contó todo lo que me habían realizado y hasta yo me impresione de aún seguir con vida, desde la altura que caí pudo haber sido peor, favorablemente estoy vivo para contar la experiencia.
Me dijo que mi recuperación estaba en un 70% me quedaría un par de días en él hospital para vigilar mi evolución y ya me daría salida para continuar la recuperación en casa, luego se despidió de nosotros y se retiró de la habitación.
- yo tengo que regresar a la base, el capitán Stuart me ayudó a escabullirme para venir a verte, me dijo que te diera saludos de su parte y que vendrá a verte de nuevo ahora que estás despierto - dijo Leah.
- gracias por venir, y agradecerle a Roger de mi parte y dile que aquí lo espero - nos abrazamos con mucho cuidado, ella se despidió de mis padres y se fue.
- pobre chica - exclamó mi papá.
-¿por qué lo dices?- indague.
- no hay un día que pasará sin que ella viniera, y el trayecto es largo desde la base hasta acá, además que ella no tiene permitido salir, así que siempre busca la manera de escaparse sin que la descubran - respondió.
- se nota que le importas hijo- agregó mi mamá.
Sentí felicidad de saber eso, Pero a la vez preocupación, no quiero que se meta en problemas por mí.