CADA QUIEN LABRA SU DESTINO

Pasado los días Leda y Leonardo eran más unidos, el la trataba como su mujer y ella a él como su marido, pero sin confesar su amor y tampoco tomaban iniciativa. Cuando estaban en casa tenían relaciones, Leonardo sabía que tenía que terminar fuera y así lo hacía.

Estando en casa Leonardo recibió la llamada de sus amigos para encontrarse en un club y jugar golf, ellos dijeron que podía llevar a su novia ya que ellos llevarían a sus acompañantes, Leonardo le comentó a Leda, ella aceptó no de muy buena forma, ya se imaginaba las acompañantes de los dos hombres.

Cuando llegaron al punto de encuentro Leda distinguió a las dos mujeres, se dio cuenta que hicieron caras no muy bonitas, pero a ella no le interesaba su amistad y mucho menos estar en el mismo lugar con ellas. Al lugar se sumaron fos hombres más e hicieron las respectivas presentaciones, Leda se dio cuenta que las mujeres de los otros dos hombres eran igual o peor que las otras, Leda se sintió en el lugar equivocado, en un nido de serpientes, pero en su mente dijo que de palabras se podía con las cuatro y más.

Los hombres se iban a jugar y uno de ellos dijo a las mujeres que la pasarán bien y se conocieran, todos se despidieron de besos de sus parejas, Leonardo beso a Leda y le dijo en el oído.

LEONARDO: No te dejes de esas arpías, tu eres muy inteligente.

El la miró a los ojos, le sonrió, ella también lo hizo y tomó la iniciativa de besarlo, el se fue y la dejó con las mujeres. Las mujeres veían a la distancia como sus hombres jugaban, Leda miró en la mesa licor y agua, decidió tomar agua, una de las mujeres comenzó a presumir de su marido y las demás no se quedaron atrás.

— Mi marido juega muy bien al golf, es un excelente esposo y padre, me da la tarjeta para que compre lo que se me antoje.

* El mio igual, ellos trabajan para nosotras.

● Yo no estoy casa con Victor, pero también me da lo que necesito

■ Didier también me da mis gustos, no me niega nada.

Leda solo escuchaba como las mujeres presumian, a ella eso la tenía sin cuidado, pero las mujeres al ver que ella no opinaba la miraron con burla, una de las casadas con hijo dijo.

— No me digas.... ja ja ja ja tu pareja es... ja ja ja.

* ¡Eso es obvio! ¿no ves que no trae nada de valor?

● ¿Tu eres la secretaria de el verdad?

LEDA: No soy la secretaria de él, pero si trabajo y genero mi propio dinero, soy empresaria, tengo boutique, tengo spa, me llevo muy bien con mis empleados, genero trabajo, también trabajo a la par con ellos, antes que su jefa, soy su amiga, no les voy a decir que mi boutique y spa lo conseguí con mi propio dinero, desde pequeña hice una alcancía con lo que me daba mi tía para la escuela, y cuando crecí estudie cosmetologia en las tardes después de salir de la escuela y mi tía me dio el resto de dinero que me faltaba para mi negocio.

 Yo no necesito que Leonardo me de nada, cuando una mujer es capaz de generar sus propios ingresos para responder por sus gastos, no merece soportar atropello ni arbitrariedad de nadie. Una mujer empoderada no tiene miedo de las finanzas, por el contrario, administra su dinero inteligentemente para no tener que depender de otros, no hay satisfacción más grande que lograr las metas por cuenta propia.

A diferencia de ustedes no estiro la mano para pedir dinero o una tarjeta de crédito para poder comprarme mis cosas, pago mis tarjetas, mis gustos, y no estoy en casa esperando al marido con los mejores atuendos para comer y volver a la misma rutina, a diferencia de ustedes no soy una mujer la cual sueña con casarse y esperar a que su marido llegue del trabajo o llegue de estar con otra porque sus esposas no se enteran por estar sumergidas en la vanidad.

Las mujeres la miraron con mucha rabia, Leda les dio donde un golpe bajo, pero la de Didier contestó.

■ Me da igual si soy mantenida, y me voy a quedar en casa esperando que llegue de estar con otra.

LEDA: No sean conformista, reflexionen sobre sus valores y objetivos, identifiquen lo que las hace feliz y lo que realmente las llena, no tengan miedo de expresar sus necesidades y deseos, no dependan de nadie. La conformidad puede ser cómoda, pero limita tu crecimiento.

* No vengas con tu psicología barata, estás mal porque te ha tocado sola, nosotras tenemos apoyo.

LEDA: Yo también tengo el apoyo de Leonardo, apoyo que es diferente a mantenida, pero en fin, cada quien labra su destino.

Leda se levantó y se fue dejando a las mujeres enojadas, ella sabía que no iban a entrar en razón, les gustaban sus vidas así, sabía que eran unas flojas que les gustaba todo fácil, Leda sabía que había mujeres que no trabajaban y estaban en casa, pero tenia razones, unas por sus hijos, para cuidarlos y atenderlos, pero sabía que aparte de ser ama de casa eran mujeres empoderadas, vendía catálogos de revistas, comidas, postres y muchas cosas para tener una extra, se defiende en llosoficios de la casa, pero las cuatro mujeres ni eso hacían.

Leda fue a caminar un poco para distraerse, ya no quería estar más en nido de serpientes.

Después de un buen rato los hombres regresaron al lugar junto a las mujeres, Leda se dio cuenta y se acercó nuevamente a ellos, Leonardo notó el ambiente un poco extraño, se imaginaba lo que allí había pasado, los demás hombres también se dieron cuenta y preguntaron a sus mujeres, pero las casadas no dijeron nada y prefirieron marcharse.

Las que no se quedaron calladas fueron las otras dos que hablaron más de la cuenta diciendo que Leda había presumido su relación con Leonardo y todo lo que ella les había dicho pero agregando más de lo dicho por Leda, quien no se quedó callada.